Bolivia se prepara para unas elecciones presidenciales en las que ocho candidatos competirán por el cargo, pero tres concentran gran parte de la atención pública y mediática: el ex mandatario Jorge “Tuto” Quiroga, el empresario Samuel Doria Medina y el líder cocalero y actual presidente del Senado, Andrónico Rodríguez. Los comicios se desarrollarán este domingo y, según los últimos sondeos, los dos primeros mantienen una ajustada disputa en el primer lugar de las encuestas.
Jorge “Tuto” Quiroga: el ingeniero convertido en político
Quiroga, de 65 años, nació en Cochabamba y se formó como ingeniero en Texas antes de trabajar en IBM. Su salto a la política llegó en la década de 1990 como vicepresidente del entonces presidente Hugo Banzer, ex dictador militar que regresó al poder por vía democrática.
En 2001, Banzer renunció por motivos de salud y Quiroga asumió el resto del mandato. Desde entonces, ha intentado tres veces llegar nuevamente a la presidencia: en 2005 y 2014 enfrentó sin éxito al entonces mandatario Evo Morales, y en 2020 se retiró de la contienda poco antes de las elecciones debido a su baja intención de voto.
Candidato por la coalición Libre, Quiroga se presenta como un liberal, aunque su rechazo a lo que denomina “20 años perdidos de socialismo” lo ha convertido en una figura popular entre sectores conservadores. Ha prometido un “cambio sísmico” en caso de ser elegido, con medidas como la firma de tratados de libre comercio con Europa y China, la reducción del tamaño del Estado y la privatización de empresas públicas deficitarias. También ha planteado el retorno de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA), expulsada del país durante el gobierno de Morales, para combatir el narcotráfico.
Samuel Doria Medina: del cemento a las urnas
El empresario paceño Samuel Doria Medina, de 66 años, hizo fortuna en el negocio del cemento y diversificó su actividad con proyectos inmobiliarios y franquicias internacionales, incluida la de Burger King en Bolivia. También construyó el rascacielos más alto del país.
A pesar de su posición económica, se define como socialdemócrata y afirma que su principal fortaleza es la capacidad de unir a bolivianos de diferentes corrientes políticas. “Vengo de una familia humilde… Mi padre tuvo que dejar la escuela a los 14 años”, declaró en una entrevista reciente.
Ex ministro de Planificación, Doria Medina destaca su experiencia empresarial como una herramienta para reactivar la economía nacional. Propone eliminar subsidios a los combustibles, que representan un gasto anual multimillonario, y cerrar empresas estatales que generan pérdidas. A la vez, promete mantener los programas sociales contra la pobreza para mitigar el impacto de esos recortes.
Andrónico Rodríguez: del sindicato cocalero a la presidencia del Senado
Con 36 años, Rodríguez representa a la nueva generación de políticos del Movimiento al Socialismo (MAS), aunque en esta elección no compite por ese partido. Tras la inhabilitación de Evo Morales para un nuevo mandato, decidió postularse por la Alianza Popular, rompiendo con su antiguo mentor.
Su trayectoria política comenzó en los sindicatos cocaleros del Chapare, donde escaló hasta liderar la mayor federación del país, siguiendo los pasos de Morales. Sin embargo, la ruptura con el ex presidente le ha costado el respaldo de una parte importante del electorado del MAS. Morales, incluso, ha llamado a sus seguidores a anular el voto.
Rodríguez defiende lo que llama “austeridad inteligente” y plantea una gestión eficiente de los recursos públicos. Pese a haber llegado a ocupar el tercer lugar en intención de voto, las encuestas más recientes lo sitúan en la cuarta o quinta posición, reflejando las dificultades para consolidar su apoyo fuera del MAS.
Los comicios bolivianos de este domingo se desarrollarán en un contexto de polarización política y tensiones entre visiones opuestas sobre el modelo económico y el papel del Estado. Quiroga y Doria Medina representan corrientes liberales y de centro-derecha con agendas orientadas a la apertura comercial y la reducción del gasto público, mientras que Rodríguez busca capitalizar su experiencia en el movimiento cocalero y su paso por la presidencia del Senado para ofrecer una opción desde la izquierda, aunque distanciada de Morales.
El resultado de esta contienda podría redefinir el rumbo político y económico de Bolivia, así como las alianzas internas y externas del país en los próximos años.
(Con información de AFP)