La playa de Ipanema, uno de los lugares más emblemáticos de Río de Janeiro, fue escenario este domingo de una manifestación dirigida a denunciar la persecución que enfrentan las minorías y los integrantes de la población LGTBI en Irán. La protesta se realizó en coincidencia con la cumbre de líderes del grupo BRICS, que este año incluye por primera vez como miembro pleno a Irán.
La acción se desarrolló bajo la organización de la ONG StandWithUs, una entidad que desde hace años trabaja en la defensa de los derechos humanos y la lucha contra el antisemitismo. La intervención consistió en la instalación de mil banderines con los colores del arcoíris —símbolo internacional del orgullo LGTBI— y diez horcas de madera, clavadas sobre la arena alrededor de carteles negros con el mensaje: “Irán mata gays en la plaza pública”.
La puesta en escena buscó llamar la atención sobre el contexto político y social en Irán, donde las relaciones entre personas del mismo sexo son consideradas un delito y pueden ser castigadas con la pena de muerte.
StandWithUs señaló por medio de sus redes sociales: “Recientemente admitido en el grupo, Irán tiene una política de Estado de asesinar públicamente a gays; una relación entre dos hombres es un delito en el país”. La organización cuestionó así el ingreso iraní al bloque de economías emergentes, denunciando que las autoridades de Teherán mantienen penas extremadamente severas para la homosexualidad y para otras expresiones consideradas como disidentes.
Según cifras de organizaciones internacionales, cada año personas de la comunidad LGTBI sufren condenas que en muchos casos incluyen la ejecución pública. Diversos informes de Naciones Unidas y de ONGs especializadas han documentado con regularidad la aplicación de la pena capital por supuestos delitos relacionados con la orientación sexual o el género de los acusados en Irán.
Además de los castigos contra los homosexuales, StandWithUs buscó recordar en la playa de Río que Irán también restringe la libertad de mujeres, cristianos y otras minorías religiosas y étnicas.
En 2024, Irán se sumó de manera formal al grupo BRICS, que originalmente estuvo integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. A partir del año pasado, el foro amplió su membresía con la incorporación de nuevos países, entre ellos Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Arabia Saudita e Indonesia, lo que llevó el total a once miembros. La ampliación generó debates sobre la diversidad política, social y de derechos humanos de los integrantes del bloque.
StandWithUs defendió que la acción en Río de Janeiro coincide con una creciente exigencia a la comunidad internacional para que los derechos humanos sean respetados globalmente, y planteó que la pertenencia de Irán al grupo BRICS debiera suponer un compromiso efectivo con la defensa de derechos y libertades fundamentales.
La presencia iraní en la cumbre de los BRICS, desarrollada entre estrictas medidas de seguridad en Río de Janeiro, motivó también el posicionamiento de otras organizaciones defensoras de derechos humanos, que reclamaron a los países miembros del bloque el debate y la denuncia de la situación de las minorías religiosas, étnicas y sexuales tanto en Irán como en otros Estados con legislaciones restrictivas.
El encuentro de líderes del BRICS se desarrolla este año con varios temas en agenda como la cooperación económica y política, el rol geopolítico del grupo y las perspectivas de futuro para la expansión de la alianza. En paralelo, la protesta en Ipanema buscó aprovechar la visibilidad internacional de la cumbre para insistir en la vigencia de las demandas por igualdad y respeto a los derechos humanos fundamentales.