El pasado jueves, Rocío, de 55 años, era asesinada presuntamente por su pareja. Se trata del décimo caso de asesinato por violencia de género en lo que va de año. No existían denuncias previas por violencia machista contra el presunto agresor y no había registro en el Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (VioGén).
VioGén de uno de los mecanismos que buscan frenar los feminicidios en España. Su objetivo es “establecer una tupida red que permita el seguimiento y protección de forma rápida, integral y efectiva de las mujeres maltratadas, y de sus hijos e hijas, en cualquier parte del territorio nacional”, según detalla el Ministerio de Interior en su página web.
Se puso en funcionamiento en 2007, y desde entonces hasta marzo de 2025, se han abierto 855.710 casos y actualmente hay 100.723 activos. De estos, 27 son de riesgo extremo, 877 de riesgo alto, 13,088 de riesgo medio, 42.910 de riesgo bajo y 43.821 de riesgo “no apreciado”. Cada nivel lleva asociadas una serie de medidas de protección y seguimiento, de aplicación obligatoria, que varían en intensidad según el nivel de riesgo del caso en cada momento.
Cómo funciona VioGén
La primera evaluación que establece el nivel de riesgo de violencia la realizan los agentes policiales que instruyen las diligencias tras una denuncia, ya sea de la propia víctima o por alguien de su entorno. Incluso un atestado policial puede dar inicio a la protección. Los agentes se encargan de las investigaciones a través del formulario VPR, “que contempla factores de riesgo de tipo histórico que, por haberse producido en el pasado, permiten realizar estimaciones futuras”, conforme detallan desde Interior. A través de preguntas y pesquisas, rellenan el cuestionario y establecen el nivel de riesgo.
El resultado de la valoración se comunica a la Autoridad Judicial y, en su caso, al Ministerio Fiscal, en un informe que se incluye en las diligencias y que recoge la información sobre los principales factores de riesgo apreciados. Cuando el nivel de riesgo es medio, alto o extremo, “se informará a la víctima y se llevarán a cabo las medidas necesarias”:
- En el caso de riesgo medio, entre las medidas obligatorias se incluyen la “vigilancia ocasional y aleatoria” en la vivieda y el lugar de trabajo de la víctima, así como en entrada y salida de los centros escolares de los hijos; y el acompañamiento a la víctima en actuaciones de carácter judicial, asistencial o administrativo, cuando se considere que puede existir algún tipo de riesgo.
- En el caso de riesgo alto, se establece “vigilancia frecuente y aleatoria» la casa y el trabajo de la víctima, así como en los centros escolares de los hijos; “insistir a la víctima” en su traslado a un centro de acogida o al domicilio de un familiar durante los primeros días, “especialmente si no se ha procedido a la detención del autor”; e instar el seguimiento obligatorio del agresor mediante dispositivos electrónicos, así como control esporádico de los movimientos del agresor.
- En el caso de riesgo extremo, la víctima será vigilada permanente, “hasta que las circunstancias del agresor dejen de ser una amenaza inminente”; “control intensivo de los movimientos del agresor,” hasta que deje de ser una amenaza; vigilancia de los centros escolares de los hijos; y diseño de un plan de seguridad personalizado para cada víctima.
Ayuda para las víctimas
El teléfono 016, las consultas online a través del email 016-online@igualdad.gob.es, el canal del WhatsApp en el número 600 000 016 y el chat online, accesible desde la página web violenciagenero.igualdad.gob.es, funcionan las 24 horas, todos los días de la semana y están a disposición de todas aquellas mujeres que lo necesiten.
En el 016 se puede pedir asesoramiento sobre los recursos disponibles y los derechos de las víctimas de todas las formas de violencia contra la mujer, así como asesoramiento jurídico de 8 h a 22 h todos los días de la semana, con atención en 53 idiomas y un servicio adaptado a posibles situaciones de discapacidad.
Ante una situación de emergencia se puede llamar al 112 o a los teléfonos de emergencias de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). En caso de que no sea posible realizar una llamada y ante una situación de peligro, se puede utilizar la aplicación ALERTCOPS, desde la que se enviará una señal de alerta a la policía con geolocalización.
Estos medios de asistencia pueden ser activados por la víctima y también por cualquier persona que conozca o sospeche de un caso de violencia de género. “Es un deber de toda la sociedad”, recuerda el Ministerio de Igualdad de su página web.