Se desplomaron las tasas de plazos fijos y fondos comunes de inversión desde las elecciones. REUTERS/Tomás Cuesta

Desde el triunfo del gobierno de Javier Milei en las elecciones legislativas, las tasas de interés experimentaron una comprensión de hasta 30 puntos porcentuales. Pasada la incertidumbre electoral, que produjo volatilidad cambiaria y monetaria, el costo del endeudamiento para empresas se redujo, a la par de los rendimientos de plazos fijos y fondos comunes de inversión, que hoy oscilan entre 20% y 30% anual. Así, retrocedieron a niveles de julio, previos al desarme de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI) que ocasionó una disrupción en el mercado de pesos.

A partir de finales de octubre, el equipo económico adoptó una serie de medidas para aflojar el apretón monetario que había impuesto antes de los comicios de medio término. La flexibilización de encajes, una baja de las tasas en las últimas licitaciones de deuda en pesos y una inyección controlada de liquidez en el mercado permitió que los porcentajes se reduzcan de forma considerable. Además, las decisiones se acompañaron con un límite más bajo para que los fondos comunes destinen sus recursos a cauciones bursátiles, reduciendo del 30% al 20% el margen permitido. Esto los obliga a canalizar una mayor proporción de sus inversiones hacia el sistema financiero.

Un informe de la consultora Equilibra remarcó que el crédito en pesos se recuperó tras la distención cambiaria y financiera. “Producto de la elevada presión cambiaria/financiera, el crédito en pesos mostró en octubre la primera contracción real del año. El contundente triunfo del oficialismo en los comicios despejó las tensiones y el Gobierno aprovechó para aumentar la liquidez del sistema bancario -reducción de encajes y renovando menos del 100% de los vencimientos en Pesos del Tesoro en 2 de las 3 ruedas post elecciones-, para inducir la baja de tasas de interés en pesos”, señaló.

Al mismo tiempo, el reporte detalló que la dinámica se tradujo en una expansión en términos reales del crédito en pesos al sector privado de 0,3% mensual desestacionalizado a lo largo de noviembre. Bajo la perspectiva de Equilibra, el fenómeno se explica por la fuerte expansión de los préstamos en pesos a las firmas (+0,7% real desestacionalizado), producto del desplome de las tasas vinculadas (adelantos -3,8 p.p. TEM y documentos -1 p.p. TEM).

El crédito volvió a crecer en noviembre, tras la baja de tasas.

Por el contrario, el financiamiento en moneda nacional para las familias se mantuvo estancado ante la “ausencia de una reducción clara de las tasas vinculadas al consumo (personales -0,5 p.p. TEM y tarjetas +0,7 p.p. TEM) y el aumento en la morosidad, la cual alcanzó niveles récord en Septiembre (7,3%)”. “Esta última habría vuelto a los bancos más reacios a la hora de otorgar financiamiento a los hogares, quienes en noviembre incrementaron particularmente el gasto por tarjeta (+0,7% real desest.).Si en diciembre se mantiene la tendencia bajista de las tasas de interés en pesos, podría esperarse un repunte mayor al crédito en el último mes del año”, apunta el análisis.

Desde LCG anticiparon que, “en el corto plazo y ante la menor incertidumbre macroeconómica y las menos expectativas de devaluación, continúe el aumento de los depósitos en pesos y se aminore el incremento de los depósitos en dólares”. “La tasa de interés en pesos, si bien descomprimió bastante, seguramente se mantenga por arriba de las expectativas de depreciación. Para el mediano plazo, este dinamismo será muy dependiente de como evolucionen las tensiones cambiarias, por el momento anestesiadas”, sumaron.

Siguiendo esa línea argumental, los analistas de la consultora plantearon que las tasas activas de adelantos en pesos descomprimieron fuertemente en noviembre, encontrándose en niveles apenas por encima de la inflación interanual; mientras que las tasas de los préstamos personales se muestran “más rígidas”.

En cuanto a los rendimientos que pagan los plazos fijos, las tasas de referencia del Banco Central de la República Argentina (BCRA) exhibieron un descenso de hasta 30 puntos porcentuales. En efecto, la TAMAR, tasa mayorista para plazos fijos superiores $1.000 millones de pesos a 30 días, cayó de 58,50% desde fines de octubre hasta 26,63% al cierre de la primera semana de diciembre. Algo similar ocurrió con la BADLAR, promedio de tasas plazos fijos superiores a un millón de pesos a 30 o 35 días, que se redujo de 49,44% a 26% en el mismo período. Se trata de las cifras más bajas desde el desarme de las LEFI a mediados de julio y exhibe el comienzo de una normalización de las tasas.

Cómo evolucionaron las tasas de adelantos y créditos personales en los últimos meses.

Esto implica que los usuarios de bancos y de billeteras virtuales recibirán menores retornos por colocar sus fondos en plazos fijos tradicionales o Fondos Comunes de Inversión (FCI) de rescate inmediato. De hecho, una entidad bancaria de primera línea ya paga menos de 22% anual por colocaciones a plazo fijo.

“La TAMAR privada se ubicó por debajo del 30% TNA, valores que no se veían desde mediados de julio. La curva de tasa fija rindiendo 21% TNA promedio a 1 mes. La caución a 1 día a 20% TNA. La Lecap a 11 días 20% TNA. Hubo una fuerte compresión de tasas”, definió Salvador Vitelli, jefe de Research de la consultora Romano Group.

Más allá de que la reducción del costo del dinero es importante para la reactivación del crédito y, por ende, de la actividad económica, el Chief Investments Officer de Wise Capital, Ignacio Morales, expresó que las tasas de interés que ofrecen bancos, fondos money market, billeteras digitales y el propio mercado “siguieron desplomándose en las últimas semanas, encendiendo alertas sobre cómo podría reaccionar el dólar en diciembre”.

“En la práctica, esto implica que quienes mantienen colocaciones en moneda local pierden poder adquisitivo y, dependiendo del avance del tipo de cambio oficial, también podrían quedar descalzados en dólares”, concluyó el especialista en finanzas.