Taiwán realizó el lunes su primer disparo en directo de sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad (HIMARS) adquiridos a Estados Unidos, mientras la isla autogobernada mejora sus capacidades para repeler un posible ataque chino.
China afirma que Taiwán forma parte de su territorio y ha amenazado con utilizar la fuerza para someter a la isla a su control.
El Ejército taiwanés ha indicado en un comunicado que ha disparado decenas de cohetes gracias a estos sistemas múltiples, lo que supone un avance significativo en el marco de las medidas puestas en marcha para “disuadir” cualquier intento de invasión por parte de Beijing.
El primer lote de 11 HIMARS se entregó a Taiwán en noviembre.
Estos lanzamientos han tenido lugar sobre aguas del Pacífico. Estas plataformas pueden ser equipadas con numerosos misiles de forma simultánea y atacar objetivos a una distancia máxima de 300 kilómetros, más allá de la costa suroriental china, por lo que constituye una clara mejora para las fuerzas taiwanesas.
Periodistas de la agencia de noticias AFP observaron el lunes cómo el ejército de Taiwán lanzaba cohetes desde los HIMARS en la base de Jiupeng, en el condado meridional de Pingtung.
El coronel Ho Chih-chung dijo a los periodistas que personal técnico estadounidense estuvo presente durante el fuego real y ayudó a resolver un “error de señal” durante la primera ronda, cuando los tres lanzadores no dispararon simultáneamente.
“Creemos que este ejercicio nos brinda la oportunidad de mejorar nuestras capacidades de resolución de problemas, permitiéndonos demostrar mejor una preparación realista para el combate en caso de guerra”, declaró Ho.
Washington rompió las relaciones diplomáticas oficiales con Taipei en 1979 en favor de Beijing, pero ha seguido siendo el principal patrocinador y proveedor de armas de Taiwán.
En las últimas cinco décadas, Estados Unidos ha vendido a Taiwán equipos militares y municiones por valor de miles de millones de dólares, incluidos cazas F-16 y buques de guerra, lo que ha provocado el enfado de China.
La idea de entregar este tipo de armamento a Taiwán ha suscitado numerosas dudas y críticas incluso en Estados Unidos, dado que supone dotar a la isla de armas capaces de golpear objetivos situados al otro lado del estrecho de Taiwán, que separa ambos territorios.
Las Fuerzas Armadas de China han seguido aumentando la presión sobre Taipéi a pesar de que un conflicto militar no parece inminente. Durante el último año se ha registrado un aumento de la presencia de aviones chinos en la línea media, que sirve de frontera área de facto.
Por su parte, el presidente de Taiwán, Lai Ching Te, ha prometido aumentar el gasto en defensa hasta un 3 por ciento del PIB de la isla, mientras las autoridades insisten en que la isla no puede “dejar el mantenimiento de la paz en manos de terceros”.
(Con información de EFE y Europa Press)