Rodrigo Paz recibió el miércoles la credencial de presidente electo de Bolivia por parte del Tribunal Supremo Electoral y prometió un gobierno fuerte y de concertación.
Durante el acto realizado en la Casa de La Libertad en Sucre, el líder del Partido Demócrata Cristiano (PDC) hizo un llamado a la unidad nacional invitando a todas las fuerzas políticas, regiones y sectores sociales a sumarse a su proyecto de concertación.
El nuevo mandatario y el vicepresidente electo, Edman Lara, ganaron la histórica segunda vuelta presidencial del 19 de octubre con el 54% de los votos. Ambos asumirán sus cargos este sábado en una ceremonia oficial que contará con la presencia de los presidentes de Argentina, Javier Milei; Chile, Gabriel Boric; Ecuador, Daniel Noboa; y Paraguay, Santiago Peña, así como de la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, Teresa Ribera, entre otras autoridades.
Tras recibir la credencial de presidente electo del Tribunal Supremo Electoral, Paz advirtió que la libertad no debe convertirse en un instrumento para imponer ideologías sobre la sociedad y subrayó que la libertad “tiene sus condiciones” aunque llamó a no abusar de ese derecho.
Paz invitó a la población a generar una visión de unidad y afirmó que la libertad debe conquistarse con firmeza. Subrayó que el proceso electoral no debe verse en términos de ganadores y perdedores, sino como una oportunidad para fortalecer la democracia y la patria.
El presidente electo resaltó la diversidad de Bolivia como una base para la fortaleza social y reiteró el compromiso de honrar la democracia y la unidad nacional. Afirmó que la patria es el principal factor de cohesión para el nuevo periodo de gobierno.
Por su parte, el vicepresidente electo, Edman Lara, también se comprometió a trabajar para toda la población, sin distinciones por la preferencia electoral. En ese sentido, llamó a unificar el país y destacó los valores representados por los colores de la bandera boliviana.
Lara reconoció los desafíos que enfrenta Bolivia y expresó confianza en la capacidad del pueblo para recuperarse y avanzar mediante el esfuerzo conjunto.
El próximo mandatario de Bolivia propuso reposicionar al país en el plano internacional, convocando a gobiernos que se distanciaron del anterior ejecutivo liderado por Luis Arce, del Movimiento Al Socialismo (MAS). Arce celebró esta semana su última reunión de gabinete en el cierre de un ciclo de casi 20 años de predominio del MAS, marcado por divergencias internas entre el propio Arce y Evo Morales, fundador del partido y presidente entre 2006 y 2019.
El PDC de Paz no obtuvo mayoría en la Asamblea Legislativa, por lo que deberá negociar acuerdos para impulsar sus planes de gobierno, enfocados en superar la mayor crisis económica en cuatro décadas. Paz regresó recientemente de Estados Unidos, donde mantuvo contactos con organismos financieros internacionales para gestionar un fondo de estabilización destinado a reactivar la economía boliviana.
El presidente electo ya alcanzó un primer acuerdo con la Corporación Andina de Fomento, que otorgará un préstamo de 3.100 millones de dólares al país para la recuperación económica.
Además, la Cámara de Diputados aprobó el martes la inclusión de un crucifijo y una Biblia en la juramentación de los legisladores, símbolos que habían sido retirados desde la gestión de Morales, cuando se proclamó a Bolivia como Estado laico bajo la nueva Constitución de 2009.
(Con información de AP, EFE y EP)