El kiwi es una baya originaria de China que, tras introducirse en Nueva Zelanda a inicios del siglo pasado, adquirió gran notoriedad entre sus habitantes. Fue allí donde recibió el nombre de “kiwi” en honor a un ave nativa de ese país con la que comparte cierto parecido físico, según detalla el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) de México.
Miembro del género Actinidia, este fruto que cuenta con alrededor de 60 especies crece en enredaderas leñosas en climas templados y aunque China es el principal productor mundial, con el 50% de la oferta global, otros países como Italia, Nueva Zelanda, Irán, Grecia y Chile también contribuyen significativamente a su producción. En México, por ejemplo, el kiwi que se consume es importado, lo que explica su precio elevado en comparación con otras frutas.
También conocida como grosella espinosa china, muchas personas desconocen que la piel de esta fruta es comestible y aporta múltiples beneficios para la salud dado que es donde se encuentra la mayor cantidad de compuestos positivos, por lo que su consumo es una opción nutritiva para quienes buscan aprovechar al máximo este alimento sin desperdiciar nada.
Cuáles son los beneficios de consumir la piel del kiwi
Alexandra Kazaks, consultora en ciencias de la nutrición e investigación sanitaria, citada por National Geographic, indica que la piel del kiwi “tiene el doble de fibra que el interior”, además, contiene más folato y vitamina E que la pulpa, razón por la que algunos expertos recomiendan lavarlo bien y comerlo sin pelar, o bien cortarlo en rodajas para añadirlo a ensaladas o batidos. Al respecto, Salge Blake, especialista en nutrición citada por el mismo medio, sugiere que “si lo cortas en rodajas, comerás más carne que piel”, lo que hará que su textura sea más agradable.
Desde una perspectiva médica, el centro médico académico Cleveland Clinic también respalda el consumo de la piel del kiwi, señalando que incrementa su valor nutricional. En este contexto, la dietista Gillian Culbertson, explica que todas las especies de kiwi poseen piel comestible, sin embargo, su textura y consistencia varían dependiendo de ello.
La especialista detalla en el portal de la institución médica mencionada que existen dos variedades principales de kiwi que se consumen habitualmente: el kiwi verde, de nombre científico Actinidia deliciosa, y el kiwi dorado. El primero tiene una piel peluda que puede resultar poco agradable para algunos, mientras que el segundo, de sabor más tropical, cuenta con una piel lisa y sin pelusa, lo que lo hace más fácil de consumir entero. Según Culbertson, aunque ambos son ideales para la dieta, el kiwi dorado contiene más vitamina C que el verde, con hasta 161 miligramos frente a los 85-150 miligramos del kiwi verde.
Uno de los principales beneficios de comer kiwi con piel es su alto contenido de fibra, la cual es esencial para una buena digestión, ya que ayuda a reducir la hinchazón y facilita la evacuación intestinal. Según Culbertson, comer el kiwi con piel aumenta su contenido de fibra en un 50% más que si se consume pelado.
Un kiwi verde con piel contiene 3.5 gramos de fibra, mientras que el dorado ofrece aproximadamente 3 gramos, además, contiene tres veces más antioxidantes que la pulpa, los cuales ayudan a combatir los radicales libres, moléculas que pueden dañar las células, así como combatir el envejecimiento prematuro y enfermedades crónicas.
Entre los antioxidantes presentes en la piel del kiwi destacan, como ya se mencionó, la vitamina E, la vitamina C y los polifenoles. Dejar la piel de los amarillos, por ejemplo, incrementa su contenido de vitamina E en un 32%, lo cual es clave para fortalecer el sistema inmunológico y proteger al cuerpo de infecciones. En cuanto a la vitamina C, su presencia varía según el tipo de kiwi, pues de acuerdo con un estudio citado por Culbertson, la variedad amarilla contienen alrededor de 161 mg, mientras que los verdes varían entre 85 y 150 mg. Los polifenoles, por su parte, son antioxidantes que ayudan a combatir la inflamación, y hasta el 30% de ellos en el kiwi provienen de su piel.
De igual manera es una excelente fuente de folato, conocido como vitamina B9, un nutriente fundamental para transformar carbohidratos en energía y para el buen funcionamiento del sistema nervioso, además, es esencial para la salud del hígado, la piel, el cabello y los ojos.
Por otro lado, Culbertson destaca que el folato es especialmente importante para las mujeres embarazadas, ya que una deficiencia puede llevar a complicaciones como defectos congénitos y anemia.
¿Todos pueden comer la piel del kiwi?
Aunque otorga muchos beneficios positivos, la especialista advierte que quienes tienen antecedentes de cálculos renales deben evitarla debido a su alto contenido de oxalatos, es decir, compuestos naturales presentes en varios alimentos vegetales, como las espinacas y los frutos secos. Aunque el cuerpo los elimina mediante la orina, en personas sensibles pueden combinarse con el calcio y formar cristales que se alojan en los riñones o articulaciones, lo cual puede desencadenar condiciones dolorosas como gota.
Para quienes deseen incorporar la piel del kiwi en su dieta, existen varias recomendaciones. En primer lugar, optar por la variedad dorada puede ser la mejor opción, ya que su piel es más suave y menos peluda que la del kiwi verde. También es posible eliminar parte de la pelusa lavando la fruta con un cepillo de cerdas suaves o una toalla de cocina. Otra alternativa es cortar el kiwi en rodajas o dados, lo que facilita su consumo con piel, o añadirlo entero a un batido, donde la licuadora se encargará de triturar la piel en trozos pequeños.