La crisis en Cuba sigue agravándose, no solo en lo político sino, principalmente, en lo económico y lo social.
En medio de los prolongados apagones que la isla vive a diario desde hace años, que han promediado unas 18 horas por jornada durante el último mes, la escasez de gas, necesario para cocinar, derivó en un inusual aumento de la demanda eléctrica, lo que llevó al sistema a colapsar incluso más rápido de lo que suele hacerlo.
El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, reconoció este viernes que la faltante de combustibles en la isla había disparado el requerimiento del servicio energético entre 200 y 250 megavatios, lo que aumentó el déficit de producción nacional.
Asimismo, denunció que ciertos sectores de la economía, especialmente en La Habana, estaban incumpliendo los planes de racionamiento energético.
A raíz de ello, el dictador Miguel Díaz-Canel informó que la demanda actual de electricidad supera los 3.500 megavatios en determinados momentos del día, es decir, unos 250 megavatios más de lo habitual y 1.935 megavatios por encima de la capacidad de la isla.
Cuba lleva años afrontando una crisis energética, derivada de la falta de infraestructura y mantenimiento, que ha provocado importantes protestas a nivel nacional y han afectado no solo a la cotidianeidad de las personas sino, también, a diversos sectores de la economía.
Cálculos independientes estiman que la isla necesitaría entre USD 8.000 millones y USD 10.000 millones para reflotar su sistema eléctrico.
El régimen acusa a Estados Unidos de ser el responsable de esta situación, por medio de sus sanciones y sus bloqueos a la venta de petróleo de países como Venezuela y Rusia, y asegura que trabaja por mejorar la situación, aunque sin ningún tipo de éxito.
Desde febrero, en la isla se inauguraron unos 13 parques solares, que han permitido sumar unos 100 megavatios a la red, según datos del Ministerio de Energía. Sin embargo, la cifra resultó insuficiente para atender a las crecientes demandas de la isla, por lo que no se tradujo en ninguna reducción de los cortes.
“La prioridad del gobierno, por encima de todas las demás prioridades infinitas que tiene este Estado socialista, es precisamente resolver nuestros problemas de generación de electricidad”, dijo Díaz-Canel el jueves en un podcast televisado con su gabinete de energía.
Sin embargo, poco después en el programa, se advirtió a la población que el verano será difícil y deberán prepararse para largos apagones.
“Quisiéramos que no hubiera apagón, pero eso no va a ser posible. Nosotros no podemos decir ni asegurar que vamos a llegar al cero apagón”, dijo al respecto De La O Levy.
Según el más reciente informe “Electricidad en Cuba. Indicadores seleccionados 2024″, en los últimos cuatro años, la generación eléctrica en la isla cayó un 25 por ciento, lo que se condice con la delicada situación.
Precisamente el último año, el país generó 14.344,9 gigavatios hora, es decir, un 5,8% menos que en 2023 y muy por detrás de los 19.070,9 GWh registrados en 2020 por la Oficina Nacional de Estadística e Información.
El documento también dio cuenta de las diferencias del consumo eléctrico entre provincias, siendo la de mayor demanda La Habana, que concentró el 26,8% del consumo nacional. Le siguió la provincia de Holguín, con apenas el 8,5 por ciento.
(Con información de Bloomberg y EFE)