La medida del BCRA comenzó a regir a partir de este lunes para no alterar los contratos que liquidaron hasta el viernes 31 de mayo de 2024.

De manera sorpresiva, el Banco Nación comunicó su renuncia a Abappra, la institución que nuclea a las entidades financieras estatales y que referencia a la banca pública en el país.

Ayer, el Nación notificó formalmente a Abappra de la decisión tomada a través de una resolución de su Directorio, con una nota en la que se asegura que se “dispuso la renuncia del Banco de la Nación a la Asociación de Bancos Públicos y Privados de la República Argentina (Abappra), a partir del mes de mayo de 2025″. Voceros del Nación confirmaron la decisión pero se negaron a brindar cualquier información sobre las razones que la motivaron. Tampoco hubo una comunicación oficial al respecto.

La noticia cayó como un balde de agua fría en Abappra. De hecho, el titular del Nación, Daniel Tillard, es también presidente de Abappra, tal como marca una tradición de muchos años. Dado que se trata del banco más importante del país, que siempre mantiene una postura política oficialista frente a los distintos gobiernos, quien preside el Nación también lo hace con la entidad que agrupa a los bancos públicos.

El próximo 28 de mayo se celebrará el congreso anual de Abappra, que no incluirá la renovación de autoridades: Tillard tiene mandato hasta 2026, aunque se entiende que dejará su puesto ante la salida del Nación de la Asociación.

La nota de renuncia del Banco Nación

El sistema financiero tomó la noticia de la intempestiva decisión con cierto asombro. Y ante el hermetismo del Nación, aparecieron las conjeturas. Una de ellas apunta a lo meramente partidario, entendiendo que la gestión libertaria no quiere compartir una entidad con el Banco Provincia y el Banco Ciudad, vinculados al peronismo y al PRO, respectivamente. Sus presidentes, Juan Cuattromo y Guillermo Laje, son vicepresidentes de Abappra.

El Nación fue transformado en Sociedad Anónima en febrero pasado mediante un decreto del Presidente Javier Milei, como paso previo a la apertura al capital privado que todavía tiene mucho camino por recorrer, ya que requiere de una aprobación del Congreso. El 100% de su capital sigue siendo del Estado Nacional. Renunciar a Abappra como primera señal hacia una futura incorporación de accionistas privados tampoco luce como una explicación.

La nueva condición de S.A. del Nación (hasta hace poco era un ente autárquico) tampoco le impide participar en Abappra. La entidad congrega a muchos bancos provinciales que revisten la condición de Sociedad Anónima. Entre ellos, el Banco de Córdoba (Bancor), que se transformó en S.A. en 2004 justamente bajo la presidencia de Daniel Tillard.

Daniel Tillard, presidente del Banco Nación y de Abappra, la asociación a la que el BNA renunció

Por el lado de la agenda de coyuntura de Abappra tampoco parece haber grandes diferencias con el Nación. Un tema central para el principal banco del país (y un mandato del Gobierno) es la pelea con los intendentes y gobernadores que se exceden en el cobro de tasas municipales e Ingresos Brutos. Abappra, al igual que el resto del sistema financiero, nunca dejó de empujar el tema y encaró un relevamiento de los distritos con mayor carga tributaria.

Por fuera de la banca pública, la representación de las entidades financieras se reparte en otras tres asociaciones: ADEBA, que reúne a los bancos privados de capital nacional; ABA, que lo hace con los bancos de capital extranjero, y ABE, que representa a la banca especializada.

El diseño legal del plan de transformación del Banco Nación fue encargado por el Gobierno al estudio de Horacio Liendo, ex integrante del equipo económico de Domingo Cavallo en los años ’90. Tras el decreto de febrero, según trascendió, la idea oficial consiste en que una parte del capital del Nación cotice en la Bolsa de Nueva York, tal como lo hizo en su momento el Banco do Brasil, y en la Bolsa porteña, en un futuro más lejano. Todo ese futuro para el Banco más grande de la Argentina aparece como algo lejano sin tener apoyo del Congreso para modificar por ley su Carta Orgánica.