El pollo a las tres tazas es uno de esos platos que sorprenden tanto por su sencillez como por su explosión de sabor. Es un clásico de la cocina taiwanesa, y su popularidad se debe, en parte, a lo rápido y fácil que es prepararlo, perfecto para quienes buscan algo exótico en pocos minutos. Se dice que muchas familias asiáticas lo prefieren para una comida de semana, o para ocasiones en que quieren deslumbrar invitados con algo sabroso pero sin complicaciones: con solo tres ingredientes principales y algunos toques aromáticos, la receta cumple con creces.
Este plato tiene su origen en la provincia de Jiangxi, China, aunque adoptó su identidad definitiva en Taiwán, donde fue refinado y popularizado en los hogares y restaurantes locales. El nombre “tres tazas” proviene de las cantidades iguales de sus componentes esenciales: salsa de soja, vino de arroz y aceite de sésamo. Tradicionalmente, se cocina en cazuela de barro, pero en casa puedes usar cualquier sartén o wok. Es ideal para acompañar con arroz blanco y alguna verdura al vapor, sumando color y frescura al menú. Existen variantes que agregan jengibre, ajo o incluso chiles frescos, para darle un toque más personal.
Receta de pollo a las tres tazas
La receta de pollo a las tres tazas combina trozos jugosos de pollo con una mezcla embriagadora de salsa de soja, vino de arroz y aceite de sésamo. Al cocinarse junto con hierbas y aromáticos como jengibre, ajo y hojas de albahaca (típico en la versión taiwanesa), el plato desarrolla una salsa espesa que recubre cada pieza, asegurando un sabor profundo y equilibrado.
Su preparación es sencilla: solo hay que dorar el pollo y sumarle los ingredientes principales para que el plato se termine de cocinar a fuego medio-bajo. El resultado es un pollo tierno, impregnado de aromas y con una salsa caramelizada irresistible. Es una opción ideal para quienes buscan cocina internacional sin complicaciones ni ingredientes exóticos difíciles de conseguir.
Tiempo de preparación
Preparar el pollo a las tres tazas lleva unos 25 a 30 minutos en total:
- Preparación de ingredientes: 5 a 10 minutos
- Cocción: 15 a 20 minutos
Ingredientes
- 700 g de pollo trozado (muslos o pechuga, deshuesado y sin piel)
- 1/3 taza de salsa de soja (preferentemente baja en sodio)
- 1/3 taza de vino de arroz o jerez seco
- 1/3 taza de aceite de sésamo tostado
- 4 dientes de ajo
- 1 trozo de jengibre fresco (unos 20 g)
- 1 cucharada de azúcar
- 1 puñado de hojas de albahaca fresca (opcional, pero tradicional)
- 1 pimiento rojo fresco (opcional, para un toque picante)
Cómo hacer pollo a las tres tazas, paso a paso
- Cortar el pollo en trozos medianos y reservar.
- Pelar y laminar el jengibre.
- Pelar los ajos y aplastarlos ligeramente.
- Calentar el aceite de sésamo en un wok o sartén grande a fuego medio.
- Agregar el jengibre y los ajos.
- Saltear uno o dos minutos hasta que suelten aroma.
- Incorporar el pollo y dorarlo bien por todos lados, removiendo para que no se pegue.
- Añadir el azúcar y dejar que caramelice ligeramente.
- Verter la salsa de soja y el vino de arroz. Si se utiliza pimiento, agregarlo en este momento.
- Cocinar a fuego medio-bajo, sin tapar, removiendo ocasionalmente hasta que la salsa se reduzca y espese (aproximadamente 10 a 15 minutos).
- Apagar el fuego, agregar las hojas de albahaca y mezclar para integrar todos los sabores.
- Servir de inmediato, acompañado de arroz blanco y, si se desea, verduras al vapor.
¿Cuántas porciones rinde esta receta?
Esta receta rinde aproximadamente 3 a 4 porciones, ideales como plato principal acompañado de arroz.
¿Cuál es el valor nutricional de cada porción de esta receta?
Cada porción estimada contiene aproximadamente:
- Calorías: 350
- Grasas: 20 g
- Grasas saturadas: 4 g
- Carbohidratos: 11 g
- Azúcares: 6 g
- Proteínas: 29 g
Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.
¿Cuánto tiempo se puede conservar esta preparación?
El pollo a las tres tazas se puede conservar en la heladera, bien tapado, por hasta 3 días. Para disfrutarlo en su mejor punto, lo ideal es recalentar en sartén o microondas justo antes de servir.