El Club Social y Deportivo Estudiantes de Cabin 9, ubicado sobre Jacarandá al 400, en el límite que une Rosario con Pérez, atraviesa uno de los momentos más críticos de su historia reciente.
En lo que va del año, el club sufrió seis hechos de robo y vandalismo, lo cual dañó gravemente las instalaciones y afectó el funcionamiento de sus actividades sociales y deportivas, según informó el portal Rosario3.
El último incidente ocurrió durante la madrugada del lunes, cuando delincuentes ingresaron al predio y robaron las puertas de los baños de mujeres. Cinco días antes, una situación similar se había producido en el baño de hombres, donde se llevaron las puertas y otros elementos. La secuencia preocupa tanto a los directivos como a la comunidad del barrio, que recurren al apoyo de los vecinos para intentar detener la escalada delictiva.
El club, que cumple un rol esencial como espacio de inclusión y contención en una zona periférica del Gran Rosario, enfrenta ahora una disyuntiva ante la repetición de ataques: continuar invirtiendo los escasos recursos en reparaciones, o disminuir sus actividades por la falta de condiciones mínimas de funcionamiento.
Los hechos delictivos en el Club Estudiantes de Cabin 9 no son recientes ni aislados. Directivos señalaron que la situación se agravó considerablemente en 2024, con seis robos comprobados solo en los primeros siete meses del año. Los ataques ocurrieron, principalmente, durante las madrugadas, y los autores forzaron accesos o destrozaron cerraduras y ventanas para ingresar.
En el episodio del lunes, los delincuentes se llevaron las puertas de los baños de mujeres. Los encargados relataron que, anteriormente, se habían apropiado tanto de las puertas como de los inodoros del baño de hombres. “Estamos cansados de tantos destrozos y vandalismo. Con este último hecho, es la sexta vez en el año que nos pasa”, declaró un directivo consultado por Rosario3.
La sustracción de elementos esenciales dificulta el normal desarrollo de las actividades. “Todo lo que hemos construido con mucho esfuerzo queda en la nada, estamos cansados de llegar y encontrar todo roto”, agregaron desde la comisión directiva. El club reúne a decenas de niños, adolescentes y familias que encuentran en el espacio una oportunidad de practicar deportes y participar de talleres recreativos.
En este contexto, miembros del club manifestaron a Rosario3 su malestar por la falta de respuestas frente a la recurrencia de hechos: “Sabemos que es gente del barrio, pero no tenemos precisiones”, dijeron. Las sospechas sobre la identidad de los autores recae en personas con conocimiento del lugar.
Frente a lo sucedido, el club habilitó un número de contacto para quienes deseen colaborar, ya sea con aportes materiales, mano de obra o algún tipo de recurso que permita normalizar el funcionamiento del espacio.
Otro robo a un club de barrio
El 9 de julio pasado, otro club de barrio fue víctima de la inseguridad, cuando delincuentes ingresaron al Club Sporting de Melchor Romero, La Plata, para robar. No solo destrozaron todo a su paso, sino que también se llevaron hasta el inodoro.
El hecho fue descubierto en las primeras horas del día cuando dirigentes y profesores llegaron a la institución, ubicada en la intersección de las calles 161 y 514, para comenzar las actividades deportivas con niños y niñas del barrio.
La comisión directiva confirmó que los delincuentes ingresaron durante la madrugada, ocasionaron daños en el alambrado y sustrajeron el inodoro de las instalaciones sanitarias.
María, referente principal del club, relató con preocupación la situación. “Estamos cansados de los destrozos y robos a nuestro club”, declaró y subrayó la frustración de quienes trabajan voluntariamente para sostener el espacio.
El robo del inodoro provocó indignación en redes sociales y entre la comunidad del barrio, que ve cómo la inseguridad se incrementa y afecta a instituciones fundamentales. Integrantes de la institución señalaron que, en varias oportunidades anteriores, sufrieron el robo de cables, materiales deportivos, puertas y ventanas.
Frente a la repetición de estos ataques, la comisión directiva exige mayor presencia policial en la zona. Solicitan recorridas preventivas y la instalación de recursos que disuadan a los delincuentes. “Nos duele tener que dar prioridad a la seguridad antes que a mejorar las instalaciones o sumar materiales para los chicos”, expresó otra integrante del club.