El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania reportó que, entre la noche del sábado y la mañana del domingo, las fuerzas rusas lanzaron un total de 479 medios de ataque aéreo, incluyendo 472 drones y siete misiles, desde varias direcciones rusas como Mílerovo, Shatálovo, Kursk, Oriol, Briansk y Primorsko-Ajtarsk.
El comunicado oficial, citado por la agencia EFE, detalla que “según datos preliminares, hasta las 13.30 horas, la defensa antiaérea neutralizó 385 medios de ataque aéreo enemigos”, lo que incluye 210 drones Shahed y otros tipos de vehículos aéreos no tripulados, así como tres misiles de crucero Kh-101/Iskander-K en distintas regiones del país.
Los ataques rusos afectaron principalmente a las regiones de Járkov, Sumi, Zhítomir, Odesa, Donetsk, Dnipropetrovsk y Zaporiyia, con impactos registrados en 18 localidades.
Las fuerzas de defensa ucranianas emplearon una combinación de aviación, unidades de misiles antiaéreos, sistemas de guerra electrónica y grupos de fuego móviles para repeler el ataque. Según el Estado Mayor, “213 fueron derribados por fuego real y 172 se perdieron localmente o fueron suprimidos por medio de la guerra electrónica”.
El ataque ruso incluyó el uso de tres misiles balísticos Iskander-M/KN-23 lanzados desde las regiones de Kursk y Vorónezh, así como cuatro misiles de crucero aéreos y terrestres Kh-101 e Iskander-K. El Estado Mayor precisó que los drones utilizados por Rusia incluían tanto aparatos no tripulados de ataque Shahed como réplicas sin carga explosiva, diseñadas para confundir a las defensas ucranianas.
“Las fuerzas rusas lanzaron desde las 19.30 del sábado 479 medios de ataque aéreos, en concreto, 472 drones entre aparatos no tripulados de ataque Shahed y réplicas de estos sin carga explosiva utilizados para confundir a las defensas ucranianas”, según el comunicado.
El impacto de estos ataques se sintió en varias regiones, donde la infraestructura civil y militar resultó dañada. El Estado Mayor de Ucrania informó a través de su cuenta de Telegram que la defensa antiaérea logró interceptar la mayoría de los drones y misiles, aunque algunos lograron alcanzar sus objetivos.
“Principalmente se vieron afectadas por los ataques rusos las regiones de Járkov, Sumi, Zhítomir, Odesa, Donetsk, Dnipropetrovsk y Zaporiyia y se registraron impactos en 18 localidades”, detalló el comunicado.
Mientras tanto, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) anunció el domingo que había alcanzado 41 aviones de la aviación estratégica rusa en la retaguardia enemiga, como parte de la operación especial “Telaraña”. Fuentes de seguridad declararon a Interfax que la operación fue ideada por el jefe del SBU, Vasil Maliuk, y su personal, y que representó un desafío logístico considerable.
“El SBU primero introdujo de contrabando en Rusia drones fpv (de pilotaje con visión remota) y después cabañas móviles de madera. Posteriormente, en el territorio de la Federación Rusa, los drones fueron ocultados bajo los tejados de las casas, colocadas ya en camiones. En el momento oportuno se abrieron a distancia los tejados de las casas y se volaron los drones para alcanzar a los bombarderos rusos”, explicó una fuente a Interfax.
Entre los aviones alcanzados por la operación ucraniana se encuentran modelos A-50, Tu-95 y Tu-22 M3, según las fuentes consultadas por Interfax. La base aérea militar de aviación de largo alcance ‘Bélaya’, ubicada en la región rusa de Irkutsk, alberga regimientos aéreos armados con aviones Tu-22M3 y el 181º escuadrón de aviación combinada independiente con aviones An-12 y An-30.
“Los daños a la aviación enemiga superan según datos provisionales los 2.000 millones de dólares. Estamos esperando los detalles. Y esperamos que el número de aviones afectados aumente”, afirmó una fuente de seguridad a Interfax.
Esa fuente aseguró que “las personas que participaron en esta histórica operación especial llevan mucho tiempo en Ucrania, por lo que si el régimen del presidente ruso, Vladímir Putin, detiene demostrativamente a alguien, será otra producción más para el auditorio nacional”.
La sofisticación de la operación ucraniana radicó en la introducción clandestina de drones y estructuras móviles en territorio ruso, lo que permitió ocultar los dispositivos hasta el momento de su activación.
“El SBU primero introdujo de contrabando en Rusia drones fpv y después cabañas móviles de madera. Posteriormente, en el territorio de la Federación Rusa, los drones fueron ocultados bajo los tejados de las casas, colocadas ya en camiones. En el momento oportuno se abrieron a distancia los tejados de las casas y se volaron los drones para alcanzar a los bombarderos rusos”.