El invierno meteorológico ya empezó en el hemisferio sur. Por un lado, el Servicio Meteorológico Nacional pronosticó que en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) habrá mayor probabilidad de temperaturas y lluvias en un nivel superior a lo normal para la época del año.
Si bien el informe climático trimestral de SMN estimó que puede ser una estación más cálida de lo habitual en el AMBA, esto no significa que no se registren días muy fríos.
Desde el Departamento de Ciencias de la Atmósfera de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), la científica Soledad Collazo elaboró el índice de extremos en las temperaturas para gran parte de la Argentina.
Para junio, julio y agosto, ese índice anticipó que podría haber una mayor ocurrencia de extremos fríos de la temperatura mínima en el este de la Argentina: el AMBA, el resto de la provincia de Buenos Aires, Santa Fe y las provincias mesopotámicas.
En cambio, se registraría una menor ocurrencia de extremos fríos de la temperatura mínima principalmente en el Noroeste (NOA) y condiciones normales en las provincias de La Rioja y San Juan. El índice no cubrió la zona de la Patagonia argentina.
En diálogo con Infobae, la doctora Collazo explicó: “Lo que se pronostica es la probabilidad de tener muchos días con temperaturas mínimas muy frías (dentro del 10% mas frías) en el trimestre. No necesariamente tienen que ser días consecutivos, como se requiere para que sea considerada una ola de frío”.
Un evento de ola de frío se define cuando las temperaturas máximas y mínimas igualan o son inferiores por lo menos durante 3 días consecutivos y en forma simultánea.
Además, Collazo detalló que “en las regiones del país donde se pronostica una mayor probabilidad de ocurrencia por encima de lo normal de extremos fríos implica que es probable que haya más de 12 días con temperaturas mínimas extremadamente frías en junio, julio y agosto. Pueden o no ser días de mucho frío consecutivos”.
El umbral de esas temperaturas mínimas extremas varía según la localidad. “Se está pronosticando una mayor probabilidad de ocurrencia de extremos fríos de la temperatura mínima en Misiones (excepto el norte), Corrientes, Entre Ríos, centro y sudeste de Santa Fe, y centro y oeste de la provincia de Buenos Aires”, afirmó Collazo en la entrevista con Infobae.
Por su parte Matilde Rusticucci, profesora emérita de la Universidad de Buenos Aires, investigadora del Conicet y coautora de informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), aclaró que en el caso de la ciudad de Buenos Aires, la temperatura mínima extrema es 2,8 grados.
“Hay una alta probabilidad de que más de 13% de los días del invierno en Buenos Aires podrían registrar temperaturas mínimas por debajo de los 2,8 grados. Aunque no se puede precisar si se tratará de una ola de frío o no”, dijo Rusticucci.
Qué pasó en 2024 con el frío extremo
El año pasado, sí se registraron dos olas de frío durante el invierno en el territorio de la Argentina. Una de ella fue desde el 17 al 29 de junio en la región sur de la Patagonia.
Específicamente, el fenómeno afectó a la población de las provincias de Santa Cruz y Tierra del Fuego. Las temperaturas mínimas oscilaron entre los 18 y los 5 grados bajo cero.
Luego, desde el 4 al 14 de julio, la franja central del país sintió el ingreso persistente de aire polar.
Las temperaturas extremas llegaron hasta 12 grados bajo cero, con heladas intensas en varias provincias. En algunas localidades, las condiciones de ola de frío alcanzaron o superaron una semana.
Ante la probabilidad de que haya días muy fríos, la experta consideró que se deben tomar precauciones para cuidar la salud, especialmente de los grupos más vulnerables.
“Se sabe que las temperaturas mínimas tanto como las máximas extremas pueden aumentar la mortalidad. Por eso, hay que prestar atención a las alertas y a las actualizaciones de los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional”, aconsejó. Además, el organismo público brindó estas recomendaciones:
- Evite exponerse mucho tiempo al frío
- Hay que estar más en movimiento para mantener el calor corporal
- Se deben evitar los cambios bruscos de temperatura
- Se les debe prestar más atención a los niños, las personas mayores y a las que tienen enfermedades crónicas porque tienen más riesgos de ser afectadas por las temperaturas bajas
- Se debe calefaccionar el hogar de manera segura
- Hay que tomar agua segura de manera frecuente y evitar el consumo de alcohol ya que conduce al descenso de la temperatura corporal