CIUDAD DEL VATICANO.- Irónico, leal y figura de unión con las congregaciones. Nacido en el pequeño pueblo de Borno, en Val Camonica, el cardenal Giovanni Battista Re -decano del Colegio Cardenalicio- será uno de los protagonistas visibles en los próximos días, especialmente durante el momento más exigente: las celebraciones del funeral del papa Francisco, previstas para el sábado 26 de abril.
Con 91 años recién cumplidos el pasado 30 de enero, Re proviene de una familia campesina, aunque su padre era carpintero y su madre ama de casa. Tiene un hermano y cinco hermanas, una de las cuales es religiosa.
Ingresó al seminario de Brescia con apenas once años, en 1945, justo después de la Segunda Guerra Mundial. Allí cursó estudios medios y superiores, además de filosofía y teología.
Fue ordenado sacerdote por el obispo de Brescia, monseñor Giacinto Tredici, el 3 de marzo de 1957.
Durante años fue representante de la Santa Sede en el exterior, primero en Panamá y luego en Irán, antes de regresar al Vaticano para trabajar en la Secretaría de Estado, donde permaneció durante 28 años.
El 9 de octubre de 1987 fue promovido a secretario de la Congregación para los Obispos y recibió la ordenación episcopal de manos de Juan Pablo II en la Basílica Vaticana el 7 de noviembre del mismo año, con el título de arzobispo titular de Vescovo. Simultáneamente, fue secretario del Colegio Cardenalicio.
Su colaboración con Juan Pablo II fue constante. Como sustituto de la Secretaría de Estado, acompañó al pontífice en numerosos viajes apostólicos tanto en Italia como en el extranjero. Como obispo, eligió el lema “Virtus ex alto” (La fuerza viene de lo alto).
Nombrado cardenal en 2001 por el propio Juan Pablo II, participó en el cónclave de abril de 2005 que eligió a Benedicto XVI y en el de marzo de 2013 que eligió a Francisco.
El 18 de enero de 2020, Francisco aprobó su elección —por parte de los cardenales del Orden de los Obispos— como decano del Colegio Cardenalicio. Un cargo que el propio Bergoglio le prorrogó el pasado 7 de enero, como muestra de la gran estima que le tenía.
Con Francisco siempre tuvo una relación marcada por la sintonía y la fidelidad. Persona de confianza y hábil diplomático, Re es también un hombre con sentido político y gran conocedor de la diplomacia vaticana. Siempre fue amable con los periodistas, aunque reservado con la información.
Este sábado será él quien celebre los funerales de Jorge Mario Bergoglio, ocupándose también de los invitados internacionales y de una ceremonia que atraerá la atención del mundo entero.
Agencia ANSA