
El senador José María Carambia (Moveré Santa Cruz) presentó un proyecto para que los médicos extranjeros que ingresen en residencias y cobren una beca por la misma deban pagar una cuota. No sólo eso: tendrán que ser distribuidos por todo el país para saldar “situaciones de inequidad”.
La iniciativa modifica el artículo 2 de la ley 22.127. El vigente plantea que “las residencias serán cumplidas mediante beca anual con una modalidad y remuneración a establecer por el organismo de conducción del Sistema, bajo un régimen de actividad a tiempo completo y con dedicación exclusiva”. El texto que empuja el legislador sostiene dicho párrafo, aunque agrega -sobre el final- que el régimen en cuestión está destinado “para aquellos argentinos nativos, por opción o naturalizados”.
Más importante es lo que le sigue: “Los extranjeros deberán abonar un monto a establecer por el organismo de conducción del Sistema para acceder a cumplir las residencias. La modalidad será bajo un régimen de actividad a tiempo completo y con dedicación exclusiva”. Y añade: “El monto recaudado se destinará a incrementar la remuneración percibida por los médicos residentes argentinos nativos, por opción o naturalizados. Además, el organismo de conducción del Sistema distribuirá los médicos residentes extranjeros entre los distintos establecimientos formadores del país, considerando criterios de federalismo y equidad territorial”.
El senador fundamentó: “Actualmente, el Sistema Nacional de Residencias de la Salud otorga, tanto a ciudadanos argentinos como a extranjeros, una beca anual financiada con fondos públicos, sin diferenciar entre quienes utilizan el Sistema de manera permanente y quienes lo hacen transitoriamente para su formación. Este diseño ha derivado en situaciones de inequidad, en las que la inversión estatal termina subsidiando la capacitación de profesionales extranjeros, en detrimento de la mejora de las condiciones de los médicos argentinos nativos, por opción o naturalizados”.

Según Carambia, la distribución nacional de los residentes “busca evitar la concentración de profesionales en determinadas jurisdicciones y promover una formación más equilibrada, que contribuya a fortalecer la presencia del personal de salud en todo el territorio nacional”.
“La iniciativa persigue un triple objetivo: proteger a los médicos residentes argentinos nativos, por opción o naturalizados, asegurando que la beca anual que perciben sea más justa y acorde a su esfuerzo y dedicación; fortalecer el financiamiento del sistema de salud pública, evitando que la formación de profesionales extranjeros implique una carga económica injusta para el Estado argentino; y consolidar las capacidades sanitarias federales, garantizando una distribución más equitativa y solidaria del recurso humano en todo el país”.
Por otra parte, Carambia expresó que “la medida se enmarca plenamente en los principios consagrados por la Constitución Nacional; en particular, en su artículo 16, que consagra la igualdad ante la ley y en el artículo 20, que reconoce a los extranjeros los mismos derechos civiles que a los ciudadanos, salvo los expresamente reservados a estos últimos”. Y sentenció: “El acceso a las residencias de la salud no se limita, sino que se organiza bajo un régimen económico diferenciado, basado en un criterio objetivo y razonable, orientado a proteger los recursos públicos, garantizar mejores condiciones para los profesionales nacionales y fortalecer la distribución federal de los recursos humanos en el sistema sanitario nacional”.
La fecha de la iniciativa es del 13 de noviembre pasado. Apareció tras meses de discusiones entre el Ejecutivo libertario y la oposición en el Congreso por la declaración de la emergencia pediátrica -hospital Garrahan como emblema-, una ley que vetó la Casa Rosada y luego fue insistida por Diputados y el Senado, con dos tercios de los votos de sobra. El texto de Carambia no podrá analizarse en comisiones hasta el 1 de marzo próximo, excepto que sea incluido en sesiones extraordinarias.