A 10 días del brutal crimen de la psiquiatra Virginia Franco, encontrada muerta el pasado 15 de noviembre en su casa de City Bell, La Plata, personal de la DDI departamental concretó la detención de Gustavo Javier Echeveguren, el principal sospechoso. Se trata de un jardinero de la zona que solía trabajar para la víctima desde que heredó la cartera de clientes de un colega que se había jubilado recientemente.
Echeveguren tiene 38 años y vivía a menos de 20 cuadras de la casa de la víctima. Según pudo corroborar Infobae, tenía domicilio fijado en City Bell y parientes en el asentamiento IAPI de Quilmes, sin trabajos en blanco registrados en su historia ni redes sociales a su nombre.
Fue atrapado en el marco de la investigación que lleva adelante el fiscal Álvaro Garganta, con una batería de medidas de prueba como una segunda autopsia, un extenso barrido de cámaras y la toma de testimonios en el entorno de la víctima.

Según pudo saber este medio, Echeveguren cuenta con antecedentes penales por dos intentos de hurto cometidos días después del crimen de Franco.
Al momento de su detención, tenía entre sus pertenencias un pasaje de micro de la empresa Flecha Bus con destino a la provincia de Tucumán para este martes a las 19, horas antes de su arresto. Lo capturaron en la esquina de su casa, con el bolso ya armado y presto para iniciar su plan de fuga.
La prueba que cerró la pista en contra del principal sospechoso, a la que accedió este medio, fue una filmación de cámaras de seguridad de la cuadra del crimen, que muestra al sospechoso con una mochila cargada y una bicicleta que habría robado de la casa de Franco, y que pertenecía al fallecido esposo de la víctima.
El crimen de Franco fue salvaje. Además de la puñalada en el cuello de la víctima, de seis centímetros de largo, los forenses hallaron una herida cortante en la zona del mentón, en ambos parpados, la muñeca y más cortes en dedos de una de las manos, además de un golpe en su cabeza.

La hipótesis de un crimen en ocasión de robo, al comienzo, no cerraba del todo. Se encontró el televisor de la víctima, así como una caja con alhajas En un momento se sospechó de un posible acosador, pero esa teoría no prosperó. Si Echeveguren robó, entonces no robó nada realmente de valor, al menos, no de valor monetario.
Por otra parte, los investigadores descubrieron que el teléfono y la computadora de la psiquiatra fueron encendidos por última vez el día 13 de este mes. Las cámaras que muestran al jardinero ir y venir, y que ilustran esta nota, datan, precisamente, de ese día. Además de la bicicleta, el video lo muestra transportando una escalera para los trabajos en altura.
El barrio tampoco ayudó al presunto asesino, debido a que fueron los mismos vecinos de Franco los que declararon que ninguno de ellos le había encargado trabajo a Echeveguren aquel jueves.

Así, cinco días atrás, los detectives encontraron su nombre y su teléfono. Descubrieron que planeaba escapar a Tucumán. También, que tenía parientes en una villa en Quilmes que podrían refugiarlo. Lo capturaron en la esquina de su casa, con el bolso ya armado.
Pablo B., de 45 años, el amigo de Franco que reportó el hallazgo del cadáver, fue demorado al comienzo de la investigación y liberado en cuestión de horas luego de declarar como testigo. Su aporte fue esencial para la investigación. Entregó, por ejemplo, la clave de la computadora de la psiquiatra.