Algunos de los trapos que se vieron en las tribunas del Hard Rock (Foto: Reuters/Marco Bello)

La Argentina mandó a Estados Unidos una lista de más de 15.000 hinchas con derecho de admisión para los estadios. Se decía que sería un Mundial de Clubes libre de barras. De hecho aquella lista de prohibidos para ingresar a la cancha los lideraban los dueños de los paravalanchas de la Bombonera y el Monumental. Pero ellos siempre tienen una estrategia para decir presente: La Doce, la barra brava de Boca estuvo en el debut en el Hard Rock frente a Benfica, colgó sus banderas, tuvo algún inconveniente con la seguridad privada que terminó cuando acataron la indicación de cambiar el lugar de los “trapos” más grandes y participaron de la fiesta mundialista, algo que se repetirá este viernes frente a Bayern Munich.

En la televisión se vio claramente quienes lideraban la excursión: Mariano Mantarro, mano derecha de Rafael Di Zeo y Gabriel Martín el hermano de Mauro. Los jefes no pueden estar por diferentes razones. El mítico Rafa tiene derecho de admisión impuesto por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich por una causa por presunta tenencia compartida de arma de fuego que resolvió recientemente con una probation mientras que a Mauro le rechazaron en su momento el ingreso a Estados Unidos por las causas judiciales que tenía abiertas, que finalmente terminaron en absoluciones y sobreseimientos. ¿Quién es Mantarro? Apodado Manija, fue una persona íntima de Fernando Di Zeo, con el que iba a la cancha y una vez que aquel falleció paso a ser guardaespaldas de Rafa. Además se hizo conocido en el mundo del boxeo trabajando para varios productores, sobre todo la organización del Chino Maidana. Tal es su relación de intimidad con los Di Zeo que participó con Rafa en el vídeo de la canción “No me ronquen” del artista urbano Zaramay y estuvo también en el casamiento del jefe de la barra. Tuvo derecho de admisión en distintos momentos hasta que salió finalmente de la lista.

En el caso de Gabriel Martín no sólo es el hermano de Mauro sino que fue durante años el profesor de boxeo de Rafael Di Zeo. Estaba lejos de ser barra a comienzos del siglo, cuando atendía un vídeo club, pero con el ascenso de su hermano si bien al principio miraba todo desde afuera terminó ingresando y en un lugar importante.

El tour comenzó unos días antes del inicio del torneo y en total viajaron unos 15 del primer círculo de la barra a los que se sumaron después otros miembros de rangos menores que viajaron por su cuenta. En la bodega del avión, claro, pagaron exceso de equipaje porque sumaron la bandera Jugador Número 12 Presente, la habitual de Leopardi que identifica al grupo de Mauro ya que es el club de Villa Luro de la familia Martín, la de Miguel Presente que recuerda a Miguel Ángel Cedron, asesinado en la interna de la barra en el año 2001 y que era el padrastro de Marcelo Aravena, la otra pata clave de la mesa de la barra y también la del shopping Las Toscas de Canning cuyo dueño es Walter Pérez un hombre con muchas relaciones en el municipio de Ezeiza y en La Doce. Asimismo también estaba la típica de La Doce Pte.

Y si bien todos tienen que acatar las órdenes de Mantarro y Martín, en las imágenes aparecieron otros hombres de importancia en la barra. Ahí por ejemplo en la primera línea se los ve a Teddy, que es quien tiene la gorrita para atrás y a Pikachu Salatino, que está a su lado tatuado y que también viajó al mundial de Qatar y en aquella ocasión se lo vio en la tribuna junto a la barra de Vélez con la correspondiente ropa de Boca, claro. Ambos son hombres de Mauro Martín. También en esa primera línea se pudo observar a Demian Solalindez y a Font, éstos del bando de Rafa. Y por la tele apareció con una bandera de palo Rodrigo Ávalos, otro que tiene voz y voto en la mesa chica. Además del grupo de Aravena estaba uno de sus segundos, Matías, a quien se lo observó colgando la bandera de Miguel Presente.

La presencia de La Doce no pasó inadvertida para los funcionarios de seguridad. Si bien no hubo delegación argentina para colaborar con las autoridades locales como en otros torneos ecumenicos, sí hubo un momento de tensión sobre el final del primer tiempo cuando algunas banderas taparon la visión de otros espectadores y tras una breve negociación se corrió a la más grande poniéndola en otro lugar bastante cercano. Por fuera de La Doce el fenómeno de la hinchada de Boca está revolucionando el mundial a punto tal que generó una nota importante en The New York Times que bajo el título “La irresistible locura de Boca Juniors” resalta que es un club para el pueblo hecho grande por su gente y remarca que es grande no por su equipo, sino por sus hinchas. Algo que podrá comprobarse nuevamente este viernes, cuando el equipo de Miguel Ángel Russo vaya por la clasificación contra el Bayern Munich.

*La bandera de “Jugador N°12″ colgada detrás del arco de Marchesín en el segundo tiempo

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