La excelente campaña de local de Rosario Central, que por sí sola es estimulante, encuentra una gratificación extra gracias a un fútbol argentino que renueva formato a cada año. Con el 1-0 frente a una formación de Independiente con mayoría de suplentes, el equipo de Ariel Holan terminó primero en la Zona B, en buena medida gracias a las siete victorias en igual cantidad de partidos en el Gigante de Arroyito, donde se aseguró disputar los octavos de final (ante Estudiantes) y, en caso de avanzar, los cuartos de final y semifinales, instancias a partido único. Ahí donde construyó su imagen de equipo compacto y oportuno para aprovechar sus buenos momentos futbolísticos, al amparo de un público que se enganchó con la productividad mostrada, Rosario Central sigue adelante. De local, nadie le puso freno.

Independiente cayó en un bache que se le hizo más grande porque abarca tanto el frente interno como el continental. Un bajón inoportuno, que lo obliga a una rápida reacción para evitar balances negativos. Si bien el Rojo solo había obtenido un punto en los últimos dos encuentros, llegaba Rosario con la posibilidad de disputarle el primer puesto a Central. Para eso hubiese necesitado un triunfo para el que no destinó lo mejor de su plantel, preservado en su gran mayoría para disputar el martes en Montevideo, ante Boston River, un choque crucial por su futuro en la Copa Sudamericana. “Es una final la del martes”, reconoció tras el encuentro Rodrigo Rey, el mejor de Independiente, con no menos de tres tapadas para evitar que la derrota fuera más amplia.

Santi López, que participó en el gol en contra de Sporle, le tira un beso a la tribuna

El Rojo está urgido por una victoria en Uruguay para salir del último puesto y poder pelear por el liderazgo de la zona en los dos fechas restantes (Guaraní y Nacional Potosí, ambos en Avellaneda).

Enfocado en la Sudamericana, Independiente también puso en un segundo plano el riesgo de resignar el segundo puesto en el Apertura, lo cual podría ocurrir este domingo si River le gana Vélez. La foto actual muestra que el Rojo se medirá en octavos con Barracas, pero de acuerdo con los resultados que faltan el rival podría ser Tigre. Esas son las dos posibilidades.

Establecida las prioridades, Julio Vaccari solo alineó a los titulares Rey, Marcone (ausente frente a Boston River por suspensión) y Cabral. El resto, suplentes, con chanches para que debutaran los juveniles Enzo Taborda -un extremo que fue goleador de la reserva y mostró atrevimiento para encarar- y Joel Medina, de 17 años, volante de recuperación y con aceptable manejo de la pelota. También se abrió un hueco para que jugara el zaguero Nicolás Freire, en su primer partido tras recuperarse de una rotura de ligamentos mientras estaba en Inter Miami.

Lo más destacado de Rosario Central 1 – Independiente 0

Rosario Central, con la novedad a último momento de la lesión de Mallo, impuso su condición de equipo más aceitado y experimentado. Trae un funcionamiento que hizo valer frente a un rival sin mucho ensayo colectivo, con más voluntad que juego fluido.

Independiente cometió el pecado de no cubrir bien los espacios ante un Central con más oficio y sin apuros. Rey debió aparecer para despejar un tiro libre que salió de la picante zurda de Ignacio Malcorra. El Canalla aprovechó esos pasajes iniciales de desconcentración visitante, que en un descuido quedó abierto y sufrió un contraataque con Copetti llegando al área, donde enganchó para hacer pasar a dos marcadores y mandar el centro, al que Santi López no llegó a conectar bien y provocó el rebote en Adrián Sporle para el gol en contra.

Lovera intenta cubrir la pelota ante Paredes

El juvenil López llegó a préstamo de Independiente, donde algunos temas de conducta e irregularidad en el juego le fueron quitando un lugar que va recuperando en Central, donde da muestras de sentirse contenido, como lo demostró en el festejo del gol, con besos a la tribuna.

En un desarrollo sin mucha intensidad, con dos equipos con la mente puesta un poco en la cancha y otro tanto en lo que vendrá, Taborda era uno de los que más intentaba mostrarse con gambetas y quiebre de cintura. Pero no tenía mucho acompañamiento. Central, aun con desniveles, siempre daba la sensación de tener la mano más pesada, con Malcorra y la pujanza de Copetti, no siempre lúcida, mientras en el círculo central estaba bien sostenido por Navarro y, sobre todo, por Franco Ibarra, prolijo y concentrado.

Coronel intenta frenar a Taborda

Central no abusa del control de la pelota, prefiere ser directo. Para el segundo tiempo se sumó otro francotirador, el zurdo Giaccone, que con un par de remates levantó a los hinchas en las tribunas. Independiente no tenía mucho para modificar el panorama general, más allá de que en el final estuvo cerca del empate con un cabezazo del ingresado Maestro Puch que se fue rozando el travesaño. No hubiese sido lo más justo de acuerdo con lo que había sido el cotejo.

El final encontró a los hinchas de Central festejando, como ya había ocurrido frente a Instituto, Vélez, Gimnasia, Sarmiento, Atlético Tucumán y Lanús. Aunque la mayor euforia haya sido a la distancia, con el 2-1 de visitante en el clásico con Newell’s. Un combo completo para el Canalla, que pronto volverá a ese Gigante del que lleva todo el año saliendo con una sonrisa.