Samara Joy, la gran estrella emergente del jazz mundial, responde con amabilidad (y genuino interés según puede inferirse de su expresión) durante el diálogo con Infobae Cultura por videollamada, en los días previos a su presentación en Buenos Aires. Lo cual es todo un acontecimiento: pocas veces sucede que alguien en pleno auge, se presenta aquí y ahora. Será el martes 29 en el Teatro Coliseo, un buen escenario y una gran oportunidad para poder apreciar su magnífico registro vocal y un fino repertorio que potencia sus virtudes.

En medio del torbellino de su ascenso a la cúpula, esta joven cantante que reivindica y remite a las diosas del género (sí, Ella Fitzgerald y Sarah Vaughan, nada menos), vive estos días con calma y tranquilidad. Cuando se le pregunta si se siente una estrella, o bien, se lo hacen sentir, responde con simpleza: “Creo que sigo sintiéndome como una persona normal y que sigo manteniendo la cabeza fría, centrada en el verdadero propósito de lo que significa la música. Actuar y compartir la música que siento que es auténtica, real, para mí”.

A sus 24 años, Samara Joy se ha consolidado como una de las voces más reconocidas del jazz contemporáneo. Obtuvo tres premios Grammy, incluyendo el de “Mejor Nueva Artista”, distinción que la posicionó con notable visibilidad en la escena musical global. Su popularidad en redes sociales, especialmente en TikTok, facilitó que públicos jóvenes se acercaran al jazz y la música estadounidense tradicional. De todo eso y otras cuestiones, como la familia, su barrio y la comunidad afroamericana en Estados Unidos, habló en esta entrevista que anticipa uno de los shows más esperados del año.

Samara Joy, la joven estrella del jazz mundial, se presenta en Buenos Aires en el Teatro Coliseo el martes 29 de julio

—Te han comparado con Sarah Vaughan o Ella Fitzgerald. ¿Qué podés decir ante semejante comentario?

—Me siento muy afortunada y es porque ellas me han inspirado. Me siento muy honrada de que cuando la gente me escucha, piensen en esas dos grandes vocalistas.

—¿Cómo te cae que hablen de vos como la “gran estrella” emergente del jazz mundial, capaz de atraer a nuevas generaciones?

—Se siente bien. Creo que el jazz sigue siendo una música atractiva. Hay tanta gente creándolo y tanta gente contribuyendo a su sonido y a su presencia hoy en día… Por eso me siento bendecida por formar parte de las muchas voces y músicos que están haciendo música jazz, que la hacen a su manera y la comparten para crear una nueva audiencia.

—¿Crees que los jóvenes afroamericanos, tus congéneres, conocen y se interesan por el jazz?

—Creo que algunos sí y otros piensen que les gusta más lo derivado de él. Quizás les guste la influencia del R&B o el soul más que el jazz clásico. Pero el hecho de que ya haya interés es un comienzo, ¿no?

Samara Joy con el Grammy por

—Hablando de la música de tu comunidad… ¿Cómo reaccionaste a la noticia de la muerte de Sly Stone?

—Me gusta mucho su música y me entristeció que haya fallecido. Pero hay mucho para escuchar y además nos dejó un mensaje muy positivo a través de su música, por su contribución y una perspectiva única de la vida.

—Cuando recibiste los Grammy, dijiste: “Soy del Bronx”. ¿Qué significa eso? Sabes que el barrio es famoso en todo el mundo y no siempre de manera positiva, pero vos lo conoces muy bien…

—Ser del Bronx, ser de Nueva York… Sabes, hay mucha creatividad por todas partes y mucha música a todas horas. Y creo que ser del Bronx para mí significa estar rodeada de familia, rodeada de música en una ciudad enérgica donde hay tantos tipos diferentes de personas y ámbitos de la vida. Y yo soy una de ellos, ya sabes. Me alegro de hacer oír mi voz en este mar de gente. Así que me siento agradecido de ser del Bronx.

—Por cierto, ¿Qué hay de tus raíces musicales? Me refiero a la música que escuchabas en tu casa. He leído que tu padre y tus tíos eran cantantes.

—Sí. Mi padre es cantante. Tengo antecedentes musicales por parte de mi padre y mis abuelos. Todos están en la lista negra (risas). Todos son munición, todos son artistas de alguna manera. Y el hecho de haber podido estar rodeado de música desde tan temprana edad y haber sido influenciado por la música de su generación, me ayudó mucho a definir mi identidad como artista. Pude absorber diferentes tipos de sonidos, diferentes tipos de música. Y absorberlos en mi propia voz. Por eso creo que pude convertirme en alguien mejor. Fui más consciente de lo que se necesita para hacer música y de cuántos elementos diferentes hay, desde la producción hasta la interpretación, pasando por la mezcla en el estudio y el escenario. Aprendí y asimilé mucho sobre lo que significa ser artista al escuchar la música de las generaciones de mi padre y de mi abuelo. Fueron mis maestros.

—Cuando eras niña o adolescente, ¿Qué tipo de música te gustaba? ¿Música pop o hip hop?

—Escuchaba música pop. Escuchaba mucho R&B… Gente como Destiny’s Child y Musiq Soulchild. También me gustaba mucho un grupo de gospel llamado Commissioned. Pero también escuchaba a clásicos como The Spinners. Muchas cosas diferentes, me educaron bien (risas).

Samara Joy tiene 24 años y es una de las jóvenes voces más reconocidas de la escena del jazz mundial

—Saliendo un poco de la música ¿El movimiento Black Lives Matter sigue activo en este momentos tan particular que vive tu país? ¿O es cosa del pasado?

—Mmm… Creo que sigue siendo muy relevante. Especialmente ahora, con lo terrible que es nuestro gobierno en este momento. El movimiento se compone de personas reales, con problemas y preocupaciones reales. Ya sabes, las cosas de la gente común. Así que, en un momento como este, creo que es útil mantener los pies en la tierra con la comunidad y reconocer realmente el papel que tienes que desempeñar para no sentirte impotente y seguir apoyando a las personas que te rodean, por muy terrible que me parezca lo que está pasando. Hay personas sin hogar, personas que están empezando y no tienen nada, así que si puedo hacer que la vida de alguien sea un poco más fácil y contribuir de esa manera… Esa es una forma en la que creo que podemos seguir animándonos unos a otros y mantener y comprender mucho más nuestra humanidad ante problemas como estos: racistas, de género y todos los demás problemas. Hay que mantenerse con los pies en la tierra.

—Eso mismo, los pies en la tierra, aplica para tu momento artístico. Sos muy joven para ya sos muy famosa ¿Cómo se lleva eso?

—Definitivamente. Me siento con los pies en la tierra. Estoy agradecida y siempre quiero mantener esa mentalidad. Porque creo que la creatividad fluye más cuando se es humilde y consciente, pero sin llegar al punto de que eso domine o potencie completamente tu ego. Ya sabes. Así que, sí. Sigo sintiéndome normal.

[Fotos: AD+BN/gentileza Universal Music; Mario Anzuoni/Reuters]