El ejército de Rusia llevó a cabo un nuevo ataque contra la ciudad portuaria ucraniana de Kherson dejando este miércoles a una mujer de 81 años muerta y dos personas heridas, informaron las autoridades locales. Según un comunicado de la fiscalía de Kherson publicado en Facebook, los ataques comenzaron en horas de la madrugada con disparos de artillería.
Además de la víctima fatal, una mujer de 53 años resultó herida y fue trasladada a un hospital. La administración militar regional reportó que un hombre de 56 años también resultó herido en un ataque con drones en el centro de la ciudad. La fiscalía señaló que se ha iniciado una investigación por crímenes de guerra en relación con estos hechos.
Kherson ha sido un objetivo estratégico en el conflicto, mientras que Ucrania mantiene el control de la capital regional. La ciudad forma parte de un territorio que Rusia ocupa parcialmente, aproximadamente un 20% del país, y ha sido escenario de avances rusos en los últimos meses frente a un ejército ucraniano más reducido y menos equipado.
La ofensiva rusa ha dejado decenas de miles de muertos desde el inicio de la invasión en febrero de 2022 y continúa afectando tanto a la población civil como a la infraestructura crítica en diversas regiones del país.
El ataque en Kherson se suma a otros incidentes recientes, incluyendo daños a empresas energéticas y cortes de electricidad en la región de Poltava, donde bombardeos provocaron incendios y afectaron edificios administrativos, vehículos y equipos.
Horas antes de los ataques, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió sobre una “guerra económica” contra Rusia si el presidente Vladimir Putin no accede a un alto el fuego en Ucrania.
Desde el ala este de la Casa Blanca, Trump declaró: “No será una guerra mundial, pero sí una guerra económica, y una guerra económica va a ser perjudicial. Va a ser perjudicial para Rusia, y no quiero eso”, durante una reunión con miembros de su gabinete.
La advertencia se enmarca en una política de presión económica directa iniciada en julio, cuando Trump amenazó con aranceles del 100% y sanciones secundarias a países que importen petróleo ruso, exigiendo un alto el fuego inicialmente en 50 días, luego reducido al 8 de agosto.
El vicepresidente estadounidense, JD Vance, indicó que nuevas sanciones no están descartadas y que se evaluarán “caso por caso”.
La estrategia estadounidense combina presión y posibles incentivos comerciales, incluyendo cooperación en el sector energético, como el posible regreso de Exxon Mobil al proyecto Sakhalin‑1, ventas de equipos de gas natural licuado y la compra de rompehielos nucleares rusos por parte de Estados Unidos. La diplomacia estadounidense busca aplicar sanciones severas mientras deja abierta la vía de concesiones si Rusia demuestra disposición negociadora.
El senador Lindsey Graham, fuerte aliado republicano en el Congreso, refuerza esa política. Según información reciente, está dispuesto a respaldar sanciones que incluyan aranceles totales (hasta 500%) sobre países que compren energía rusa, si Putin no acepta sentarse con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky.
Además, la Ley de Sanciones a Rusia de 2025, promovida por Graham, ya prevé esas medidas en el Congreso. Fue introducida en abril con respaldo bipartidista.
(Con información de AFP)