Al-Sharaa, quien ha buscado acercamiento con gobiernos occidentales, mostró disposición a facilitar las actividades necesarias de la OIEA (REUTERS/Khalil Ashawi/File Photo)

La administración de Ahmad al-Sharaa, nuevo presidente de Siria, ha permitido la entrada de inspectores del organismo internacional de vigilancia nuclear de la ONU a instalaciones anteriormente sospechadas de tener propósitos nucleares. En una entrevista exclusiva con la Associated Press, el director general de la OIEA, Rafael Mariano Grossi, destacó la apertura del gobierno de Sharaa a la cooperación internacional. Grossi y su equipo han estado trabajando para esclarecer actividades del pasado que podrían estar relacionadas con armas nucleares, con la expectativa de completar el proceso de inspección en los próximos meses.

Este desarrollo ocurre tras la visita de un equipo de la OIEA en 2024, cuando Bashar Al-Assad aún estaba en el poder. Desde su caída en diciembre, la agencia ha buscado restaurar el acceso a sitios asociados con el programa nuclear sirio, incluido un reactor nuclear destruido por un ataque aéreo israelí en 2007. Este reactor, situado en la provincia de Deir el-Zour, levantó preocupaciones sobre el potencial de producción de plutonio para armas nucleares, en lugar de energía eléctrica.

La OIEA desea retornar al sitio en Deir el-Zour y a otras ubicaciones relacionadas, como el reactor de fuente de neutrones en Damasco y otra instalación en Homs. No hay indicios de liberación de radiación, pero Grossi advirtió sobre el riesgo de uranio enriquecido oculto que podría ser traficado o reutilizado. Al-Sharaa, quien ha buscado acercamiento con gobiernos occidentales, mostró disposición a facilitar las actividades necesarias de la OIEA.

Además del tema nuclear, Grossi indicó la intención de colaborar en la mejora de infraestructura médica en Siria, gravemente afectada por 14 años de guerra civil. Esto incluye el suministro de equipos para medicina nuclear y el fortalecimiento del sistema de atención oncológica.

Rafael Mariano Grossi, director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica, habla a reporteros durante un seminario de la agencia en Viena, Austria, el 28 de mayo de 2025 (AP Foto/Jon Gambrell)

Mientras tanto, el contexto regional se complica con las recientes hostilidades entre Siria e Israel. Tras el lanzamiento de proyectiles desde Siria, Israel llevó a cabo bombardeos en respuesta, actos condenados por el Ministro de Relaciones Exteriores sirio, Asaad al-Shaibani, como intentos de desestabilización. Según informes, se trató del primer lanzamiento de proyectiles desde Siria posterior a la caída de Assad, atribuido a grupos que niegan el involucramiento oficial del gobierno.

Las acciones israelíes alcanzaron áreas donde se cree que el gobierno sirio guarda armamento. Israel responsabiliza a Siria por cualquier agresión y considera al nuevo liderazgo como jihadista, a la vez que lleva a cabo numerosas operaciones soldados para detener el flujo de armas avanzadas hacia las nuevas autoridades de Damasco. Grupos llamados “Brigadas Mártir Mohammed al-Deif” y “Frente de Resistencia Islámica en Siria” asumieron responsabilidad por los disparos hacia Israel, aumentando la complejidad del conflicto en curso.

A pesar de las tensiones, al-Sharaa indicó que Siria no busca conflicto, sino reconstrucción, pidiendo presión internacional para frenar las acciones israelíes. Analistas como Bassam al-Suleiman sugieren que Irán y sus milicias, antiguos aliados de Assad, podrían beneficiarse de la escalada, en contraste con el interés israelí de mantener una Siria debilitada.

Con un historial de guerra entre ambos países desde 1948, existe poco optimismo para una normalización inminente, aunque se han barajado acuerdos, como sugirió el enviado especial de Estados Unidos para Siria, Thomas Barrack, durante su visita reciente a Damasco.

(Con información de AP y AFP)