Susana Giménez fue la estrella invitada por Marley para el regreso de Por el Mundo (Telefe). En el debut de una nueva temporada del ciclo, la diva de los teléfonos se animó a responder distintas preguntas que le realizaron fanáticos a través de las redes sociales del conductor. Así terminó contando los regalos más importantes que les hizo a su hija, Mercedes Sarrabayrouse, y a sus nietos, Lucía y Manuel Celasco, a sus nietos. Además, contó la historia detrás del apodo familiar “Kika”, como ellos la llaman en lugar de decirle “abuela”.
Por lo tanto, además de recorrer lugares emblemáticos de Estambul como el aeropuerto más grande del mundo, el gran bazar y el centro de la ciudad más importante de Turquía, hubo momentos más personales para la diva. La conversación, que se desarrolló en un café con una espectacular vista de Estambul, ofreció un retrato cercano de la presentadora y su vínculo con la familia.
La dinámica permitió que la artista abordara temas personales, entre ellos, además de los obsequios que brindó a sus seres queridos, el amor, el trabajo y su juventud. Consultada sobre los mejores regalos que realizó a su núcleo familiar, Susana destacó una experiencia especial: “A mis nietos el mejor regalo fue que los llevé a Qatar, al Mundial. Estaban como locos”, afirmó.
La conductora recordó la emoción de sus nietos durante el torneo, en el que la selección argentina se consagró campeona de la mano de Lionel Messi. Marley intervino durante el relato sumando su propia vivencia, al mencionar que compartieron juntos la alegría de los goles y la victoria final.
En relación con su hija, Susana señaló que los obsequios son frecuentes en su relación. “A Mecha todos los días le hago algún regalo”, comentó, y explicó que su hija suele llamarla para pedirle diferentes objetos en sus viajes. En esta ocasión, reveló que le solicitó una cartera y subrayó: “Pero vivo haciéndoles regalos, soy generosa”.
La generosidad de la conductora, se extiende también a su nieta Lucía. Al cumplir quince años, ella optó por un viaje a París en lugar de la tradicional fiesta, y ambas compartieron una experiencia en la capital francesa. “Cuando cumplió 15, nos fuimos las dos a París, solas”, relató la invitada especial, que recordó entre risas cómo su nieta se quedó dormida en la mesa tras tomar una melatonina para adaptarse al cambio de horario.
Uno de los momentos destacados de la emisión ocurrió cuando Marley preguntó por el apodo “Kika”, con el que sus nietos se refieren a ella. La animadora explicó que el sobrenombre surgió de manera casual, mientras veía una revista que tenía una nota sobre la película “Kika”, escrita y dirigida por Pedro Almodóvar. “Yo soy Kika”, relató entre risas que les dijo a sus nietos, que por entonces eran muy chicos, y así el apodo quedó instalado en el entorno familiar. El conductor se mostró sorprendido por la anécdota, y Susana confirmó que el mote se mantiene vigente entre sus nietos, siendo ellos los únicos que usan el apodo para referirse a ella.
En su llegada de Turquía, la diva fue abordada por la prensa en el aeropuerto. Las primeras preguntas giraron en torno al conflicto público que mantiene con Graciela Alfano. Susana respondió, pero con incomodidad, hasta que fue consultada por la muerte de Mila Yankelevich. “Creí que me iban a preguntar eso, no todas las pavadas que me dicen del conventillo”, deslizó, molesta.
Solo después de ese cruce, Susana dejó salir el impacto y su habitual franqueza: “Tengo un dolor espantoso dentro de mi corazón porque los conozco. Gustavo es mi padre”, instantáneamente, se corrigió para que su frase no pierda el sentido. “No mi padre. Pero es como una relación así, muy fuerte. Y han tenido mucho dolor en la familia”. Al ser consultada si logró hablar con el entorno, respondió: “Le escribí a todos, pero no he podido hablar. Lo lamento profundamente. No se puede creer. Imaginate que se muera un hijo. No hay nada peor en el mundo”.