En la ciudad de Oberá, Misiones, un caso judicial mantiene en vilo a toda una familia. Un hombre de 37 años permanece detenido desde marzo, luego de que una actividad escolar de su hija adolescente desencadenara la aplicación del protocolo por supuesto abuso sexual. La joven había escrito un relato para una clase de literatura, generado, según dijo, solo por inspiración de una serie disponible en una conocida plataforma de streaming.
Todo comenzó con un trabajo práctico: la profesora solicitó a sus alumnos una redacción sobre un episodio importante de sus vidas. Ante la consigna escolar, la adolescente optó por plasmar la historia de una nena víctima de un abuso sexual intrafamiliar perpetrado por su padre. La magnitud del tema narrado motivó que la docente, tras leer el texto, sospechara que la alumna relataba su propia experiencia.
Sin dudar, la docente activó el protocolo institucional, comunicándose con sus superiores y dando aviso a la Línea 137 y a la Comisaría de la Mujer. Los lineamientos para estos casos, en contextos escolares y ante indicios de posibles abusos, establecen como primer paso la inmediata intervención de las autoridades.
El relato presentado por la joven detallaba reiterados abusos sufridos por una niña entre los siete y doce años, involucrando además a otras dos personas. La denuncia escolar hizo que el caso escalara rápidamente en la Justicia. El juez de Instrucción Pedro Piris ordenó la detención inmediata del principal sospechoso: el padre de la adolescente, un hombre de 37 años y padre de diez hijos. El magistrado determinó que el acusado debía permanecer alojado en una comisaría de Oberá hasta tanto se definiera su situación procesal. La carátula judicial fue abuso sexual agravado.
En el expediente, los docentes manifestaron incluso sospechas de que el padre habría entregado a la nena a otras personas a cambio de dinero. Esas versiones surgieron por el contenido del texto, aunque, con el paso de los días, las certezas empezaron a desmoronarse.
Según informó el medio La Voz, la adolescente, tras la denuncia, fue entrevistada en Cámara Gesell—un dispositivo especializado en la escucha de menores de edad—donde negó haber sufrido algún tipo de abuso sexual por parte de su padre. Ante psicólogos, reiteró que el argumento de su relato fue extraído de una serie de ficción en streaming. Además, explicó que eligió ese tema porque no encontraba un hecho propio que considerara lo suficientemente relevante para la consigna.
Pese a la declaración de la adolescente y a la ausencia de pruebas directas, la causa sigue vigente y el padre continúa privado de su libertad. El abogado defensor, Gabriel Rivero Dubil, afirmó que el trabajo que originó la denuncia nunca llegó a formar parte del expediente judicial. “No se encontró ningún registro escolar, médico ni acta oficial que corrobore la narración de la nena”, señaló Dubil ante consultas, destacando la falta de documentación en el proceso.
Respecto a los informes profesionales, el defensor sostuvo que los psicólogos no hallaron indicadores compatibles con una experiencia traumática reciente. “Todo indica que lo relatado no fue vivido, sino reproducido”, insistió Dubil.
“La profesora tampoco presentó el trabajo práctico, nunca apareció la supuesta prueba”, comentó la madre de la adolescente en diálogo con el diario El Territorio. La mujer agregó que su hija mantiene la misma versión: “Mi hija asegura que el padre nunca la tocó”. También pidió que se considere la liberación de su esposo, quien enfrenta diversos problemas de salud a raíz de su prolongada detención.
En cuanto al procedimiento, tanto la familia como la defensa evitan reproches dirigidos a los docentes involucrados en el caso. “No cuestiono el accionar de la escuela, aplicaron el protocolo informado”, precisó Dubil, aunque enfatizó que “acá hay una enorme confusión que debe ser reparada”. El contexto familiar, atravesado por el dolor y la incertidumbre, se mezcla con los reclamos de los diez hijos del hombre detenido y el estado de salud cada vez más complicado del padre.
Para el entorno del acusado, el caso alcanzó una dimensión inesperada, pasando de una consigna literaria escolar a una investigación judicial por presunto abuso sexual agravado. El juez, por el momento, no concedió el pedido de excarcelación solicitado por la defensa. El proceso se mantiene en curso sin registro de pruebas médicas, escolares ni testimonios que fundamenten el relato descrito en el trabajo escolar. La familia insiste en la inocencia del padre y pide una pronta resolución, mientras la incertidumbre sigue marcando el día a día en Oberá.