CIUDAD DEL VATICANO.- “Francisco dejó a todos un maravilloso testimonio de humanidad, de vida santa y de paternidad universal”. Con estas palabras concluye el “Acta para el Piadoso Tránsito”, el documento que relata su vida y su obra, colocado este miércoles dentro del féretro durante el rito de clausura, en la Basílica de San Pedro.

El extenso documento relata entre otras cosas que era un pastor sencillo y muy querido en su arquidiócesis, que viajaba a todas partes, incluso en metro y colectivo. Señala también que vivía en un departamento y se preparaba su propia cena, porque se sentía uno más del pueblo.

El nombramiento de Jorge Mario Bergoglio como Papa sorprendió al mundo en 2013

Jorge Bergoglio fue elegido por los cardenales reunidos en cónclave tras la renuncia de Benedicto XVI el 13 de marzo de 2013 y adoptó el nombre de Francisco -explica el texto-, porque, siguiendo el ejemplo del santo de Asís, quería tener en el corazón a los más pobres del mundo.

“Siempre atento a los últimos y a los descartados de la sociedad, Francisco, nada más ser elegido, eligió vivir en la Domus Sanctae Marthae (Santa Marta, NDR), porque no podía prescindir del contacto con la gente, y desde el primer Jueves Santo quiso celebrar la Misa de la Cena del Señor fuera del Vaticano, acudiendo cada vez a cárceles, centros de acogida para discapacitados o drogadictos», sostiene el documento.

También subraya que ejerció su pontificado con incansable dedicación en favor del diálogo con los musulmanes y con representantes de otras religiones, convocándolos en ocasiones a reuniones de oración y firmando declaraciones conjuntas en favor de la armonía entre miembros de diferentes confesiones, como el Documento sobre la Fraternidad Humana firmado el 4 de febrero de 2019 en Abu Dabi con el líder sunita Al-Tayyeb.

“En repetidas ocasiones su voz se alzó en defensa de los inocentes. Cuando se extendió la pandemia de Covid-19, la tarde del 27 de marzo de 2020 quiso rezar a solas en la Plaza de San Pedro, cuya columnata abrazaba simbólicamente a Roma y al mundo, por la humanidad asustada y azotada por la enfermedad desconocida. Los últimos años de su pontificado estuvieron marcados por numerosos llamamientos a la paz, contra la fragmentada Tercera Guerra Mundial que se libraba en varios países, especialmente en Ucrania, así como en Palestina, Israel, Líbano y Myanmar, detalla el mensaje oficial.

El papa Francisco en una de sus habituales ruedas de prensa en el avión de regreso de sus viajes

El acta enumera también los documentos del Papa Francisco, las cuatro encíclicas, las exhortaciones apostólicas, las constituciones, incluido el Praedicate Evangelium para la reforma de la Curia Romana.

“El magisterio doctrinal del Papa Francisco ha sido muy rico. Testimonio de un estilo sobrio y humilde, fundado en la apertura a la labor misionera, la valentía apostólica y la misericordia, atento a evitar el peligro de la autorreferencialidad y la mundanidad espiritual en la Iglesia», subraya.

Francisco concelebra una misa junto a un grupo de nuevos cardenales en el Vaticano, el 4 de octubre de 2023

“Más que cualquier predecesor amplió el Colegio Cardenalicio, convocando diez consistorios en los que creó 163 cardenales, de los cuales 133 electores y 30 no electores, provenientes de 73 países, de los cuales 23 nunca habían tenido antes un cardenal. Convocó 5 Asambleas del Sínodo de los Obispos, 3 generales ordinarias dedicadas a la familia, los jóvenes y la sinodalidad; una extraordinaria, también sobre la familia; y una especial para la región panamazónica”, añade el documento.

Y relata la odisea final: “Tras una hospitalización el 4 de julio de 2021, de diez días, para una intervención quirúrgica en el Policlínico Agostino Gemelli, el 14 de febrero de 2025 volvió al mismo hospital por una estancia de 38 días debido a una neumonía bilateral. De regreso al Vaticano, pasó las últimas semanas de vida en la Casa Santa Marta, dedicándose hasta el final y con la misma pasión a su ministerio petrino, aunque aún no del todo restablecido. El día de Pascua, 20 de abril de 2025, se asomó por última vez al balcón de la Basílica de San Pedro para impartir la solemne bendición Urbi et Orbi”.