Una confesión de Stephanie Demner sobre su pasado amoroso ha generado interés entre sus seguidores y el público. Durante una entrevista en Resumidos Mano a Mano, con Nico Barral, la modelo e influencer relató una anécdota que, según sus palabras, la llevó a considerarse “una tóxica”. Demner contó que, en una relación anterior, llenó el departamento de su expareja con cal y arena y publicó un mensaje en Facebook dirigido a las mujeres que él frecuentaba, como reacción a actitudes que le generaban desconfianza.

En el diálogo con Nico Barral, Demner explicó que la desconfianza surgía ante gestos cotidianos, como cuando su pareja colocaba el teléfono móvil de lado. “Uno se vuelve tóxico. Es como que no desconfiás, pero si la otra persona te pone el celular de lado, decís: ‘¿Qué tenés que esconder?’”, relató la modelo en la entrevista. Luego, detalló el episodio: “Una vez le llené a una expareja todo el departamento de cal y arena. Toda la cama, toda la habitación, todo. Y le puse un muy lindo estado en Facebook, dedicado a todas las chicas que tenía ahí. Pero cero tóxica”, ironizó, reconociendo en retrospectiva el carácter extremo de su reacción.

La autocrítica y el sentido del humor marcaron el tono de la conversación. Demner admitió que, en ese momento, en que salía de after con Di Caprio y Rihanna, por entonces pareja, había cosas que “me hacían desconfiar y yo me volví una tóxica loca”, reconoció en otro pasaje de la entrevista, donde también hizo referencia a otras experiencias personales y a la intensidad con la que vivió sus relaciones pasadas.

Demner, su esposo Guido Pella y la hija de ambos, Arianne

La vida actual de Stephanie Demner es muy diferente. La modelo está casada con el extenista Guido Pella y juntos son padres de una hija llamada Arianna. Ambos fueron protagonistas de una de las bodas más glamorosas de 2024. Fueron dos celebraciones. Primero, el 13 de diciembre, la pareja organizó una ceremonia diurna en un salón del barrio de Devoto, donde compartieron un brindis con sus allegados en un ambiente distendido. El código de vestimenta para la boda civil fue el blanco y así lucieron todos los invitados con sus mejores atuendos. Sin embargo, quien se llevó todas las miradas fue la influencer, con un atuendo de novia fiel a su estilo: eligió un vestido corto blanco ajustado al cuerpo, de estilo minimalista, con tirantes finos y escote pronunciado.

La segunda fiesta, el 20 de ese mismo mes, en los salones del Faena, recibieron a 250 invitados, incluyendo a Cande Ruggeri, Julieta Puente, Valentina Salezzi y Lizardo Ponce.

Un mes antes de su boda, la influencer compartió un glamoroso viaje junto a Carolina Pampita Ardohain, Jimena Barón, Zaira Nara y Juli Poggio por Tailandia. Durante su estadía, aprovecharon para sumergirse dentro de la cultura del pais del sudeste asiático. En ese marco, se dividieron en dos grupos y salieron a explorar uno de los lugares religiosos más emblemáticos de la ciudad: el templo Wat Pho, hogar del majestuoso Buda Reclinado.

Más allá de su faceta mediática, Demner ha atravesado distintos desafíos personales y profesionales. En su charla en Resumidos con Nico Barral, se describió como una persona multifacética, capaz de afrontar situaciones diversas y de reinventarse. “No hay nada que no haya hecho en mi vida”, afirmó, mencionando desde su cinturón negro de taekwondo hasta su experiencia en el modelaje y el mundo digital. En sus entrevistas, Demner siempre se destaca por su apertura para hablar de temas personales, como la presión de la industria, lo que la ha convertido en una voz reconocida dentro y fuera de las redes sociales.

En la actualidad, Demner afirma haber encontrado una nueva forma de vivir el amor y la exposición pública. Su historia, marcada por la autocrítica y la evolución personal, refleja el recorrido de una de las primeras influencers argentinas, que hoy se reconoce plena en su vida familiar y profesional.