Un residente hace un gesto mientras se encuentra cerca de edificios dañados por los ataques militares rusos, en medio del ataque de Rusia a Ucrania, en la ciudad de primera línea de Myrnohrad, región de Donetsk, Ucrania (REUTERS/Anatolii Stepanov)

El Ejército ruso lanzó desde la pasada noche contra territorio ucraniano dos misiles balísticos y 90 drones, entre aparatos no tripulados de ataque Shahed y réplicas de estos sin carga explosiva que los rusos utilizan para confundir a las defensas enemigas.

Del total de drones, 56 shaheds fueron neutralizados por las defensas aéreas de Ucrania sobre varias regiones del este, el norte y el sur del país, según informó la Fuerza Aérea ucraniana en su parte de este viernes.

Los dos misiles balísticos, que según el parte serían del modelo Iskander-M o su equivalente norcoreano, KN-23, no pudieron ser interceptados.

Los residentes caminan por una calle cerca de edificios dañados por los ataques militares rusos, en la ciudad de primera línea de Myrnohrad, región de Donetsk, Ucrania (REUTERS/Anatolii Stepanov)

La Fuerza Aérea ucraniana informó de impactos de misiles o drones en 12 lugares distintos, sin informar de las regiones en que estos se produjeron o del tipo de infraestructuras alcanzadas.

En otro orden, el compromiso de Berlín de financiar las capacidades de ataque de largo alcance de Ucrania podría incrementar el impacto de los cada vez más frecuentes ataques de Kiev contra objetivos militares en territorio ruso, unas operaciones que buscan interrumpir la producción militar estratégica del enemigo y aumentar la presión sobre Moscú.

Analistas ucranianos han acogido con satisfacción la inversión de Alemania, después de que el Ministerio de Defensa alemán anunciara que los primeros resultados se esperan en cuestión de semanas.

Del total de drones, 56 shaheds fueron neutralizados por las defensas aéreas de Ucrania (REUTERS/Anatolii Stepanov)

Según escribió en Telegram el analista de la publicación Defense Express Ivan Kirichevski, si la asistencia germana permite a Ucrania producir misiles con un alcance de hasta 2.500 kilómetros, el efecto sería “muy superior” a la entrega de misiles Taurus, que tienen un alcance de 500 kilómetros.

Un mayor apoyo de los aliados amplificará el impacto de los ataques de Ucrania contra la infraestructura militar rusa”, dijo a la agencia de noticias EFE Oleksí Melnik, analista de seguridad internacional del Centro Razumkov de Kiev.

“Aunque no son una solución definitiva, estos ataques son una parte clave de la estrategia de Ucrania para obligar a Rusia a replantear sus objetivos bélicos”, agregó.

Un residente se encuentra cerca de edificios dañados por los ataques militares rusos en Myrnohrad, región de Donetsk (REUTERS/Anatolii Stepanov)

La producción militar rusa, en el punto de mira

Esta táctica de Ucrania se centra en interrumpir el funcionamiento de los eslabones críticos de la producción militar rusa, puesto que los ataques van dirigidos a las pocas o las únicas fábricas que producen componentes clave para diversos tipos de armamento empleados por Rusia en su invasión.

Hace una semana, drones ucranianos atacaron la planta Energía de la región de Lipetsk, el único fabricante ruso de baterías para bombas aéreas guiadas y ciertos misiles, en un ejemplo claro de este enfoque selectivo.

Muchas fábricas de la industria militar rusa, como las plantas de producción de drones atacadas el miércoles cerca de Moscú, están al alcance de los drones ucranianos, que han golpeado objetivos tan lejanos como la base aérea de Olenia, a 1.800 kilómetros de la frontera ucraniana.

La capacidad de Rusia para proteger estos sitios está disminuyendo gradualmente debido a los ataques selectivos de Ucrania contra sus sistemas de defensa aérea y las dificultades para reemplazarlos, según Oleksandr Kovalenko, del Grupo de Resistencia Informativa.

Varios analistas creen que Rusia carece del tiempo y los recursos para reubicar estas instalaciones fuera del alcance de Ucrania.