Virginia Giuffre, la denunciante más reconocida del difunto pedófilo Jeffrey Epstein, se suicidó el viernes pasado en su casa de campo en Australia. Tenía 41 años. Antes de morir, dejó una nota escrita a mano que su familia encontró entre sus pertenencias y que fue difundida en redes sociales por su cuñada, Amanda Roberts.
Según relató la familia, creen que la nota estaba destinada a una protesta frente a la Casa Blanca prevista para esta semana.
“No vamos a desaparecer”, escribió Giuffre. “Madres, padres, hermanas y hermanos deben mostrar que las líneas de batalla están trazadas y que estamos unidos para luchar por el futuro de las víctimas. ¿Es la protesta la respuesta? No lo sé, pero tenemos que empezar por algún lado”.
Giuffre fue hallada sin vida en su vivienda en Neergabby, a unos 100 kilómetros de Perth, en Australia Occidental. Durante años, había denunciado públicamente que fue víctima de trata sexual por parte de Epstein y su entorno, e incluso acusó al príncipe Andrés de Gran Bretaña de haber abusado de ella cuando era menor de edad.
También proporcionó información crucial a las autoridades policiales que contribuyó a la investigación y posterior condena de Ghislaine Maxwell, socia del empresario, quien fue declarada culpable de cinco cargos de tráfico sexual en 2021 por reclutar menores para que sean abusadas.
La nota fue publicada en Facebook por Amanda Roberts, esposa de Sky, uno de los hermanos de Virginia. “Encontramos una carta escrita a mano por nuestra hermana Virginia”, escribió. “Creo que es importante que las sobrevivientes sepan que ella está con ustedes y que su voz no será silenciada. Su deseo era que sigamos luchando”.
Roberts concluyó su mensaje con un llamado a la acción: “A todas las sobrevivientes y manifestantes: estamos con ustedes en solidaridad. La lucha no ha terminado”.
Otro de sus hermanos, Danny Wilson, también la homenajeó en redes sociales con una foto familiar en la que se la ve sonriendo junto a él y a Sky. En otra imagen, Virginia aparece abrazando a su hermano en una salida familiar.
Según detalló la familia, en los meses previos a su muerte Giuffre atravesaba una difícil batalla legal por la custodia de sus tres hijos, tras su separación de Robert Giuffre, con quien había estado casada durante 22 años. A raíz de una orden de restricción solicitada por su exesposo, no había podido ver a sus hijos durante meses.
“Es el peor dolor del mundo no poder estar con tus hijos”, dijo Sky Giuffre a la revista People. “Ningún sufrimiento físico se compara con el dolor de esa separación.”
A comienzos de año, Giuffre había causado alarma al publicar en redes sociales una foto en la que aparecía con el rostro golpeado. Afirmó que había sido atropellada por un colectivo y que le quedaban “cuatro días de vida”. “Estoy lista para irme”, escribió entonces, “solo quiero ver a mis bebés una vez más”.
Sin embargo, el conductor del colectivo negó la gravedad del incidente y aseguró que Giuffre había exagerado lo ocurrido. Ella también había denunciado en varias oportunidades haber sufrido años de violencia física por parte de su marido.