El crimen organizado ha sido señalado como uno de los principales actores responsables de las desapariciones forzadas en México, una dinámica vinculada al control territorial, el tráfico de drogas, la trata de personas y otros delitos. Los grupos delictivos recurren a estas prácticas para infundir temor entre la población, eliminar a sus rivales o castigar a personas que consideran una amenaza.
De acuerdo con datos del el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) actualmente en México hay más de 125,000 personas desaparecidas y entre las razones por las que ha sido complicado rastrear a las víctimas se encuentra el trabajo de sicarios especializados en la eliminación de evidencia.
Algunos de estos sicarios son conocidos como “pozoleros” término utilizado para referirse a personas vinculadas al crimen organizado, particularmente a los cárteles de la droga, que se especializaban en disolver cuerpos de víctimas en sustancias químicas, como sosa cáustica, para eliminar evidencias de asesinatos.
¿Qué fue el primer pozolero?
Santiago Meza López, mejor conocido bajo el alias de el «pozolero», fue el encargado de desaparecer a las víctimas del Cártel de los Arellano Félix, en especial de Teodoro García Simental, ‘El Teo’ y su hermano Emmanuel, ‘El Muletas’, a quienes se les atribuye el deceso de por lo menos 300 personas.
A mediados de la década de los 2000, los hermanos García Simental tenían asolado todo el estado de Baja California con múltiples asesinatos, producto de los conflictos entre miembros del Cártel de Sinaloa y el de Tijuana.
Meza López por muchos años estuvo disolviendo los cuerpos en sosa cáustica dentro de un tambo de 200 litros, actividad por la que le pagaban 7 mil pesos a la semana, según datos de la periodista Anabel Hernández en su libro ’Los Señores del narco‘.
“Desde mediados de la década de 1980, Teodoro García Simental, ‘El Teo’ y su hermano Emmanuel, ‘El Muletas’, se convirtieron en integrantes de los Arellano Félix, tenían asolado al estado de Baja California, a estos dos individuos se les atribuye la muerte y desaparición de cuando menos 300 personas, para ellos trabajaba el hoy tristemente célebre ‘Pozolero’, quien por 7 mil pesos a la semana disolvía en sosa cáustica a las víctimas de la banda de ‘El Teo’”, se lee en libro de Anabel Hernández.
Tras ser aprendido por las autoridades mexicanas el 25 de enero de 2009 en Tijuana, el “pozolero” reveló que su jefe directo Teodoro García le enseñó a él y otros subordinados cómo disolver los cuerpos de sus víctimas, para ello los colocaba en tambos o barriles metálicos y los cubría con una solución de sosa cáustica (hidróxido de sodio) mezclada con agua. Este compuesto químico altamente corrosivo descomponía los tejidos orgánicos, reduciendo los restos a una sustancia líquida o viscosa.
En 2012, Meza López recibió una condena de 10 años por delincuencia organizada, asociación delictuosa e inhumación clandestina, considerada insuficiente por colectivos de víctimas, por lo que en 2024, fue sentenciado a 30 años y ocho meses por los mismos delitos, además de secuestro. Actualmente permanece en el Centro Federal de Readaptación Social No. 1 (Altiplano) en el Estado de México
Por su parte, su líder “El Teo” fue capturado el 12 de enero de 2010 en un operativo conjunto de la Policía Federal, el Ejército y la Marina, para luego ser trasladado al penal del Altiplano a la espera de una sentencia definitiva.
El terrible legado de los “pozoleros”
A pesar de que el cártel de Tijuana se debilitó con el paso de los años y la captura de sus principales líderes, las técnicas de desaparición de evidencia empleadas por sus miembros no desaparecieron por completo, pues fueron replicadas por otros grupos del crimen organizado en México como los Zetas o el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El pasado 4 de abril el Comité contra la Desaparición Forzada (CED, por sus siglas en inglés) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tomó la decisión de activar el procedimiento estipulado en el artículo 34 de la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas.
Según informó el presidente del Comité, Olivier de Frouville, esta medida responde a información fundamentada que indica que las desapariciones forzadas se llevan a cabo de manera generalizada o sistemática en el territorio bajo la jurisdicción de México
El fenómeno de las desapariciones forzadas en México ha sido señalado como un problema persistente y alarmante. Durante una visita realizada en 2021, el Comité ya había identificado este delito como un fenómeno sistemático en el país. Desde entonces, ha recomendado la implementación de una Política Nacional para Prevenir y Erradicar las Desapariciones, una medida que, según organizaciones de derechos humanos, no se ha adoptado de manera efectiva.