Las acciones norteamericanas siguen sujetas a la volatilidad pero continúan rondando niveles récord, en una reacción fuera de lo previsto de una remontada feroz desde sus niveles mínimos de abril.
A pesar del repunte, el sentimiento de los inversores de Wall Street sigue siendo cauteloso, mientras los mercados se enfrentan a una ola de incertidumbre que va desde la implementación de aranceles del gobierno de Donald Trump y sus efectos inflacionarios en cadena hasta la aún indefinida trayectoria de reducción de las tasas de la Reserva Federal de EEUU (Fed) y, más recientemente, las renovadas tensiones geopolíticas en el Medio Oriente por la escalada bélica entre Israel e Irán.
Si bien el sentimiento del consumidor comenzó a recuperarse en los EEUU desde sus mínimos de principios de año, el posicionamiento de los inversores cuenta una historia diferente.
“Los datos de las empresas de investigación de mercado SentimenTrader, Ned Davis Research y Vanda, citados por Charles Schwab, muestran que la exposición a la renta variable se mantiene por debajo de los promedios históricos, y los fondos mutuos, los fondos de cobertura y los operadores minoristas están reconstruyendo lentamente sus posiciones de riesgo”, indicó Yahoo Finance.
Esa cautela se hizo eco en la última encuesta global de gestores de fondos del Bank of America publicada el martes, que mostró una fuerte caída en el apetito por el riesgo, con un 28% neto de inversores asumiendo un nivel de riesgo más cauteloso de lo normal en sus carteras.
La encuesta de gestores de fondos también reveló que las asignaciones de acciones siguen estando muy por debajo del promedio, ubicándose actualmente una desviación estándar por debajo de su norma a largo plazo.
Sin embargo, algunos estrategas sostienen que esa cautela puede ser más un viento de cola que de cara para las acciones. “El sentimiento aún puede ser negativo incluso con las acciones nuevamente en máximos históricos”, dijo Kevin Gordon, estratega de inversiones senior de Charles Schwab, a Yahoo Finance. Gordon describió el reciente repunte como “definitivamente todavía odiado”, pero una dinámica que no es inusual luego de ventas abruptas e inesperadas.
Las acciones en Nueva York rondan máximos históricos, en una recuperación vertiginosa desde sus mínimos de abril. Sin embargo, a pesar del repunte, la confianza de los inversores se mantiene cautelosa debido a que Wall Street aún se enfrenta a una ola de incertidumbre.
Tres motivos para la suba
Tom Lee, director de investigación de Fundstrat, escribió en una nota reciente a sus clientes, donde llegó a la conclusión de que los inversores podrían estar pasando por alto tres importantes factores alcistas para el corto plazo:
1) un contexto de inversión más sólido en comparación con el de principios de 2025.
2) Mayor claridad en la política comercial y fiscal con el escenario definido de aranceles cruzados.
3) Una Reserva Federal potencialmente más moderada.
“Estamos muy cerca de máximos históricos, y aun así, los inversores siguen siendo mayoritariamente pesimistas”, dijo. “Este sigue siendo uno de los repuntes más odiados”.
Las acciones en Nueva York rondan máximos históricos, en una recuperación vertiginosa desde sus mínimos de abril
Los estrategas de Wall Street también se mostraron más optimistas respecto de las acciones en las últimas semanas. No menos de once empresas de Wall Street redujeron sus objetivos del S&P 500 en medio de la liquidación del mercado en abril, pero al menos ocho de ellas han aumentado desde entonces sus apuestas sobre dónde terminará el índice en 2025.
El objetivo medio del S&P 500 se sitúa ahora en 6.100 puntos -hoya se ubica apenas sobre los 6.000 puntos-, lo que indica un mayor potencial alcista, próximo al récord de 6.147 puntos del 19 de febrero de este año.
Si bien los inversores participan en el repunte, Gordon, analista de Schwab, afirmó que las ganancias se han concentrado en sectores ajenos a las grandes tecnológicas, que estuvieron liderando el mercado alcista en los últimos dos años. Este experto destacó la fortaleza de los servicios comerciales, como la logística y las aerolíneas, mientras que sectores más sensibles a la economía, como el transporte de mercancías y la producción de bienes, siguen rezagados.
La atención se centra en la próxima decisión de tipos de la Reserva Federal en medio de tensiones globales en espera de la reunión de la Reserva Federal (Fed), en la que se prevé que se mantengan los tipos, en un contexto de guerra comercial y con una fuerte tensión en Oriente Medio.
Los inversores muestran cautela apuntando que la Fed mantendrá los tipos oficiales en el rango del 4,25-4,5 %, centrándose más en las proyecciones de tipos, así como en las previsiones económicas.