El director ejecutivo de la Gaza Humanitarian Foundation (GHF), Jake Wood, anunció su renuncia este domingo tras afirmar que no puede cumplir su labor humanitaria respetando los principios de neutralidad, imparcialidad e independencia. La fundación, respaldada por Estados Unidos, ha sido señalada por su supuesta cooperación con Israel y la exclusión de actores palestinos.
“Está claro que no es posible implementar este plan mientras se respetan estrictamente los principios humanitarios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia, que no estoy dispuesto a abandonar”, declaró Wood en un comunicado difundido por la propia organización.
GHF fue fundada en febrero y tiene su sede en Ginebra. Prometió distribuir 300 millones de comidas durante sus primeros 90 días de operación. La entrega de la primera ayuda directa está prevista para este lunes, 26 de mayo, según la organización. “Nuestros camiones están cargados y listos para salir. A partir del lunes, GHF comenzará la entrega directa de ayuda en Gaza, alcanzando a más de un millón de palestinos antes del fin de semana”, indicó la fundación en otro comunicado. No obstante, no existe aún confirmación oficial de que la operación pueda llevarse a cabo.
Las Naciones Unidas y múltiples agencias internacionales han rechazado colaborar con GHF. Alegan que la fundación actúa en coordinación con Israel y carece de participación palestina, lo que socavaría su legitimidad y autonomía. “No podemos trabajar con una organización que no refleja los principios fundamentales de la acción humanitaria”, dijo una fuente de una agencia humanitaria internacional bajo condición de anonimato.
Jake Wood, un veterano con experiencia en operaciones de emergencia, fue convocado hace dos meses para liderar la iniciativa. “Como muchos otros en el mundo, me horroricé y me partió el corazón la crisis de hambre en Gaza y, como líder humanitario, me sentí obligado a hacer lo posible por aliviar el sufrimiento”, expresó en su renuncia.
La situación humanitaria en Gaza sigue deteriorándose tras más de siete meses de guerra. El conflicto se intensificó el 7 de octubre de 2023, cuando milicianos de Hamas lanzaron un ataque sorpresa contra Israel, causando la muerte de 1.218 personas, en su mayoría civiles, y tomando 251 rehenes, de los cuales 57 siguen en Gaza, incluidos 34 que, según el Ejército israelí, ya han fallecido.
En respuesta, Israel lanzó una campaña militar a gran escala sobre la Franja. Desde el colapso del alto el fuego el pasado 18 de marzo, el Ministerio de Salud gazatí, controlado por Hamas, ha reportado al menos 3.785 muertos, elevando el saldo total de víctimas en Gaza a 53.939 desde el inicio de la guerra, según cifras oficiales citadas por AFP.
Durante más de dos meses, Israel impuso un bloqueo total al enclave, que solo comenzó a flexibilizarse en días recientes. Agencias humanitarias han advertido del inminente riesgo de hambruna generalizada, especialmente entre los niños.
La renuncia de Wood se produce justo cuando GHF intenta iniciar su operación de ayuda en un contexto de desconfianza generalizada y acusaciones de parcialidad.
La organización ha reiterado que no se dejará “disuadir” por la dimisión y que planea “escalar rápidamente para atender a toda la población” en las próximas semanas. Sin embargo, su legitimidad y capacidad operativa siguen siendo objeto de debate entre la comunidad humanitaria internacional.
(Con información de AFP)