El Reino Unido, Australia y Canadá pidieron este sábado al régimen bielorruso de Aleksandr Lukashenko en un comunicado conjunto la liberación inmediata de los presos políticos y el fin de su “campaña de represión” en el quinto aniversario de las “fraudulentas” elecciones presidenciales en las que fue reelegido.
“Hace cinco años, el régimen de (Aleksandr) Lukashenko lanzó una brutal represión contra manifestantes pacíficos tras las fraudulentas elecciones presidenciales de 2020 en Bielorrusia”, dijeron los países firmantes del texto, difundido por el Ministerio de Exteriores británico.
Los Gobiernos de Londres, Canberra y Ottawa mencionaron que, desde agosto de 2020, las autoridades bielorrusas han librado una campaña para “silenciar” a la sociedad civil, los medios de comunicación independientes y cualquier forma de oposición política.
Agregaron que estas acciones son una “flagrante violación” de las obligaciones de Bielorrusia con el derecho internacional y un quebrantamiento de los derechos humanos y las libertades fundamentales.
“El apoyo del régimen a la guerra ilegal de (el presidente ruso, Vladímir) Putin contra Ucrania subraya aún más su desprecio por la paz y la seguridad mundiales”, aseguraron.
Los países firmantes también expresaron su “profunda” preocupación por las continuas detenciones y persecuciones de personas “por ejercer sus derechos humanos” y celebraron la reciente liberación de varios presos políticos bielorrusos.
Sin embargo, apuntaron que más de 1.100 personas permanecen todavía detenidas en el país por su relación con actividades políticas.
Alemania se sumó al pedido
El Ministerio de Exteriores de Alemania exigió este sábado a Lukashenko la liberación de más de 1.100 presos políticos.
“En Bielorrusia siguen encarcelados más de 1.1000 presos políticos, aun cinco años después de las elecciones presidenciales fraudulentas”, escribió el Ministerio en X.
“Por su valiente actuación en pos de la libertad, la democracia y los derechos humanos se les castiga brutalmente. El régimen debe liberar a todos los presos políticos”, remachó el Ministerio al frente del cual está el conservador Johann Wadephul.
La jefa del movimiento opositor bielorruso, Svetlana Tijanóvskaya, agradeció en un comentario en la misma red social la “clara postura” del Gobierno germano.
“Cinco años después de las elecciones robadas, los bielorrusos siguen luchando por libertad y democracia”, escribió en un mensaje en alemán.
La solidaridad alemana da fuerzas al movimiento opositor, afirmó la autoproclamada líder de un Gobierno bielorruso en el exilio, “hasta que el último preso político esté libre y Bielorrusia regrese a la familia europea”.
Von der Leyen dijo que su apoyo al pueblo bielorruso “sigue siendo firme”
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo, con motivo del quinto aniversario de las multitudinarias protestas en Bielorrusia contra el fraude electoral, que su apoyo al pueblo bielorruso y a sus aspiraciones democráticas “sigue siendo firme”.
“Cinco años después de las elecciones fraudulentas en Bielorrusia, nuestro apoyo al pueblo bielorruso sigue siendo firme. No cejaremos en nuestro empeño hasta que todos y cada uno de los más de 1.000 presos políticos sean liberados. Hasta que se cumplan las aspiraciones democráticas del pueblo bielorruso”, dijo Von der Leyen.
Las elecciones de agosto de 2020 condujeron a la reelección como presidente de Alexander Lukashenko, quien lleva en el poder desde 1994, y desencadenaron una serie de protestas en el país donde miles de personas salieron a la calle exigiendo unas elecciones libres.
“Seguimos apoyando a la sociedad civil, a los medios de comunicación independientes, a los defensores de los derechos humanos y a las fuerzas democráticas bielorrusas,” prosiguió la mandataria europea.
“Cuando llegue el momento de la transición democrática, la Unión Europea estará preparada. Mantenemos nuestro compromiso de movilizar un paquete de ayuda de 3.000 millones de euros para una Bielorrusia democrática”, añadió.
Y concluyó: “Que llegue pronto el día en que sus esperanzas de un futuro libre y democrático se hagan finalmente realidad”.
Por su parte, la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, y la comisaria europea de Ampliación, Marta Kos, instaron a las autoridades bielorrusas en un comunicado conjunto “a que liberen inmediatamente a todos los presos políticos, pongan fin a la represión y entablen un diálogo nacional inclusivo”.
“La UE ha movilizado 170 millones de euros desde 2020 para apoyar a la sociedad civil bielorrusa, a los medios de comunicación independientes y a las víctimas de la represión, y seguirá imponiendo sanciones a quienes reprimen la democracia y violan los derechos humanos”, añadieron.
Cifran en 100.000 los casos de represión desde las protestas opositoras de 2020
La organización bielorrusa de derechos humanos Viasna, galardonada con el Nobel de la paz, estimó hoy en más de 100.000 los casos de persecución penal y represión ocurridos en este país desde las protestas opositoras contra el fraude electoral de 2020.
Estos casos incluyen detenciones, penas de cárcel, tortura, registros, interrogatorios, deportaciones e incluso muerte, señala Viasna en su página web.
En total, en el último lustro más 4.000 personas han sido catalogadas como presos políticos en la antigua república soviética, de los que 1.187 siguen entre rejas, 47 veces más que en 2020.
Según la fuente, 3.673 personas fueron procesadas por participar en acciones de protesta contra el régimen de Alexandr Lukashenko.
A su vez, 360 personas han sido liberadas, pero más de 200 aún se encuentran en alto riesgo en prisión por motivos de salud, familiares o por su internamiento en instituciones psiquiátricas, y ocho incluso han muerto.
A finales de junio, Minsk liberó a uno de los presos políticos más conocidos, Serguéi Tijanovski, y a otros 13 presos políticos después de la visita del enviado estadounidense Keith Kellog.
Tijanovski fue encarcelado en 2021 por “organizar disturbios masivos, incitar al odio e impulsar acciones que alteran gravemente el orden público”, en relación con las protestas que estallaron en agosto de 2020 tras la reelección de Lukashenko entre acusaciones de fraude de la oposición y Occidente.
Las masivas protestas, que reclamaban la victoria electoral de la esposa de Tijanovski, Tatiana Tijanóvskaya, fueron reprimidas con la ayuda de las fuerzas de seguridad rusas.
Una vez liberado, Tijanovski pidió desde su exilio en Lituania al presidente estadounidense, Donald Trump, que ayude a liberar a todos los presos políticos en el país.
Amnistía Internacional denunció en su último informe en abril que las autoridades bielorrusas continúan cinco años después la campaña de persecución de los participantes en las protestas postelectorales y que el país está en el punto históricamente más bajo en materia de abusos de los derechos humanos.