Solo el 16% de los jóvenes argentinos de entre 18 y 35 años aspira a un trabajo en relación de dependencia, según una encuesta. Este dato, que refleja un cambio profundo en la percepción del empleo formal, fue el punto de partida de un análisis en Infobae En Vivo, sobre las causas y consecuencias de este fenómeno que desafía los paradigmas tradicionales del mercado laboral en Argentina.
“La percepción del empleo cambió radicalmente. Hoy la mayoría de los jóvenes apuesta tanto al empleo formal como al trabajo independiente y la realización de proyectos propios; la relación de dependencia dejó de ser el objetivo central”, detalló Cecilia Boufflet, periodista especializada en economía, citando una investigación reciente.
En este contexto, los periodistas de Infobae En Vivo profundizaron sobre los resultados de una amplia encuesta de la consultora Reyes Filadoro, revelando las tensiones actuales entre los jóvenes y el mercado laboral, así como las razones detrás de la baja valoración del trabajo estable tradicional. Según Boufflet, se vive una transformación motivada por factores económicos, culturales y de expectativas personales sin precedentes en la Argentina contemporánea.
La periodista explicó que llamó su atención una estadística puntual: apenas el 16% de los jóvenes de 18 a 35 años declara querer un trabajo en relación de dependencia, una cifra que resulta casi impensada para el imaginario de generaciones pasadas. “Era el sueño de nuestra generación y, sobre todo, de la anterior. Ahora, la mitad de quienes buscan empleo consideran que la educación formal no los preparó para trabajar, y eso los deja fuera del sistema”, agregó. La encuesta de Reyes Filadoro, da cuenta de un fenómeno profundo: la transformación del “deseo laboral” clásico hacia otras formas de desempeño.
Para Boufflet, el 24% de los jóvenes varones está desocupado, mientras en el caso de las mujeres la cifra asciende al 33%. Y aún entre quienes mantienen empleo, persiste la insatisfacción especialmente entre las mujeres: “Más de la mitad de las jóvenes empleadas están insatisfechas con su trabajo, mientras que en los hombres la mayoría está conforme”, explicó, subrayando otra de las tensiones actuales.

La multiplicidad de formas de empleo –de lo formal a lo autónomo– también surge en el estudio. Remarcó que el trabajo ideal para los jóvenes se divide entre el empleo formal “en blanco” y el trabajo autónomo o emprendedor, ambos elegidos por un 30% de los encuestados. “Tener un proyecto propio hoy compite a la par con el trabajo estable y formal, cuando hasta hace dos décadas la única meta era quedar efectivo y tener estabilidad”, añadió.
Otra problemática que analizaron fue el alto nivel de rotación y la baja identificación de los jóvenes con las empresas. Crivelli opinó: “Hoy, los chicos jóvenes cambian de trabajo todo el tiempo, tienen menos identificación con la empresa. Antes uno trataba de progresar dentro del mismo lugar, ponerse la camiseta. Hoy se identifican más con sí mismos, con sus metas y objetivos. Si no la pasan bien en el trabajo, renuncian o buscan otro empleo”. Esta perspectiva, compartida en diálogo con Infobae en Vivo, marca uno de los cambios más notables con relación al empleo tradicional: la prioridad por el bienestar y las experiencias por encima de la lealtad organizacional.
Indart recordó cómo en 2009, al lograr un puesto en un medio nacional, la comparación con la generación anterior era inevitable: “Antes uno podía vivir únicamente del sueldo de periodista; ya en mi generación era necesario sumar varios empleos y seguir estudiando”. Tal precarización, analizó la periodista Lucía Crivelli, acentúa el desinterés por “ponerse la camiseta” de una única empresa y el deseo de buscar nuevas opciones.

Las discusiones sobre aspiraciones económicas también estuvieron presentes durante el programa. “El sueldo ya no alcanza y eso desmotiva a los jóvenes a priorizar la estabilidad por sobre lo que les apasiona. Muchos rotan para intentar ganar mejor o no se comprometen si igual no pueden proyectar independencia”, apuntó.
Boufflet agregó que la ruptura económica de los últimos 15 a 20 años ejerce un peso clave. “Hoy ningún joven que empiece a trabajar asume que, con seis meses de sueldo, puede acceder a un crédito hipotecario. No se le ofrece la estabilidad de antes. Eso redefine el valor y el significado del empleo formal”.
Otro dato que alinearon fue la transformación de los objetivos laborales con la llegada de los nuevos paradigmas. Crivelli recordó que hace 20 o 30 años el anhelo era “efectivo en una empresa”, sentir el amparo organizacional y soñar con una jubilación segura: “Ahora, ni la relación de dependencia asegura un sueldo digno ni la posibilidad de independizarse, ¿para qué querrían los jóvenes esa modalidad si no les resuelve nada?”, cuestionó, quien también subrayó que existe un marcado cambio de valores e identidad profesional.
El equipo periodístico también hizo foco en la cuestión de género y el efecto de la pandemia. Según Lucía Crivelli, las mujeres jóvenes están aún más expuestas a la precarización y al desempleo: “La pandemia hizo que muchas quedaran sin trabajo. Hubo más impacto en mujeres que en hombres, lo que profundiza aún más la brecha y crea expectativas diferentes frente al mercado de trabajo”, enfatizó.
Boufflet coincidió en la necesidad de un nuevo marco flexible que promueva la formalización y amplíe opciones laborales: “Definitivamente necesitamos un marco mucho más flexible para que estén formalizados todos adentro, con más opciones”, sostuvo, resumiendo la síntesis de un debate que sigue abierto.
Infobae en Vivo te acompaña cada día en YouTube con entrevistas, análisis y la información más destacada, en un formato cercano y dinámico.
• De 9 a 12: Gonzalo Sánchez, Maru Duffard, Cecilia Boufflet y Ramón Indart.
• De 18 a 21: Jesica Bossi, Diego Iglesias, Virginia Porcella y Federico Mayol.
Actualidad, charlas y protagonistas, en vivo. Seguinos en nuestro canal de YouTube @infobae.