
Luana Lopes Lara, la multimillonaria más joven del mundo hecha a sí misma, irrumpió en el escenario global tras el ascenso de la plataforma de mercado de predicciones Kalshi, valorada en USD 11.000 millones. Su historia, destacada por Forbes, representa un caso singular de éxito emprendedor femenino en el sector tecnológico y financiero, sin herencia previa y con una trayectoria marcada por la resiliencia y la innovación.
Nacida en Santa Catarina, Brasil, la joven de 29 años creció en un entorno familiar orientado a la ciencia y la tecnología: su madre es profesora de matemáticas y su padre, ingeniero eléctrico. Desde pequeña, combinó su pasión por la danza clásica con una vocación académica que la llevó a obtener la medalla de oro en la Olimpiada Brasileña de Astronomía y el bronce en la Olimpiada de Matemáticas de Santa Catarina.
Su formación en la Escuela de Teatro Bolshoi de Brasil fue especialmente exigente. Forbes relata que sus profesores utilizaban métodos extremos para forjar disciplina, como sostener cigarrillos encendidos bajo su pierna durante los ejercicios. Tras graduarse de la secundaria, trabajó como bailarina profesional en Austria durante nueve meses antes de decidirse por la informática y mudarse a Estados Unidos para estudiar en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Durante su etapa universitaria en el MIT, Lopes Lara conoció a Tarek Mansour, quien había crecido en el Líbano y compartía su interés por la informática. Ambos formaban parte del mismo grupo de estudiantes internacionales y se hicieron amigos al sentarse juntos en clase y colaborar en proyectos académicos.

En 2018, realizaron una pasantía en Five Rings Capital en Nueva York, donde surgió la idea de crear un mercado de predicciones. Lopes Lara explicó a Forbes que identificaron una oportunidad al observar que “la mayoría de las operaciones bursátiles ocurren cuando las personas tienen una visión del futuro y luego intentan encontrar la manera de plasmarla en los mercados”. Decididos a materializar esta visión, postularon su proyecto a la aceleradora Y Combinator y fueron aceptados en 2019.
Kalshi, cuyo nombre significa “todo” en árabe, se consolidó como una plataforma que permite a los usuarios apostar sobre resultados de eventos futuros, desde elecciones y partidos deportivos hasta fenómenos de la cultura pop. El 90% del volumen actual de la empresa corresponde a apuestas deportivas, aunque la diversidad de mercados es uno de sus principales atractivos.
Los usuarios pueden invertir en preguntas tan variadas como “¿Donald Trump publicará alguno de los archivos de Epstein?” o “¿Bitcoin volverá a superar los USD 100.000 este año?”. Desde la obtención de la aprobación legal, el volumen de operaciones de Kalshi creció un 1.000% respecto al año anterior y actualmente supera los USD 1.000 millones semanales.
El camino hacia la legalidad fue arduo. Los fundadores de Kalshi enfrentaron una prolongada batalla para obtener la aprobación federal necesaria para operar, contactando a más de 40 bufetes de abogados sin éxito inicial, como relata Forbes.

Lopes Lara recuerda: “Al salir de la universidad, asumimos un riesgo descomunal. Estuvimos dos años sin un solo producto —nada lanzado— y si no nos regulaban, la empresa simplemente se iría a cero”.
Finalmente, con la ayuda de Jeff Bandman, ex funcionario de la Comisión de Negociación de Futuros de Productos Básicos de Estados Unidos (CFTC), lograron la autorización en noviembre de 2020 para operar como mercado de contratos designado (DCM). Esta aprobación federal distinguió a Kalshi de competidores como Polymarket, que enfrentó sanciones por operar sin registro, según Forbes Ecuador.
La lucha regulatoria continuó cuando la CFTC rechazó los contratos electorales de Kalshi antes de las elecciones presidenciales de 2024, argumentando que se asemejaban a juegos de azar. Lopes Lara impulsó la decisión de demandar a la CFTC, y en septiembre de 2024, un juez federal falló a favor de Kalshi, permitiendo la oferta de los primeros contratos electorales legales en Estados Unidos en más de un siglo.
El crecimiento de Kalshi ha sido meteórico. En menos de seis años, la empresa alcanzó una valoración de USD 11.000 millones, con rondas de inversión lideradas por Paradigm y la participación de Sequoia Capital, Andreessen Horowitz e Y Combinator, según Forbes Ecuador.
Los cofundadores mantienen aproximadamente el 12% de la empresa cada uno, lo que eleva su patrimonio personal a USD 1.300 millones.
La compañía ha cerrado acuerdos con plataformas como Robinhood y Webull, y ha establecido alianzas con la Liga Nacional de Hockey, StockX y Google Finance. En enero, Donald Trump Jr. se incorporó al consejo asesor de Kalshi, aportando visibilidad nacional.
El ascenso de Lopes Lara generó repercusión internacional y la ha convertido en un símbolo de liderazgo femenino y emprendimiento sin herencia previa.

Kalshi enfrenta actualmente presión regulatoria a nivel estatal en Estados Unidos, especialmente por la naturaleza de sus contratos deportivos, ya que algunos estados argumentan que deberían estar regulados y gravados como actividades de juego.
A pesar de estos desafíos, la confianza de los inversores en la capacidad de los fundadores para superar obstáculos permanece intacta. Lopes Lara atribuye parte de su resiliencia a la disciplina adquirida en el ballet: “Existen pocos entrenamientos mejores para superar una negativa y seguir adelante que ser bailarina profesional”, destacó.
El caso de Luana Lopes Lara y Kalshi ilustra cómo la innovación, la perseverancia y la visión pueden transformar el panorama financiero global, abriendo nuevas posibilidades para el liderazgo joven y femenino en la tecnología.
Para Michael Seibel, socio emérito de Y Combinator, el potencial de impacto de Kalshi apenas comienza a desplegarse, anticipando un futuro de gran influencia para la plataforma y su fundadora.