Con la seguridad en cruces viales e intersecciones comprometida, el último ajuste al código nacional de tránsito endureció la sanciones contra actores viales que decidan ignorar la señal de pare en carreteras de Colombia.
Y es que, según reportan las autoridades de tránsito, es una de las señales que más suelen pasarse por alto, pese a su potencial para evitar accidentes que, en el primer trimestre del 2025, fueron cinco mil.
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A quienes decidan ignorarla, de ahora en adelante, les será impuesta una infracción de tipo D, que conlleva el pago de una multa cercana al millón de pesos, una mancha en el historial que podría dificultar los trámites con aseguradoras y la acumulación de puntos, que restan vigencia al carnet de conducción.
En concreto y de acuerdo con los artículos 135 y 136 del Código Nacional de Tránsito, la multa de tipo D04 será de 1.207.762 COP por “no detenerse ante una luz roja o amarilla de semáforo, una señal de ‘PARE’ o un semáforo intermitente en rojo”.
Además, “en el caso de motocicletas se procederá a su inmovilización hasta tanto no se pague el valor de la multa o la autoridad competente decida sobre su imposición en los términos de los artículos” citados.
¿Cuáles son las infracciones de mayor valor en el país?
El tráfico continúa siendo uno de los principales desafíos para los bogotanos, agravado por el aumento en la cantidad de infracciones de tránsito registradas en la ciudad. Según cifras oficiales de la Secretaría Distrital de Movilidad, en mayo del 2023 se reportó un promedio de 2.953 comparendos diarios, un incremento significativo en comparación con los 1.300 que se imponían diariamente en 2022.
De acuerdo con un informe del Concejo de Bogotá, la infracción más común sigue siendo exceder los límites de velocidad permitidos. Desde enero de 2023 y hasta mediados del 2024 se emitieron más de 900.000 comparendos por esta causa. Sin embargo, estas multas no son las más costosas dentro del sistema de sanciones de tránsito. Según el Código de Policía y Convivencia, las multas más severas, clasificadas como tipo E, pueden superar los 55 millones de pesos, dependiendo de la gravedad de la infracción cometida.
Entre las infracciones sancionadas con multas tipo E se encuentran acciones como suministrar combustible a vehículos que transporten sustancias peligrosas, tales como explosivos, materiales tóxicos, radiactivos o combustibles, así como conducir en estado de embriaguez con grado 3 y reincidir por tercera vez. Estas sanciones buscan penalizar comportamientos que representan un alto riesgo para la seguridad vial y la integridad de los ciudadanos.
El impacto económico de estas multas es considerable, ya que puede representar una carga significativa para los infractores. Además, el aumento en el número de comparendos refleja un esfuerzo por parte de las autoridades para reforzar el cumplimiento de las normas de tránsito en una ciudad donde el tráfico es una de las principales fuentes de estrés para sus habitantes.
La implementación de las “cámaras salvavidas” ha sido clave en este proceso, ya que permiten detectar infracciones de manera automática y en tiempo real. Estas cámaras están ubicadas en puntos estratégicos de la ciudad, lo que facilita la identificación de conductores que exceden los límites de velocidad o cometen otras faltas. Aunque esta medida ha generado críticas por parte de algunos sectores, las autoridades defienden su eficacia como herramienta para reducir accidentes y mejorar la seguridad vial.
En este contexto, el aumento en el número de comparendos también podría traducirse en un incremento en los ingresos por concepto de multas, lo que podría destinarse a mejorar la infraestructura vial y otros aspectos relacionados con la movilidad en Bogotá. Sin embargo, el desafío principal sigue siendo fomentar una cultura de respeto por las normas de tránsito entre los conductores, con el objetivo de reducir las infracciones y, en consecuencia, los accidentes en las vías de la ciudad.