Durante la filmación de la escena final de Adolescence, Stephen Graham se encontró con una sorpresa emocional: al entrar en la habitación de su hijo en la ficción, el equipo de producción y su esposa, Hannah Walters, habían colocado fotografías familiares y notas escritas por sus hijos reales que decían “Te queremos, papá” y “Estamos muy orgullosos de ti”. Este gesto inesperado provocó que el actor, quien interpretaba a Eddie, no pudiera contener las lágrimas, dando lugar a un desenlace profundamente emotivo para la serie que ha conquistado a la audiencia global de Netflix.
En diálogo con Variety, el creador, coguionista y protagonista de Adolescence habló de cómo la relación con sus hijos, Grace y Alfie, influyó en la construcción emocional del personaje. “Les digo todos los días cuánto los quiero”, compartió Graham, recordando una anécdota en la que el amigo de su hijo Alfie se conmovió al presenciar una muestra de afecto entre padre e hijo, algo que él nunca había experimentado en su propio hogar. Esta vivencia personal se trasladó a la serie, donde Eddie, a diferencia de Graham, nunca abraza ni toca a su hijo hasta después de una escena clave: el registro policial.
La secuencia en la que Jamie, el hijo de Eddie, es sometido a un cacheo por parte de la policía, fue especialmente significativa para Graham.El guionista Jack Thorne diseñó la escena para que la cámara permaneciera fija en el rostro de Graham, permitiendo que la expresión del actor transmitiera la complejidad emocional del momento. “Jack dijo que mi cara puede contar mil palabras”, explicó Graham, quien además reveló que su propio hijo estuvo presente en el set ese día, lo que intensificó su interpretación. “Él me dio la fuerza para atravesar toda esa escena”, confesó el actor, conteniendo las lágrimas al recordar el momento.
“Algunas personas parecen seguir sus propios planes y desvirtúan el origen de la historia. Intentaron hacerla sobre la raza. Nunca se trató de la raza”, dice. “Se trataba simplemente de una familia normal que tuvo una experiencia horrible. Este chico que, a todos los efectos, provenía de un entorno normal… ¿qué lo impulsó a cometer este acto tremendo? Era una historia con la que la gente podía identificarse; podría haber sido tu vecino de al lado. Podría haber sido el hijo de tu hermana. Podría haber sido el hermano de tu amigo. Podría haber sido tu hijo. Así que había esa esencia de empatía. Pero nunca se trató de la raza en absoluto”, dijo Graham en diálogo con la periodista Emily Longeretta.
El éxito de Adolescence es arrollador: se ha convertido en un fenómeno internacional al liderar el Top 10 de Netflix en los 93 países donde la plataforma publica este ranking. La producción, que consta de cuatro episodios rodados en plano secuencia, narra la historia de un padre de clase trabajadora en Inglaterra cuyo hijo adolescente es arrestado por el asesinato de una compañera de clase. El impacto de la serie ha superado todas las expectativas de su equipo, quienes originalmente concibieron el proyecto como una historia británica íntima y sin pretensiones de trascender fronteras.
La producción de la serie se caracterizó por un ambiente de camaradería y apoyo, especialmente hacia los actores más jóvenes. Graham mencionó que se instaló una carpa para que los niños pudieran jugar a las cartas, practicar fútbol y convivir fuera del set, lo que fortaleció los lazos entre el elenco y dificultó la despedida al concluir el rodaje. El último día de filmación, el equipo decidió realizar una “toma de libertad” tras haber conseguido una versión satisfactoria del episodio final. Fue en esa toma donde, según Graham, “la energía fue diferente, era palpable”, y se logró capturar la autenticidad emocional que buscaban.
El éxito de la serie ha generado especulaciones sobre una posible segunda temporada. Según reportó Variety, menos de un mes antes de la entrevista con Graham, surgieron titulares que aseguraban que Netflix y los productores estaban “en conversaciones” para continuar la historia. Graham confirmó que “todavía es una posibilidad”, aunque reconoció que alcanzar el mismo nivel de impacto sería poco común. “Eso ocurre una vez en la vida. Hemos conectado directamente con el espíritu de la época. ¿Número uno en Brasil? ¿Número uno en Arabia Saudita?”, reflexionó el actor sobre la magnitud del fenómeno.
En caso de que se concrete una segunda temporada, Graham expresó su interés en explorar una historia completamente diferente, probablemente centrada en otra familia. Cuando se le propuso la idea de abordar la perspectiva de la familia de Katie, la joven asesinada en la serie, Graham explicó que nunca consideraron ese enfoque debido al formato narrativo que él y Jack Thorne habían desarrollado. “Si fuéramos un drama convencional, veríamos el punto de vista de la familia de Katie y las secuelas para ellos. Pero sentí que eso ya lo hemos visto muchas veces. No habíamos visto este lado”, argumentó el actor y creador.
El impacto de la serie se refleja en sus cifras: más de 100 millones de visualizaciones en Netflix desde su estreno. Este alcance global sorprendió tanto al equipo creativo como a la propia plataforma, que no anticipaban que una historia local pudiera resonar con audiencias tan diversas. Graham atribuyó este éxito a la autenticidad y el respeto con que se abordó la narrativa, así como al amor y la dedicación invertidos en el proyecto.
La experiencia de rodar Adolescence dejó una huella profunda en Stephen Graham, quien valoró especialmente el trabajo en equipo y la atmósfera de colaboración que se vivió en el set. “Adoro al equipo. Sin ellos, no existimos”, afirmó el actor, subrayando la importancia de la comunidad en la creación artística. La serie, que comenzó como un relato íntimo sobre la familia y la pérdida, se ha transformado en un fenómeno cultural que ha abierto nuevas conversaciones sobre la empatía, la paternidad y la complejidad de la adolescencia en la sociedad contemporánea.