
Un equipo internacional de científicos identificó un nuevo régimen tectónico, denominado “régimen de tapa episódica y flexible” o “régimen tectónico intermitente y flexible”, que promete transformar la comprensión de la evolución de los planetas rocosos y su potencial para albergar vida.
El avance, publicado en la revista Nature Communications y reportado por Space.com, aporta una visión innovadora sobre el desarrollo de la dinámica tectónica de la Tierra comparada con Venus y Marte.
Qué es el régimen de tapa episódica y flexible
El “régimen de tapa episódica y flexible” representa un estado intermedio entre la tectónica de placas propia de la Tierra y el régimen de “tapa rígida” que predomina en Marte. En este modelo, la litosfera oscila entre periodos de relativa estabilidad y episodios de fuerte actividad tectónica.
A diferencia de la tapa rígida clásica, esta modalidad permite que la litosfera planetaria se debilite por intervalos, impulsada por el magmatismo intrusivo y la delaminación regional. Estos procesos suavizan la corteza de forma temporal, tras lo cual vuelve a endurecerse.

Los geodinámicos que desarrollaron el modelo sugieren que este funcionamiento habría sido esencial en la evolución temprana de la Tierra y preparó la litosfera para la aparición de placas tectónicas cuando el planeta se enfrió.
Además, el estudio profundiza en el “efecto memoria”, que sostiene que la historia geológica condiciona el comportamiento tectónico: conforme la litosfera se debilita, las transiciones entre regímenes tectónicos se vuelven más previsibles.
Diferencias tectónicas entre Tierra, Venus y Marte
El hallazgo ayuda a entender por qué la Tierra y Venus, a pesar de ser similares en tamaño, siguieron caminos geológicos tan diferentes. La Tierra presenta una tectónica de placas activa, mientras que Venus exhibe un terreno remodelado principalmente por el vulcanismo y la formación de coronae, sin evidencias claras de placas tectónicas.
Las simulaciones científicas lograron replicar patrones propios de Venus al situarlo en un régimen de tapa episódica y flexible, donde el magmatismo y las plumas del manto debilitan la superficie intermitentemente, pero sin llegar a formar placas verdaderas.

En el caso de Marte, sigue en un régimen de tapa rígida, lo que limita tanto su actividad geológica como su capacidad de recircular materiales entre el interior y la superficie.
Implicancias para la habitabilidad y la búsqueda de exoplanetas
El régimen tectónico de un planeta afecta directamente su actividad geológica, la evolución interior, el campo magnético, la composición atmosférica y, finalmente, la posibilidad de albergar vida. Comprender cómo y cuándo la litosfera puede debilitarse y cambiar de régimen resulta esencial para evaluar la habitabilidad de otros mundos.
El estudio subraya que los procesos tectónicos regulan la circulación de agua y dióxido de carbono, factores esenciales para mantener un clima estable y condiciones compatibles con la vida.
Por ello, estos resultados brindan un marco teórico valioso para guiar la búsqueda de exoplanetas similares a la Tierra y supertierras fuera del sistema solar.

Reacciones científicas y relevancia de este avance
Maxim Ballmer, profesor asociado de geodinámica en University College London y coautor del trabajo, afirmó: “Nuestros modelos vinculan la convección del manto con la actividad magmática, ofreciendo una base teórica crucial para la búsqueda de análogos habitables a la Tierra“.
El estudio, publicado en Nature Communications, constituye la primera clasificación de seis regímenes tectónicos bajo distintas condiciones físicas, lo que permitió desarrollar un diagrama integral sobre las posibles transiciones a medida que un planeta se enfría.
El descubrimiento del régimen de tapa episódica y flexible abre nuevas líneas de investigación sobre la evolución de los planetas rocosos y orienta la búsqueda de mundos potencialmente habitables fuera del sistema solar.