El director general del OIEA, Rafael Grossi (REUTERS/Lisa Leutner)

El director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, volvió a referirse a los ataques a las instalaciones nucleares iraníes y el estado en el que habrían quedado tras la operación de Estados Unidos.

Creo que la palabra ‘destruido’ es excesiva, pero sufrió daños enormes“, sostuvo el argentino en diálogo con el medio israelí N12 News; al tiempo que añadió: “El ataque provocó daños físicos significativos en las tres instalaciones nucleares”.

“Lo que puedo decir, y creo que todos coinciden, es que los daños son muy, muy, muy significativos”, insistió.

El director del OIEA también expresó este jueves su preocupación ante las reticencias del régimen de Irán respecto a la reanudación de las inspecciones nucleares.

En una entrevista con la emisora francesa RFI, Grossi afirmó que existe “una cierta tensión” en las relaciones entre el OIEA e Irán. Señaló la presencia de “voces políticas” en ese país que consideran que la agencia de la ONU “no fue parcial” por no condenar los bombardeos israelíes, lo que llevó a que los diputados votaran a favor de suspender la cooperación.

Imagen satelital de las instalaciones de Fordow (Maxar Technologies/Handout via REUTERS)

Grossi relató que, después del fin de las hostilidades, envió una carta al ministro iraní de Exteriores para proponer un encuentro y manifestó su disposición a viajar a Irán de inmediato con el objetivo de reanudar las inspecciones. Hasta ahora, dijo no haber recibido respuesta.

Subrayó que la presencia del OIEA en Iránno es una especie de gesto de generosidad” sino “una obligación legal”, una “responsabilidad internacional” para Irán como miembro del Tratado de No Proliferación, el cual exige “un sistema de inspección”.

Grossi dijo esperar que las inspecciones se retomen, ya que, en caso contrario, “estaríamos en puertas de una nueva crisis” y debería convocar al consejo de gobernadores. Advirtió que esto “podría tener consecuencias enormemente graves” porque dejaría a Teherán fuera del Tratado de No Proliferación, algo que, según su percepción, “no es ni su voluntad ni su interés”.

El director del OIEA comentó que antes de la guerra, Irán ya mostraba una cooperación limitada y él mismo había afirmado que “había muchas cuestiones a las que Irán no respondía de forma conveniente”.

Según Grossi, “habíamos encontrado trazas de uranio en lugares donde no deberíamos haberlas encontrado y sus respuestas no eran creíbles. Había disimulación y en cualquier caso no había transparencia”.

Precisó que, aunque “Irán dispone de material en cantidad suficiente” para producir en torno a una decena de bombas atómicas, como él había señalado reiteradas veces, “Irán no tenía el arma nuclear”.

Una vista por satélite muestra una panorámica del complejo subterráneo de Fordow, tras el ataque estadounidense a la instalación nuclear subterránea, cerca de Qom, Irán, el 22 de junio de 2025 (MAXAR TECHNOLOGIES/Handout via REUTERS)

Respecto a las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien afirmó que los bombardeos estadounidenses a instalaciones nucleares alejarían por décadas la posibilidad de que Irán tenga una bomba nuclear, Grossi consideró que eso corresponde a una afirmación “más bien política” con un objetivo militar.

Reconoció que, con la reducción de sus capacidades tras los bombardeos, “será mucho más difícil para Irán continuar con el ritmo que llevaban”. Y añadió que las centrifugadoras de las instalaciones de Fordow “ya no son operativas” tras los ataques estadounidenses.

Grossi se encuentra en París, donde se reunió con el presidente francés, Emmanuel Macron, quien también hizo hincapié en la necesidad de retomar las negociaciones con el régimen iraní acerca de su programa nuclear.