Wanda Nara se encuentra en un momento personal complicado, tramitando el divorcio con Mauro Icardi en Italia, peleando por la custodia de sus dos hijas mujeres. Si bien su vida personal se encuentra en una etapa de pleno conflicto, en lo laboral está más estable: estará al frente de la conducción de MasterChef y tiene planeado lanzar nuevas canciones.
Nara sorprendió en las últimas horas al mostrarse en su hogar del exclusivo barrio Santa Bárbara junto al joven cantante Kaydy Cain. La imagen, compartida en redes sociales, generó rápidamente rumores y especulaciones por la presencia del artista en la residencia de la empresaria argentina. Sentados en una terraza con vista al lago, ambos se mostraron en actitud relajada, lo que despertó la atención tanto de seguidores como de la prensa de espectáculos.
Kaydy Cain, cuyo nombre real es Daniel Gómez Carrero, se ha consolidado en la escena musical urbana de España durante la última década. Su carrera comenzó como parte de Pxxr Gvng, un colectivo que revolucionó el trap y le permitió posicionarse en el hip hop hispanohablante a partir de la segunda mitad de la década de 2010. Allí integró el álbum “Los Pobres” en 2015, con el que el grupo logró notoriedad en la incipiente movida del género.
Las influencias que forjaron el estilo de Kaydy Cain son diversas y atraviesan tanto el hip hop estadounidense —con referentes como Gucci Mane y Waka Flocka Flame— como los sonidos caribeños de artistas como el salsero Héctor Lavoe. Su perfil no solo se reconoce en los ritmos y líricas que cultiva, sino también en su identidad visual: el cantante lleva tatuados en la piel a figuras icónicas como Camarón, Héctor Lavoe, The Notorious B.I.G. o Cano Estremera, muestra de la fusión de culturas que define tanto su música como su imagen personal.
En 2017, Gómez Carrero lanzó “Calle Amor”, su primer álbum solista, donde se alejó del trap puro para explorar sonidos más próximos al reggaetón y la bachata. Las dieciocho canciones que integran el álbum reflejan vivencias de la vida urbana, con letras que abordan temas como las peleas, el consumo de drogas y la prostitución. El videoclip de “Perdedores del barrio” fue el más visto de España a finales de octubre de ese año, rodeado de polémica por ser señalado como un ataque directo a C. Tangana, figura preeminente del urbano español y entonces líder en los rankings de streaming.
Tras ese debut, siguió lanzando sencillos que acapararon la atención de la escena. En 2018 publicó “Puro malianteo” y “No Dreams”, que sumaron rápidamente cientos de miles de visualizaciones en YouTube y consolidaron su reputación de innovación y autenticidad. Un año después, los discos “Lo mejor de lo peor” y “NBA” ratificaron su éxito en la música urbana, volviéndolo una pieza insoslayable de la movida española.
En las redes sociales, L-Gante lo sigue, por lo que la conexión con Wanda se sigue manteniendo a pesar del conflicto que protagonizaron semanas atrás, en el que el cantante de cumbia 420 tomó la decisión de dejar de seguirla en las redes sociales.
A finales del mes de julio fue cuando hizo el último anuncio de su carrera musical. Mientras se encontraba de vacaciones en Milán, la cantante de “Bad Bitch” mostró un poco de la nueva canción que va a lanzar. Con un ritmo electro pop se la escucha decir varias veces la palabra tóxica, de lo que se la acusó en varias ocasiones. Como si esto fuera poco, eligió promocionarla con su Lamborghini de color rosa.
En el estacionamiento de su departamento en la ciudad italiana, se la puede ver escribiendo sobre el automóvil con un aerosol de color negro. La palabra tóxica de un lado, su nombre del otro y en el capo Milano y una vez que terminó de pintarrajear el vehículo se fue manejando. “Tóxica. Próximamente”; fue todo lo que escribió en el pie del video que rápidamente se llenó de “me gustas” y de comentarios.
Todo el corto que compartió con sus 17 millones de seguidores está plagado de significados: se la acusó de tóxica en múltiples ocasiones, Milán es la ciudad en la que vivieron durante años junto a sus dos hijas y los tres hijos de Nara con Maxi López, el auto en realidad fue un regalo que recibió Icardi por parte del Inter años atrás.