Una imagen de satélite de Planet Labs tomada el 16 de noviembre de 2025 muestra el lugar donde los investigadores estadounidenses creen que Rusia probablemente está estacionando su nuevo misil de crucero hipersónico Oreshnik con capacidad nuclear en la base aérea en desuso de Krichev, en el este de Bielorrusia, cerca de la frontera con Rusia. Planet Labs/Middlebury/vía REUTERS ESTA IMAGEN HA SIDO SUMINISTRADA POR TERCEROS. CRÉDITO OBLIGATORIO

Rusia habría comenzado la instalación de nuevos misiles balísticos hipersónicos con capacidad nuclear en una antigua base aérea al este de Bielorrusia, incrementando así su potencial para lanzar misiles sobre el continente europeo. Esta conclusión fue alcanzada por Jeffrey Lewis, investigador del Middlebury Institute of International Studies, y Decker Eveleth, de la organización CNA, ambos en Estados Unidos, tras el análisis de imágenes satelitales comerciales obtenidas por la firma Planet Labs.

El hallazgo de los investigadores estadounidenses coincide, en líneas generales, con evaluaciones de la inteligencia de Estados Unidos, según afirmó una persona familiarizada con el asunto que solicitó anonimato para compartir información no autorizada para su divulgación pública.

El presidente ruso, Vladimir Putin, había manifestado su intención de emplazar misiles Oreshnik de alcance intermedio —con un rango estimado de hasta 5.500 kilómetros— en territorio bielorruso, aunque hasta ahora no se había reportado la ubicación precisa.

Lewis y Eveleth detallaron que su conclusión se basa en imágenes que muestran instalaciones compatibles con una base de misiles estratégicos rusos, afirmando con un 90% de certeza que lanzadores móviles de Oreshnik serán estacionados en la antigua base aérea cerca de Krichev, a unos 307 kilómetros al este de Minsk y 478 kilómetros al suroeste de Moscú. Rusia probó un Oreshnik armado convencionalmente contra un objetivo en Ucrania en noviembre de 2024. Putin ha presumido que este misil es imposible de interceptar, al superar presuntamente velocidades de Mach 10.

Según John Foreman, especialista de Chatham House y ex agregado de defensa británico en Moscú y Kiev, el despliegue busca ampliar el alcance del arma sobre Europa y responde al plan de Estados Unidos de instalar misiles hipersónicos Dark Eagle en Alemania el próximo año. El despliegue del Oreshnik ocurre semanas antes de la expiración del tratado New START de 2010, el último pacto que limita los arsenales nucleares estratégicos de EEUU y Rusia.

Vladimir Putin. Ramil Sitdikov/Kremlin

Putin señaló tras una reunión con su homólogo bielorruso, Alexander Lukashenko, hace unas semanas que los misiles podrían emplazarse en Bielorrusia este año, en el marco de una estrategia revisada que contempla el despliegue de armas nucleares fuera de territorio ruso por primera vez desde la Guerra Fría. Lukashenko anunció la semana pasada que los primeros misiles ya habían sido desplegados, sin especificar la ubicación. Indicó que hasta 10 Oreshnik podrían instalarse en Bielorrusia, aunque los investigadores estadounidenses estiman que la base identificada solo tiene capacidad para tres lanzadores, sugiriendo que otros podrían estar en ubicaciones distintas.

Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intenta negociar un acuerdo con Moscú para poner fin a la guerra en Ucrania, país que solicita a sus aliados occidentales armamento capaz de alcanzar objetivos en profundidad en Rusia. Trump, por ahora, ha rechazado la petición de Ucrania de misiles de crucero Tomahawk, que pueden llegar hasta Moscú, aunque Reino Unido y Francia han suministrado misiles de crucero a Kiev. En mayo, Alemania anunció la coproducción de misiles de largo alcance con Ucrania, sin restricciones de alcance ni objetivos.

El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko

Las imágenes satelitales revisadas por los investigadores estadounidenses muestran un proyecto de construcción acelerado en la base bielorrusa, iniciado entre el 4 y el 12 de agosto, con elementos característicos de instalaciones de misiles estratégicos rusos. Eveleth destacó la presencia de un “punto de transferencia ferroviaria de grado militar” rodeado por una verja de seguridad, apto para recibir misiles, lanzadores móviles y otros componentes por tren. Lewis mencionó además la construcción de una losa de concreto cubierta por tierra al final de la pista, que describió como “consistente con un punto de lanzamiento camuflado”.

El experto suizo en fuerzas nucleares rusas, Pavel Podvig, puso en duda que el despliegue del Oreshnik represente alguna ventaja militar o política significativa para Moscú, más allá de tranquilizar a Bielorrusia sobre su seguridad. Sin embargo, Lewis sostuvo que la medida envía un mensaje político sobre la creciente dependencia de Rusia en las armas nucleares. Según Lewis, “no existe una razón militar para poner el sistema en Bielorrusia, solo motivos políticos”, aludiendo a la hipótesis de un Tomahawk nuclear estadounidense en Alemania.