A pesar del “cambio estructural” que propone e inició el gobierno de Javier Milei, Argentina sigue registrando más salidas que entradas de empresas extranjeras. Roberto Vassolo, profesor titular de Política de Empresas del IAE Business School de la Universidad Austral, quien desde el viernes participa en un foro global de Management, advierte que esta tendencia probablemente continúe durante un tiempo.
En diálogo con Infobae, Vassolo desgranó sus hipótesis sobre las percepciones que empresas locales y extranjeras tienen sobre lo que está ocurriendo en el país, cómo influyen en sus decisiones y cómo juega la polarización política. Además, precisó cuáles son hoy los principales temas del management global.
Vassolo es licenciado en Economía por la UCA, con postgrado de la Universidad Di Tella y Ph.D en Gerenciamiento Estratégico de la Purdue University (EE.UU.). Es co-editor de Long Range Planning el más antiguo Journal de estrategia empresarial del mundo, de la editorial científica Elsevier, y escribió en publicaciones con referato, como Harvard Business Review.
Entre sus libros se encuentran Strategy as Leadership (Stanford University Press), Dirección Estratégica en Países Emergentes (Granica) y El Negocio de la Grieta (Galerna). En los últimos 25 años trabajó en consultoría estratégica con firmas argentinas, multilatinas y multinacionales de distintas industrias. Su campo de investigación son la estrategia en entornos de alta incertidumbre, el impacto de la volatilidad macro en las empresas y el liderazgo estratégico.
“Un modelo de país es exitoso cuando atrae inversión extranjera directa”
Instantes antes de volar hacia Copenhague, Dinamarca, para participar del encuentro anual de la Academy of Management Research, donde se presentan investigaciones científicas de vanguardia en gerenciamiento y política de empresas, conversó con Infobae acerca del fenómeno de empresas extranjeras que abnadonan la Argentina y las limitaciones que genera la polarización política para la atracción de inversión internacional.
— ¿Qué está pasando con la inversión extranjera? La expectativa e incluso la necesidad es que aumenten, pero parece ocurrir lo contrario. Se han ido Telefónica, Mercedes Benz, ExxonMobil, Petronas, Equinor, Procter & Gamble, Itaú, Makro, y ahora se conocen decisiones de salida de Carrefour y de venta de activos de Total Energies en Vaca Muerta.
— Un modelo de país es exitoso cuando atrae inversión extranjera directa. Eso no se está viendo hoy en Argentina. Uno se pregunta qué está pasando y tiene un conjunto de hipótesis. La primera tiene que ver con que cada empresa individualmente toma decisiones específicas que obedecen a una estrategia global. Por ejemplo, Carrefour dice me voy de Argentina porque en Brasil tengo siete veces más rentabilidad. Pongo foco en países como Brasil o España y le saco prioridad a Argentina. Más allá de los temas específicos, vemos que en el conjunto son más las multinacionales que se van que las que están viniendo. Entonces buscamos explicaciones complementarias.
— ¿Cuáles serían?
— Una de ellas, que ya expliqué hace unos meses, es que había una cola de empresas dispuestas a salir de una economía encepada y un país cuyo deporte nacional ha sido maltratar a las empresas. De hecho, tenemos el número de empresas cada mil habitantes de los más bajos del planeta. Hoy debemos tener alrededor de 12 empresas cada mil habitantes, Brasil tiene más de 26 y Chile más de 50. Llega un gobierno más amigable, más pro-mercado y quienes habían decidido marcharse lo concretan, porque ahora es posible.
Esto nos lleva a otra pregunta: ¿dónde está la cola de las que quieren entrar? Es verdad que las decisiones de ingreso pueden llevar tres o cuatro años. Hay que esperar. Pero en general todavía no se percibe que el mundo esté corriendo hacia la Argentina.
“Si las cosas salen mal, una empresa argentina tiene más recursos para accionar sobre el sistema político y proteger sus intereses”
Quién compra y quién vende
— ¿Y qué explica que empresas nacionales compren los activos que las extranjeras venden?
— Cierto. Cuando alguien vende y alguien compra, no es lo mismo que el cierre de empresas. Parece que, dado un precio, para los capitales argentinos es negocio invertir y para los extranjeros es negocio irse. Para esta asimetría hay al menos dos explicaciones. La primera es que el que está adentro ve algo distinto que el de afuera. Es como que los capitales argentinos confían más en las reformas, están viendo un proceso y se anticipan al mundo. La segunda es que si las cosas salen mal, si sos una empresa argentina tenés más recursos para accionar sobre el sistema político y proteger tus intereses. Conocés más el medio local, sabés moverte, conocés los actores políticos.
Para una empresa extranjera, el RIGI no es una garantía de que en el futuro no haya expropiación, sino una herramienta para litigar si hay expropiación. En definitiva, los argentinos ven una oportunidad y se sienten más cómodos si las cosas no salen bien.
— Todo eso sucede en medio de lo que algunos definen como un cambio estructural ….
—.. y un cambio estructural implica una redefinición de ganadores y perdedores. Pero para los posibles ganadores esas ganancias son más promesas que realidades. Cuando uno habla con el sector empresario, hoy son pocas las empresas que ganan plata. Están paradas en una promesa. En un país con la tradición de Argentina, los extranjeros no creen en promesas, prefieren ver. Por eso, en este contexto no sería raro que durante un buen tiempo sigamos viendo empresas extranjeras que pasan a manos nacionales. Hay un contexto internacional del cual somos parte y la tasa de riesgo país hace que en el cálculo de una firma las inversiones en la Argentina se vean menos viables. Eso te saca del camino.
— ¿Por qué las empresas locales creen más que las extranjeras?
— Ahí hay una mezcla de las hipótesis que mencioné antes. En el juego de percepciones, cuando estás en medio de un cambio estructural, tenés que estar más cerca para evaluarlo. Y después tenés que creerle. El inversor extranjero está queriendo ver si el pueblo primero convalida las medidas de Milei en la próxima elección.
Las inversiones son cuestiones de largo plazo, no de un gobierno. Algunas empresas extranjeras van a incluso esperar si Milei renueva. Y también quieren ver si lo que está del otro lado, la oposición, arma un discurso razonable. Si lo que tengo enfrente es una clase dirigente que sostiene como política de Estado la expropiación serial y tiene posibilidad de entrar al gobierno, se frenan las inversiones.
“Cuando polarizás, lo hacés con el que es más diferente, con el que piensa de manera muy distinta, y con esa polarización potencias sus chances de que vuelva al gobierno”
— ¿Cómo influye en esto la polarización política a la que apuesta el gobierno?
— Es mala, porque cuando polarizás, lo hacés con el que es más diferente, con el que piensa de manera muy distinta, y con esa polarización potencias sus chances de que vuelva al gobierno. En el fondo, estás jugando en contra de la construcción de un consenso para que haya, no solo en el gobierno actual, sino en otras partes de la dirigencia, una actitud positiva hacia el capital extranjero. En cambio, el gobierno hace un juego de polarización idéntico al que aplicaron los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, juega exactamente igual.
Temas del management global
— Usted parte al foro anual sobre gerenciamiento y política de empresas, ¿qué temas predominan a nivel mundial y en el ámbito de la investigación académica?
— Sostenibilidad es un tema absolutamente dominante: qué van a hacer las empresas al respecto. Es un tema caliente que ya está muy establecido. Yo soy editor en jefe de una revista internacional muy antigua en estrategia, realizo el primer filtro a las investigaciones. La mitad de las investigaciones que recibo son de sustentabilidad. Para los investigadores del mundo qué van a hacer las empresas con el medio ambiente es un tema absolutamente dominante.
Después, claramente, viene creciendo mucho Inteligencia Artificial, un tema donde nadie sabe nada y hay una explosión de investigación. Y después hay dos vertientes fascinantes. Una es cómo vamos a competir en un mundo de gigantes globales. O sea, ¿qué le queda a las empresas después de que Google, Amazon, Meta se llevan gran parte del valor del mercado? ¿Qué margen hay para las más chicas?
Y ahora, con el gobierno de Donald Trump en EEUU, la relación de las empresas y la política es un tema incipiente y en el que creo que en la Argentina tenemos mucho para comentar. La intervención sistemática del gobierno de EE.UU. actual tiene muchas similitudes con las arbitrariedades que vimos en la Argentina en el último siglo. Se debilita la institucionalidad del comercio global. De cómo sobrevivir como empresas en contexto de institucionalidad débil, en la Argentina somos expertos. Tal vez podamos servir de experiencia para los empresarios del mundo.