
La audiencia del jury a Julieta Makintach donde iban a declarar los jueces del juicio nulo por Maradona, Maximiliano Savarino y Verónica Di Tomasso, fue levantada repentinamente por un problema técnico.
Ocurrió cuando el magistrado del Tribunal Oral N°3 de San Isidro ya estaba en la sala del subsuelo del Anexo de la Cámara de Senadores de La Plata, listo para declarar. Apenas se sentó y empezó dar su testimonio, la luz se cortó por algunos segundos. Pero ese no fue el inconveniente: cuando volvió la electricidad, comenzó a caer agua desde el techo, proveniente de un filtro del aire acondicionado, justo al lado del testigo.
Al principio se intentó resolver el conflicto secando el charco con un trapo y colocando un balde color azul al lado para las gotas que seguían cayendo. “Hagámoslo dinámico en cuanto se pueda”, había dicho el conjuez Pablo Agustín Grillo Cioccini, abogado de La Plata, intentando continuar con el testimonio de Savarino.
El corte de luz obligó también a reiniciar todo el equipo de grabación cerrada con el que se registra el jury. Eso planteaban los técnicos, llevaba tiempo.
El agua que caía del techo de la coqueta sala del subsuelo del edifcio anexo del Senado bonaerense era algo más que una simple gotera y obligó a Savarino a correr la mesa dispuesta para su declaración unos metros hacia su izquierda. La imagen hablaba por sí sola: el juez esperando prestar declaración, un chorro de agua que caía a su lado, un balde azul y un trapo de piso al costado. Frente al juez, la magistrada de mayor jerarquía de la provincia de Buenos Aires, la presidenta de la Suprema Corte de Justicia, Hilda Kogan, observaba anonadada la situación de la que estaba siendo testigo.
La situación se volvió insostenible y todas las partes optaron por suspender la jornada. Además, la audiencia no podía reanudarse porque las autoridades del jury necesitaban que se reiniciara la computadora para poner grabar el audio del testigo.
Finalmente, minutos después de las 15, el secretario de la Secretaría Permanente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, Ulises Giménez, hizo uso de la palabra: “Hemos hablado con la acusación, con el Colegio de Abogados de San Isidro (adjutor) y con integrantes de la defensa. La decisión de este jurado es pasar al día lunes su declaración doctor. Le pido disculpas”.
Maximiliano Savarino había llegado a comenzar su declaración antes del inconveniente técnico: “Hay una resolución de la Suprema Corte que dice que se puede transmitir lineamentos, alegatos y sentencia. No se transmiten testimoniales. Nos reunimos con Ezequiel Klass (del área de comunicación) y cómo iban a venir muchos periodistas, Klass se ocupó de eso. Entraron en dos grupos los fotógrafos. Eso fue comentado con él. Yo presenté un oficio”, llegó a decir antes del primer corte de luz.
Ante el sorpresivo acontecimiento y la postergación de su testimonio, el juez de San Isidro y excolega de Makinntach dijo: “Vengo el lunes, tengo muchas ganas de declarar. Vengo todas las veces que hagan falta en cualquier horario”
Savarino dejaba ver muchas intenciones de efectuar su declaración. De hecho, fue el único testigo —de los que hasta el momento fueron citados— que llegó con una carpeta que puso sobre la mesa. No hizo a tiempo a abrirla porque los imprevistos terminaron ganando protagonismo. El Jury contra la jueza Julieta Makintach, continuará el próximo lunes desde las 9 de la mañana, cuando Savarino vuelva a sentarse ante el tribunal, al igual que la jueza Verónica Di Tomaso. Ambos eran los compañeros del Tribunal en lo Criminal N.º 3 de San Isidro (TOC 3) que integraba Makintach al momento de llevar adelante el juicio para determinar quiénes fueron los responsables por la muerte de Diego Armando Maradona.