Los ministros de Asuntos Exteriores de Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Noruega y el Reino Unido anunciaron este martes una serie de sanciones y medidas contra dos funcionarios israelíes por “incitar a la violencia” contra los palestinos en Cisjordania.
Según confirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores británico en un comunicado, Itamar Ben-Gvir y Bezalel Smotrich, a cargo de las carteras de Seguridad y Finanzas en el gobierno del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, han estado involucrados en la “incitación a la violencia extremista” y en “graves abusos” contra los derechos humanos de los palestinos y, por tanto, quedaron sujetos a sanciones que incluyen la congelación de sus activos en las naciones y prohibiciones de viaje a los territorios involucrados, efectivas de inmediato.
“Itamar Ben-Gvir y Bezalel Smotrich han incitado a la violencia extremista y a graves abusos contra los derechos humanos palestinos. Estas acciones son inaceptables. Por eso hemos tomado medidas ahora: para que los responsables rindan cuentas”, afirmó el jefe de la diplomacia británica, David Lammy.
Asimismo, en una declaración conjunta, los ministros de los cinco países indicaron que estas acciones tienen la intención de “intensificar la respuesta internacional” a los actos de violencia cometidos por “colonos israelíes extremistas” contra las comunidades palestinas en Cisjordania, actos que, además, socavan la posibilidad de un futuro Estado palestino.
Entre enero de 2024 y abril de 2025, se destacaron más de 1900 ataques por colonos contra civiles palestinos, según indicó The Foreign Office en el escrito.
Pese a que las medidas anunciadas este martes se centran en Cisjordania, los ministros puntualizaron que no deben verse de manera aislada con respecto a la “catástrofe de Gaza”, haciendo un llamado a un alto el fuego inmediato, a permitir el flujo “sin trabas” de ayuda humanitaria y a garantizar que no haya reducción territorial de la Franja de Gaza.
“Queremos ver una Gaza reconstruida que ya no esté bajo el control de Hamas y una vía política hacia una solución de dos Estados”, sostiene el comunicado que, en ese sentido, ratificó el “compromiso” de las naciones con mantener una “sólida amistad” con el pueblo de Israel, así como su disposición para seguir trabajando hacia “la paz y la seguridad a largo plazo” y una solución de “dos Estados” como la única forma de garantizar la seguridad y dignidad tanto de israelíes como de palestinos.
El ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Saar, repudió la decisión de las últimas horas y la describió como “escandalosa”.
“El Mandato británico sobre la tierra de Israel terminó en mayo de 1948. Nunca regresará”, sostuvo, en referencia al período del mandato británico de Palestina, que finalizó con la fundación del Estado de Israel en 1948.
“Es indignante que los representantes electos y los miembros del gobierno sean objeto de este tipo de medidas”, sumó, a la par que adelantó que el Ejecutivo celebrará una reunión especial para decidir su respuesta a esta “decisión inaceptable”.
Asimismo, Saar apuntó que las sanciones podrían endurecer la postura de Hamas en las negociaciones para una nueva tregua e, inclusive, y alejar las posibilidades de un alto el fuego.
Por su parte, en un acto realizado en las colinas de Hebrón, Smotrich manifestó su “desprecio” por la medida británica.
“El Reino Unido ya intentó una vez impedir que colonizáramos la cuna de nuestra patria, y no podemos volver a hacerlo. Estamos decididos, Dios mediante, a seguir construyendo”, aseguró.
En tanto, el legislador israelí centrista y rival político de Netanyahu, Benny Gantz, manifestó su desacuerdo con las posturas de Smotrich y Ben-Gvir, aunque condenó igualmente la medida internacional, calificándola de un “profundo error moral” que “envía un mensaje peligroso a los terroristas de todo el mundo”.
El Reino Unido, al igual que otros países europeos, ha incrementado la presión sobre Israel para levantar el bloqueo de ayuda a Gaza, donde, según expertos internacionales, es inminente una crisis de hambruna.
Ejemplo de esto fue la decisión británica del pasado 20 de mayo, cuando Londres suspendió las negociaciones con Israel para un nuevo acuerdo comercial e impuso sanciones a dos organizaciones, dos asentamientos ilegales y tres personas que, según The Foreign Office, habían “apoyado, incitado y promovido la violencia” en Cisjordania.
(Con información de AFP, AP, EFE y Reuters)