Las autoridades sirias informaron este jueves que se logró restablecer el suministro eléctrico en la provincia meridional de Sweida, una de las zonas más golpeadas por la reciente escalada de violencia que dejó más de 1.300 muertos. Sin embargo, organizaciones locales y activistas advierten que la situación humanitaria sigue siendo crítica, a pesar del alto el fuego en vigor desde hace cuatro días.
Según el canal estatal Al Ijbariya, los equipos técnicos lograron rehabilitar la línea Musayfirah-Kom, una conexión clave que permitió garantizar electricidad a la provincia, según declaró Khaled Abu Di, director de la Institución para la Transmisión de Electricidad.
Sweida había quedado prácticamente aislada tras los enfrentamientos ocurridos entre el 13 y el 20 de julio, que provocaron cortes de luz, escasez de agua, fallas en las telecomunicaciones y dificultades de abastecimiento en los mercados, según denunciaron varias ONG sirias e internacionales.
Aunque el cese de hostilidades trajo una leve mejora, los problemas persisten. Este jueves, la red de activistas locales Sweida24 alertó en su cuenta de X que todas las carreteras de entrada a la demarcación administrativa siguen cortadas por las autoridades centrales o ‘facciones aliadas’ y que la falta de servicios básicos continúa afectando a la población.
En paralelo, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos actualizó su balance de víctimas fatales durante los recientes choques entre clanes beduinos, grupos drusos, fuerzas gubernamentales y ataques israelíes. Según la organización, al menos 1.386 personas murieron en el marco de esta ola de violencia.
El balance de muertos incluye 336 combatientes y 298 civiles de la minoría drusa, de los cual 194 fueron “ejecutados sumariamente por personal de los ministerios de Defensa e Interior”, indicó el OSDH.
También murieron 342 miembros de las fuerzas de seguridad gubernamentales y 21 beduinos sunitas, tres de ellos civiles “ejecutados sumariamente por combatientes drusos”. Otros 15 miembros de las fuerzas gubernamentales murieron en bombardeos israelíes, según la fuente.
“Hasta la fecha, un total de 128.571 personas han sido desplazadas desde el inicio de las hostilidades”, según un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que añade que el desplazamiento desde la provincia de Sweida “aumentó drásticamente el 19 de julio, con más de 43.000 personas desplazadas en un solo día”.
Pese al restablecimiento parcial de servicios, la provincia continúa sumida en una emergencia humanitaria. Con miles de desplazados y comunidades aún incomunicadas o sin acceso a recursos básicos, organizaciones internacionales advierten que la estabilidad en Sweida dependerá no solo del cese de la violencia, sino también de una respuesta sostenida para atender las necesidades urgentes de la población.
(Con información de EFE)