El movimiento GenZ 212, que encabeza las protestas masivas en Marruecos desde hace una semana, exigió este viernes la destitución del gobierno tras días de movilizaciones en las que murieron tres personas y cientos han resultado detenidas.

Las protestas arrancaron la semana pasada y se intensificaron a partir de la difusión de la muerte de ocho mujeres embarazadas en un hospital público de Agadir, un hecho que amplificó la indignación por la desigualdad y el deterioro del sistema sanitario. La presión social aumentó durante seis jornadas consecutivas de manifestaciones en múltiples ciudades, incluidas Rabat, Casablanca y Marrakech, donde los manifestantes reclamaron mejoras urgentes en los servicios estatales, especialmente al observar que el país destina grandes recursos a proyectos de infraestructura como la Copa Africana de Naciones y el Mundial de 2030.

Manifestantes en la ciudad Casablanca, Marruecos (REUTERS)

En una declaración difundida a través de canales digitales, el grupo GenZ 212 exigió la destitución del gabinete que encabeza el primer ministro Aziz Akhannouch.

Demandamos la destitución del gobierno actual por su incapacidad para proteger los derechos constitucionales de los marroquíes y responder a sus demandas sociales”, señaló el grupo, que opera principalmente en la plataforma Discord. Además, reclamaron la “liberación de todas las personas detenidas en relación con las protestas pacíficas”.

El grupo, integrado mayormente por jóvenes, justificó su exigencia en un artículo de la constitución marroquí que otorga al rey la potestad de nombrar y destituir al primer ministro y al gabinete. El grupo también se desmarcó de los actos de vandalismo y violencia observados en algunas ciudades.

Miles de manifestantes jóvenes exigieron la destitución del Gobierno marroquí (REUTERS)

En la capital, Rabat, manifestantes ondearon banderas nacionales y corearon consignas como “salud y no sólo estadios”, según registró la agencia AFP, sin reportes de incidentes violentos.

Salé, localidad al norte de la capital marroquí, sufrió una fuerte noche de protestas y varios edificios quedaron calcinados y dañados por el enfrentamiento entre los movilizados y las fuerzas de seguridad. “Estos jóvenes pretenden robar… son más ladrones que los funcionarios a los que acusan de ser ladrones”, sostuvo un residente de Salé a AFP.

El primer ministro de Marruecos, Aziz Akhannouch, manifestó este jueves, en su primera declaración pública desde el inicio de los disturbios, la disposición de su gobierno a “entablar diálogo” y “responder a las demandas de los manifestantes”.

“El Gobierno anuncia su disposición a responder a las demandas de la sociedad y también al diálogo y al debate dentro de las instituciones y los espacios públicos”, declaró Ajanuch tras una reunión semanal del Consejo del Gobierno.

El líder de Gobierno confirmó que tres personas murieron durante las protestas del miércoles por la noche, calificando los hechos como “lamentables”. Un portavoz del Ministerio del Interior precisó que las tres víctimas fallecieron tras intentar irrumpir en una estación policial cerca de Agadir.

Las protestas dejaron múltiples destrozos en el centro de Sale, Marruecos (REUTERS/Ahmed El Jechtimi)

“Los lamentables acontecimientos de los últimos dos días han dado lugar a una peligrosa escalada que ha socavado la seguridad y el orden públicos, ha causado cientos de heridos, daños a la propiedad pública y privada y, lamentablemente, tres muertos”, afirmó.

El ministro de Salud, Amine Tehraoui, reconoció ante el Parlamento que se están impulsando varias reformas en el sector, aunque subrayó que “aún resultan insuficientes para subsanar las carencias”. Desde el inicio de las protestas, cientos de jóvenes fueron detenidos, y según el cartera de Interior, hasta la noche del miércoles se habían arrestado a más de 400 personas. Los manifestantes exigen el fin de la corrupción y piden por la “libertad, dignidad y justicia social”.

(Con información de AFP)