Estambul se convirtió en el escenario perfecto para la nueva etapa de amor entre la China Suárez y Mauro Icardi. En medio de una pausa en los conflictos con Wanda Nara y con los hijos de ambos disfrutando de su tiempo en Buenos Aires junto a sus familias, la actriz y el futbolista viven una escapada digna de novela: lujos, paisajes soñados a orillas del Bósforo y el descanso que solo la intimidad puede regalar. Pero esta luna de miel no es solo para dos; los acompaña incondicionalmente Marcelo Mancha La Torre, el amigo entrañable de la China, sumando complicidad y cercanía a esta travesía exclusiva bajo el sol turco.
La conversación en redes volvió a girar en torno a La Torre luego de una imagen publicada por Icardi que rápidamente se hizo viral. “Mi capitana”, tituló el delantero de Galatasaray al retratar a su pareja sobre la cubierta de un yate de lujo. El registro fue tan espontáneo como sofisticado: la China, en bikini negra, el cabello recogido y las gafas oscuras que realzan su estilo, se muestra sentada con soltura en uno de los sillones blancos del deck. El reflejo soleado sobre la madera impecable del yate y la bandera roja de Turquía flameando se suman a una atmósfera que transpira distensión y disfrute.
Pero la historia detrás de esa foto tiene más capítulos. No se trató de un momento privado ni romántico estrictamente de pareja: la presencia de Mancha no pasó desapercibida. Y es que el propio amigo de la actriz compartió una imagen del exterior de la embarcación, revelando su lugar en la escapada y disipando dudas sobre su cercanía con el clan. La pregunta sobre quién es exactamente La Torre y qué papel juega en la vida de la China volvió con fuerza en el ambiente digital y en los ciclos de espectáculos locales.
El vínculo entre Suárez y La Torre no es reciente, ni producto de esta nueva etapa con un futbolista internacional. Muy por el contrario, la amistad se remonta a años atrás, incluso cuando la actriz mantenía una relación con Benjamín Vicuña. Según reveló el ciclo Socios del Espectáculo (El Trece) en 2022, durante la efervescencia mediática del Wandagate, Marcelo resultó ser una figura clave: fue el intermediario para que la China pudiera retomar el contacto con Icardi a través de su teléfono, cuando el jugador la tenía bloqueada. Ese misterio, rodeado de especulaciones y versiones en los programas de espectáculo, consolidó a La Torre como un verdadero escudero y confesor de la intimidad de la actriz.
Pero hay más. En ese mismo programa, la periodista Paula Varela aseguró al aire que fue Marcelo uno de los que animaba a la China a dar el primer paso hacia el futbolista, y que el círculo de confianza se completaba con el estilista Juanma Cativa. Según explicó, la relación de Mancha y la actriz surgió años antes del nacimiento de Rufina, la hija que la China tuvo con Nico Cabré. “Era el menos mediático”, describieron entonces, en contraste con otros nombres vinculados al entorno.
La vida personal de La Torre permanece, en parte, alejada del ojo público. Sus redes sociales, protegidas en modo privado, dejan entrever aun así su itinerario y su relación familiar y profesional con la actriz. Radicado en Villa Ruiz, una localidad semi rural del partido de San Andrés de Giles en la provincia de Buenos Aires, La Torre se dedica a la producción de contenidos audiovisuales y mantiene una estrecha relación con los hijos de Eugenia, en especial con Magnolia, con quien comparte imágenes llenas de ternura. Su círculo cercano también incluye a la diseñadora Natalia Antolín, amiga de Suárez y anfitriona de varios momentos compartidos.
Así, la intensa estadía de la pareja en Estambul suma otro capítulo a esta historia que sigue despertando miradas y comentarios. Entre paseos por yates de lujo, amistad, confidencias y atardeceres sobre el Bósforo, la pareja y su entorno disfrutan de una etapa lejana al ruido mediático, pero tan luminosa que contagia curiosidad y desvela una cotidianeidad de privilegio y lazos de afecto.