El periodista de investigación Timur Soykan fue detenido este sábado tras publicar un mensaje en la red social X en el que criticaba la detención de tres alcaldes de la oposición turca, informó el diario Birgün, del que es columnista. Soykan, quien cuenta con 762.000 seguidores en la plataforma, escribió: “El régimen deja claro que ya ni intenta convencer a la sociedad de las operaciones de corrupción”, en referencia a la reciente detención de tres gobernantes municipales pertenecientes al Partido Republicano del Pueblo (CHP) de Turquía bajo acusaciones de soborno.
En ese mismo mensaje, Soykan agregó que “(el régimen) dice al pueblo: ‘No puedes elegir ningún Gobierno salvo yo. Eres mi rehén’”, subrayando así su postura de que las actuales detenciones responden a motivos políticos y no tanto a investigaciones judiciales independientes. Según la nota divulgada por Birgün, la reacción de Soykan se produce después de la detención, esta mañana, de tres alcaldes del CHP, el principal partido opositor y de corte socialdemócrata en Turquía.
Un comunicado de la Fiscalía de Estambul, recogido por el medio digital T24, confirmó la detención de Soykan, justificando el arresto en una ley que prohíbe “difundir abiertamente información engañosa que puede crear miedo en el pueblo o romper la paz pública”, un delito penado con entre 1 y 3 años de prisión. No es la primera vez que Soykan es objeto de una detención. En abril, él y el también periodista de investigación Murat Agirel fueron privados de libertad tras haber sido acusados de chantaje por un empresario de televisión procesado por supuesto blanqueo de dinero. Ambos reporteros, reconocidos en los últimos años por revelar casos de corrupción política, especialmente en torno al Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) —fundado y dirigido por el presidente Recep Tayyip Erdogan—, quedaron en libertad bajo cargos y con la prohibición de abandonar el país.
En mayo, la organización Reporteros sin Fronteras (RSF) posicionó a Turquía en el puesto 159 de un total de 180 en su ranking mundial de libertad de prensa, señalando que “todos los recursos valen para debilitar” a los medios críticos respecto al Gobierno turco.
Las detenciones de alcaldes y periodistas se enmarcan en un contexto de creciente tensión política. Según información del diario Cumhuriyet, las autoridades arrestaron este sábado a Muhittin Böcek, alcalde de Antalya —quinta ciudad de Turquía por población—, Zeydan Karalar, alcalde de Adana, y Abdurrahman Tutdere, alcalde de Adiyaman, todos miembros del CHP. Junto a ellos, fueron detenidas varias personas más, entre ellas directivos de empresas municipales y el teniente de alcalde del distrito de Büyüksehir, en Estambul, Ahmet Sahin.
Las acusaciones formales contra los alcaldes contemplan delitos de corrupción y manipulación de licitaciones públicas. Según la Fiscalía, los cargos se apoyan en el testimonio de un empresario arrestado previamente, que aseguró haber creado una red para obtener adjudicaciones municipales de forma ilícita. Esta investigación se amplió tras el encarcelamiento preventivo, en marzo, del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, quien fuera designado por el CHP como candidato para las próximas elecciones presidenciales.
La detención de Imamoglu, ampliamente considerado el principal rival político de Erdogan, desató las mayores protestas callejeras en Turquía desde 2013 y provocó presión internacional sobre el Gobierno. El propio Imamoglu y otros líderes del CHP han acusado sistemáticamente al Ejecutivo de Erdogan de emplear la justicia “como un instrumento para debilitar a la oposición”. El gobernador de Ankara, Mansur Yavas, escribió en X: “La ley se ha convertido en una herramienta usada únicamente para combatir contra el CHP”.
Los alcaldes detenidos habían obtenido sus cargos en elecciones municipales recientes: Böcek y Karalar fueron electos en 2019, mientras que Tutdere asumió en 2024, arrebatando el control de Adiyaman al AKP, el partido de Erdogan. Según un funcionario del CHP citado por la prensa local, las últimas detenciones constituyen una “operación política” más dirigida desde el Gobierno para debilitar al principal partido de la oposición, que en los comicios municipales de 2024 fue la formación más votada del país.
Por su parte, el presidente Erdogan acusó al CHP de instrumentalizar las protestas para desviar la atención de las investigaciones por corrupción y señaló que el partido intenta “encubrir sus crímenes y encubrir a sus criminales con protestas callejeras en un esfuerzo por desgastar nuestras instituciones judiciales”, según declaraciones recogidas por la agencia estatal Anadolu.
En los últimos meses, las autoridades han incrementado las acciones judiciales contra cargos electos del CHP. El martes pasado, la policía detuvo a 157 personas en Esmirna, entre ellos el ex alcalde socialdemócrata Tunç Soyer, quien ingresó en prisión preventiva con otros 60 detenidos, y a comienzos de semana otros 120 individuos fueron privados de libertad en investigaciones por presunta manipulación de licitaciones y fraude.
El CHP ha calificado las actuaciones judiciales como una “persecución sistemática” y ha denunciado que el poder judicial se usa “como garrote” contra la oposición. Otras figuras de la formación, como el vicepresidente Burhanettin Bulut, han subrayado que aquellos “que no pueden digerir la voluntad del pueblo expresada claramente en las urnas, tratan de silenciar, intimidar y desacreditar a sus oponentes políticos por medio de la ley”.
Turquía, que atravesó en 2023 uno de los peores terremotos de su historia reciente, ve cómo algunas de las ciudades más afectadas, como Adiyaman, han cambiado de signo político en manos del CHP, lo que ha aumentado la presión del Gobierno sobre la oposición local.
(Con información de AFP, AP, EFE, EP y Reuters)