Sobre el acusado pesaba un pedido de captura activo

Después de que una mujer, llamada Norma Acosta, fuera detenida bajo la sospecha de haber organizado un tiroteo contra su propia casa en Rosario, este viernes se entregó uno de los sospechosos de haber participado de la planificación del ataque. Se espera que sea imputado en los próximos días.

Se trata de un hombre, identificado como Juan José “Jota Jota” Gómez, que fue señalado como uno de los organizadores del hecho. De acuerdo con fuentes oficiales, se presentó este viernes en la sede rosarina de Asuntos Internos de la Policía de Santa Fe, tras haberse emitido un pedido de captura en su contra.

De acuerdo con la información volcada en el expediente, Jota Jota habría sido el encargado de reclutar a los jóvenes que concretaron la balacera. “Se encarga de buscar pibes para ‘trabajos’”, señaló una declaración tomada en la causa sobre el hombre, que sería integrante de la barra de Newell’s Old Boys.

En línea con esto, el testigo aseguró que el hombre le habría enviado la dirección exacta a uno de los tiradores, junto con una captura de pantalla de Google Maps. “Acá nomás, es dentro de Tablada, yo voy, dale”, fue la respuesta que este le dio a la hora de cerrar el trato.

Se cree que habría sido el responsable de dar las indicaciones a los tiradores

De esta manera, las autoridades dispusieron que permanezca detenido hasta la audiencia imputativa que está prevista para el próximo miércoles. Incluso, se espera que en la misma se reúna junto con Acosta, quien también sería imputada por el mismo hecho.

La investigación sobre el ataque a tiros contra la vivienda dio un giro inesperado, luego de que la propia mujer, conocida por sus denuncias contra bandas vinculadas al narcotráfico y la corrupción policial, fuera detenida el jueves como presunta autora intelectual de un autoatentado.

El caso, que investiga el fiscal Pablo Socca del Ministerio Público de la Acusación (MPA), se inició tras el supuesto ataque a balazos ocurrido el 7 de mayo en la casa de Acosta, ubicada en Larguía al 3400, en el barrio Tablada. Según la información recabada por La Capital, la mujer había denunciado en febrero hechos de corrupción policial y, desde entonces, comenzó a recibir amenazas.

Fue así que a comienzos de mayo, sumó otra denuncia porque su domicilio había sido blanco de cinco disparos, lo que motivó una serie de allanamientos en la zona. No obstante, los elementos recabados derivaron en la posterior detención de la mujer por encargar el ataque.

Hasta el momento, la investigación de Socca permitió identificar a dos jóvenes como autores materiales: Nicolás R., de 18 años, e Ignacio Leonel N., de 17, este último puesto a disposición de la Justicia de Menores. De acuerdo con la acusación, Nicolás R. transportó en bicicleta al adolescente, quien efectuó los disparos contra la vivienda.

Después de que el joven fuera citado a declarar, él mismo confesó que le habían prometido 200.000 pesos por realizar el ataque. Sin embargo, en ese momento no se había determinado quién había financiado el hecho ni cuál era el móvil exacto.

Las sospechas iniciales apuntaban a que las denuncias de Acosta sobre corrupción policial podrían haber motivado el atentado. Sin embargo, con los nuevos elementos incorporados a la causa, provocaron que la mujer pasara de ser considerada víctima a enfrentar cargos como presunta instigadora del autoatentado.

No obstante, el avance de la investigación llevó al fiscal a detectar inconsistencias entre la versión de la víctima de una balacera y las pruebas recabadas. Mientras la mujer aseguraba que los agresores se movilizaban en un Volkswagen Voyage blanco, los registros fílmicos y testimoniales confirmaban la presencia de dos tiradores en bicicleta.

Las incongruencias derivaron en el allanamiento de su domicilio y el secuestro de su teléfono por la presunta comisión de falso testimonio. De acuerdo con la hipótesis central que maneja Socca en la causa, la mujer habría actuado con el objetivo de incriminar a ex jefes policiales actualmente investigados por el desvío de fondos asignados a la carga de combustible de los patrulleros.