El líder liberal Mark Carney ganó las elecciones como primer ministro de Canadá tras una reñida jornada electoral marcada por los roces con el presidente estadounidense, Donald Trump. En su primer discurso, tras confirmarse los resultados, el hombre de 60 años se dirigió a su nación con un claro mensaje: no se dejará doblegar por las presiones de Estados Unidos.
El discurso de victoria de Carney, con críticas a la administración Trump
Durante su intervención en las primeras horas del martes 29 de abril, el nuevo primer ministro afirmó que su país está listo para defender su soberanía frente a lo que calificó como intentos de intimidación por parte del gobierno estadounidense. “Como he venido advirtiendo durante meses, EE.UU. quiere nuestra tierra, nuestros recursos, nuestra agua, nuestro país. El presidente Trump está intentando quebrarnos para que pueda adueñarse de nosotros”, dijo Carney, según lo retomado por CNN. “Eso jamás sucederá”, agregó.
Donald Trump intervino activamente durante la campaña de su país vecino del norte, entre sus medidas impuso aranceles a productos canadienses y sugirió que Canadá debería integrarse como el estado número 51 de EE.UU. A través de redes sociales, el presidente estadounidense escribió que su propuesta traería beneficios económicos mutuos, por lo que se eliminarían los aranceles y ampliarían el acceso comercial.
“Elijan al hombre con la fuerza y la sabiduría para reducir sus impuestos a la mitad, aumentar su poder militar, gratis, al máximo nivel mundial, y cuadruplicar su tamaño de automóviles, acero, aluminio, madera, energía y todos los demás negocios, sin aranceles ni impuestos”, escribió en su cuenta de Truth Social el lunes 28 de abril cuando los canadienses se dirigían a votar.
“EE.UU. ya no puede subsidiarlos a Canadá con los cientos de miles de millones de dólares anuales que hemos gastado en el pasado. No tiene sentido, a menos que Canadá sea un estado”, agregó el republicano.
Estas declaraciones provocaron una reacción generalizada en el país norteamericano de la hoja de arce, lo que influyó en el resultado de las elecciones y consolidó el respaldo a Carney, quien basó buena parte de su campaña en la defensa de la soberanía nacional.
Aranceles y tensiones comerciales como eje del conflicto
Uno de los factores que encendió el conflicto bilateral fue la decisión de Trump de duplicar los aranceles al acero y aluminio canadienses hasta un 50%, en respuesta a medidas tomadas por la provincia de Ontario sobre tarifas de electricidad. Aunque más tarde reconsideró esta decisión tras comunicarse con autoridades provinciales y los impuestos quedaron a un 10%.
Las nuevas tarifas también afectaron a sectores como los autos, la construcción y la electrónica, y pusieron en riesgo el comercio bilateral bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Canadá, que suministra cerca del 20% del acero y el 50% del aluminio que importa EE.UU., se vio duramente afectada por las restricciones comerciales. Las autoridades canadienses advirtieron sobre posibles consecuencias económicas adversas, lo que incluye el aumento de precios, pérdida de empleos y riesgo de recesión.
Carney aseguró que su administración adoptará medidas para reducir la dependencia del mercado estadounidense, impulsar la producción nacional y diversificar los lazos económicos internacionales. “Tenemos muchas otras opciones además de EE.UU. para generar prosperidad para todos los canadienses”, expresó.
El nuevo mandatario adelantó que buscará reforzar alianzas con países europeos. Su primer viaje oficial al extranjero fue a Europa, donde se reunió con líderes británicos y franceses para promover acuerdos de cooperación económica, militar y de seguridad.
También afirmó que está dispuesto a dialogar con la Casa Blanca, pero que las negociaciones deben darse entre “dos naciones soberanas” y sin imposiciones unilaterales.
Contexto político y perfil del nuevo primer ministro de Canadá
Antes de su llegada al poder, Carney se desempeñó como gobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra. Su experiencia económica fue clave para posicionarse como un líder capaz de gestionar crisis.
El empresario tomó el control del Partido Liberal tras la renuncia de Trudeau, quien se retiró del liderazgo luego de enfrentarse a una caída en las encuestas y tensiones internas dentro del gabinete. El nuevo primer ministro heredó una situación desafiante marcada por una inflación elevada y un costo de vida creciente.
El Partido Liberal logró su cuarta victoria consecutiva, aunque con posibilidades de formar solo un gobierno minoritario, ya que los resultados fueron de 151 escaños frente a los 129 del Partido Conservador liderado por Pierre Poilievre.