Un derrumbe en la zona costera de Las Grutas, en la provincia de Río Negro, encendió las alertas entre autoridades locales y turistas. El lunes, un importante desprendimiento de los acantilados, ubicado entre la bajada de Los Acantilados y la Rinconada, llevó a reforzar las recomendaciones de seguridad ante la proximidad de la temporada de playa.

El suceso fue presenciado por varios visitantes que se hallaban en las inmediaciones, aunque ninguno sufrió lesiones. El fenómeno, que tuvo lugar a unos 150 metros de las escaleras que conectan con el sector de playas, movilizó a las autoridades a reactivar las advertencias sobre posibles riesgos en la costa.

La primera evaluación de los equipos de emergencia situó el desmoronamiento en una franja donde no suelen instalarse los veraneantes, justo en el límite de los médanos que dominan el paisaje sobre el punto del incidente. Guardavidas y guardas ambientales desplazaron fuerzas hacia la zona con el objetivo de mantener la seguridad y tomaron medidas para evitar que tanto residentes como turistas se aproximen al borde o al pie de los escarpes. Según el medio local Informativo Hoy, los encargados del operativo advirtieron enfáticamente: no deben acercarse a los acantilados ni establecerse junto a ellos, respetando siempre los carteles de advertencia.

Los esfuerzos del municipio no se han limitado a advertencias. Los Bomberos, junto con otras dependencias, desarrollan tareas de identificación y remoción controlada en los puntos que presentan elementos de riesgo, especialmente en aquellos donde la concurrencia turística es masiva durante el verano. El objetivo es minimizar la posibilidad de nuevos desprendimientos en los lugares con mayor afluencia de visitantes.

Las autoridades locales realizan tareas de monitoreo constante en los sectores de mayor riesgo por desprendimiento en la costa de Las Grutas (Foto: Informativo Hoy)

El origen de este tipo de episodios se atribuye a procesos naturales de la dinámica costera, muchas veces acentuados por condiciones particulares. Varios especialistas han estudiado el fenómeno en la región. Federico Ignacio Isla, investigador superior del Conicet y presidente de la Red Latinoamericana de Erosión Costera, afirmó previamente a Diario Río Negro: “Los derrumbes son comunes. No tanto en Las Grutas porque los acantilados son bajos, pero en la zona de Bahía Creek o la Lobería, son más altos y ahí sí tenemos derrumbes muy grandes. Es un proceso natural”.

El reciente desprendimiento podría estar vinculado a las mareas extraordinarias ocurridas durante el fin de semana, fenómeno que habría debilitado algunas estructuras rocosas de la costa. Isla explicó que “se producen cada vez que hay viento persistente del sur que coincide con la pleamar, la marea alta”. El investigador recordó que en otras oportunidades, como en julio de 2009, se produjo una reducción significativa de arena en la playa, aunque aclaró que con el cambio de estación el arenal se recuperó. El especialista agregó: “El problema de Las Grutas es que está orientada hacia el sur y cuando se registran 18 horas con viento del sur, hay oleaje que, a la vez, si se da con pleamar, rompe contra la base de los acantilados”.

Entre las recomendaciones oficiales figura mantener una distancia prudente respecto de los escarpes, no asomarse desde la parte superior ni circular al pie de los mismos. Las recomendaciones de las autoridades incluyen prestar atención a los límites marcados por los guardavidas, respetar la cartelería instalada y alejarse de los sectores identificados como críticos.

La temporada estival suele incrementar la cantidad de personas en la zona costera y este tipo de eventos renueva la preocupación en los organismos locales. Las acciones de prevención actualmente desplegadas buscan evitar incidentes que lamentar ante el flujo de visitantes que elige Las Grutas en los meses de altas temperaturas. Los controles y monitoreos continuarán en los próximos días con participación conjunta de distintos organismos.