Las autoridades religiosas de Siria prohíben los asesinatos por honor y el resto de ejecuciones extrajudiciales

Las autoridades religiosas de Siria han anunciado este viernes la prohibición de los llamados crímenes de honor y de todas las formas de ejecuciones extrajudiciales en el país. La medida, celebrada por Estados Unidos, es vista como un paso significativo hacia la consolidación del Estado de derecho y el proceso de normalización democrática en la nación.

La orden fue emitida por el Consejo Supremo de Edictos Religiosos (o fatuas), que ha declarado inaceptable cualquier “agresión en represalia a delitos de sangre, contra la propiedad o contra el honor”. Según el comunicado, únicamente el poder judicial y las autoridades legalmente competentes están facultados para tratar estos asuntos, excluyendo así toda forma de “venganza individual”.

“Los oprimidos tienen derecho a exigir sus derechos por medios legítimos. Sin embargo, la obligación de obtenerlos debe recaer únicamente en el poder judicial, no mediante acciones individuales ni rumores, para preservar la inviolabilidad de la sangre y el honor y evitar el caos”, señala el edicto, citado por la agencia oficial siria SANA.

Los crímenes de honor son actos violentos —generalmente asesinatos— cometidos, en su mayoría, contra mujeres por miembros de su propia familia o comunidad, bajo la creencia de que han deshonrado al grupo familiar o violado normas sociales, religiosas o culturales relacionadas con la conducta sexual, el matrimonio, la obediencia o la apariencia.

Algunos de los ‘motivos’ más comúnmente alegados en los crímenes de honor incluyen la negativa de la víctima a contraer matrimonio con la persona elegida por su familia, haber cometido adulterio o mantener una relación sentimental que no contaba con la aprobación de sus familiares.

El crimen de honor consiste en el asesinato de una persona acusada de dañar el honor o la reputación de su familia, generalmente por motivos relacionados con la conducta personal o sexual

El Consejo también ha instado a acelerar los procesos contra jueces corruptos que, según afirma, actuaron como instrumentos de represión al servicio del anterior régimen del ex presidente Bashar al Assad, derrocado a finales del año pasado.

Al Assad huyó del país tras una ofensiva relámpago encabezada por el extinto grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS). Su ex líder, Ahmed al Shara, ocupa ahora la presidencia de Siria, en un gobierno que ha prometido integración, paz y justicia democrática.

Una de las primeras reacciones internacionales ha venido del enviado especial de Estados Unidos para Siria, Tom Barrack, quien expresó su respaldo a la iniciativa. “Son grandes primeros pasos para un nuevo Gobierno sirio, en su avance hacia una nueva Siria”, escribió en su cuenta de la red social X. Barrack también se desempeña como embajador estadounidense en Turquía.

(Con información de Europa Press)